El hijo de un reconocido pastor evangélico, Gabriel Mraida, continuaría a la cabeza de uno de los principales ministerios porteños, se trata de Desarrollo Humano y Hábitat luego de que Jorge Macri cerrara un acuerdo con representantes de las iglesias evangélicas. Mraida le ganó la pulseada a Pilar Molina, una funcionaria muy cercana a María Eugenia Vidal y a Carolina Stanley.
El funcionario fue uno de los responsables de ejecutar la urbanización del Barrio Fraga como titular del IVC. A principios de año asumió una banca de diputados, pero solo estuvo en el Congreso unos meses.
Antes de las PASO, Mraida volvió a Desarrollo Social cuando la ministra era María Migliore. Fue un gesto de Larreta hacia el mundo evangélico. Meses después, la ministra sería la primera en dejar su cargo luego del triunfo de Jorge en las internas contra Martín Lousteau. Tras la renuncia de Migliore, Mraida quedó a cargo de la cartera.
Cuando todo indicaba que Molina sería su reemplazante, las iglesias evangélicas jugaron fuerte para impedir el nombramiento de la Secretaria General de Gestión del Ministerio Público Tutelar y lograron que Mraida continuara en el cargo.
Por eso, queremos trabajar en la asistencia y el acompañamiento de los niños y las familias más vulnerables, para que todos tengan la oportunidad de salir adelante.
Invertir en la primera infancia
para moldear el presente
y crear futuro.— Gabriel Mraida (@gabimraida) November 16, 2023
El papel político de los evangélicos
El movimiento evangélico es la iglesia que más creció en la Argentina durante los últimos años. Un estudio del Conicet muestra que en 2008 representaba al 8% del total de los habitantes de la Argentina, mientras que la Iglesia Católica abarcaba al 70%.
Tan solo diez años después, en 2018, un estudio similar dejaba en claro la expansión de los evangélicos en el país, que en ese entonces había duplicado a sus fieles y eran el culto del 16% de los habitantes de la Argentina, mientras que el catolicismo había caído a cerca del 60%.
Los números muestran que los evangélicos representan a más de 8 millones de personas en la el territorio nacional, pero su iglesia se organiza de una manera mucho más horizontal que el catolicismo. La Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina (ACIERA) representa al 90% de las iglesias del país.