El Congreso de la Nación sigue dando que hablar y sigue metido de lleno en la campaña electoral, de cara al balotaje del 19 de noviembre.
Esta semana, el diputado nacional y candidato a presidente de La Libertad Avanza, Javier Milei, sorprendió al anunciar su primera convocatoria a una Sesión Especial para exigir que el canciller Santiago Cafiero informara sobre las gestiones para lograr la liberación de los argentinos secuestrados por el grupo guerrillero palestino Hamás.
El pedido estaba previsto para este miércoles a las 10 :00 y llevaba las firmas de los diputados libertarios (Victoria Villarruel y Carolina Píparo) y del ala más dura del Pro (Cristian Ritondo, Hernán Lombardi, Dina Rezinovsky, Fernando Iglesias, María Luján Rey, Laura Rodríguez Machado y Sabrina Ajmechet).
Aunque más allá del apoyo que recibió el libertario por parte del Pro, inmediatamente, el oficialismo comenzó a mover las piezas del tablero para desactivar la sesión y llegar a un acuerdo con todas las fuerzas políticas para realizar un repudio general contra Hamas por parte de la Cámara de Diputados.
De esta forma, la titular del cuerpo legislativo, Cecilia Moreau, envió el comunicado que había sido aprobado por todos los legisladores nacionales en la sesión del 10 de octubre, en el cual se declaraba “su enérgica condena y repudio contra las acciones terroristas perpetradas por Hamás, desde la franja de Gaza y dentro del territorio israelí”.
En tanto, en el escrito se ponía de manifiesto que “no aceptamos y condenamos, como siempre lo hemos hecho, todo tipo de violencia como método para resolver los conflictos entre países y exhortamos a dar cumplimiento a las resoluciones de Naciones Unidas, en especial la 1.397 (2002) del Consejo de Seguridad que sostiene la necesidad de dar cumplimiento al concepto que dos estados, Israel y Palestina, vivan uno junto al otro dentro de fronteras seguras y reconocidas”.
Por su parte, Moreau reunió a todos los jefes de los bloques y allí lograron consensuar acerca del accionar de la Cámara baja respecto a la “delicada situación de los rehenes argentinos en manos de la organización terrorista Hamás”.
Luego del encuentro, el libertario brindó una conferencia de prensa en la que rectificó el pedido de la sesión, ya que anunció que los distintos espacios se habían puesto de acuerdo sobre la postura que tomarían frente al hecho que sacudió al mundo.
Mediante una declaración en conjunto, los diputados ratificaron su repudio y condena al ataque que llevó adelante Hamas contra Israel hace un mes atrás. También, hicieron mención al derecho a defensa que tiene Israel en el marco del derecho internacional humanitario.
En este punto es donde se centraban las diferencias entre el ministro de Relaciones Exteriores, Santiago Cafiero, los kirchneristas más puros y el massismo por el comunicado que había sacado Cancillería, en el que se repudiaba la ofensiva de Israel a un centro de refugiados de Jabalia, ubicado al norte de la Franja de Gaza.
Además, los diputados le solicitaron al “Poder Ejecutivo que se intensifiquen y profundicen los esfuerzos en curso para lograr la inmediata e incondicional liberación” de todos los argentinos secuestrados y retenidos ilegalmente por Hamás.
Por otro lado, los legisladores adhirieron a la solicitud de la Asamblea General de las Naciones Unidas del pasado 26 de octubre, que insta a una tregua humanitaria.
Pero, más allá de las idas y venidas entre encuentros y comunicados, la jugada política del FdT permitió desmantelar la estrategia de Milei de llevar un tema delicado a una sesión y allí exponer al oficialismo por no dar el quórum para tratar los cuatro expedientes que hacían mención al atentado.
De haberse llevado la convocatoria adelante, el libertario se hubiese convertido en la principal figura política de la oposición, porque si conseguía el número se quedaba con la victoria y, en caso contrario, hubiese dejado expuesto al oficialismo.
De esta manera, quedó asentada la movida de fichas de Unión por la Patria, que ganó una batalla, aunque del lado del libertario festejaron también, porque creen que la presión que ejercieron sobre los legisladores del oficialismo hizo que la titular de la Cámara tuviera que llamar a todos bloques para expedirse sobre la problemática y, de esta manera, evitó quedar afuera de un tema tan sensible y preocupante.