El extenso calendario electoral que comenzó en el verano y finalizó el domingo 19 de noviembre con la consagración de Javier Milei como presidente electo, también definió un nuevo mapa político en la Argentina.
Uno de los datos llamativos es que La Libertad Avanza, el partido que estará al frente del Gobierno nacional, no tendrá ninguna representación en las 24 jurisdicciones del territorio nacional, que se repartirán entre las dos fuerzas que ejercerán de oposición.
El peronismo ha tenido un marcado retroceso y por primera vez desde el regreso de la democracia gobernará menos del 50% de las provincias, en medio de la búsqueda de un liderazgo luego de la dura derrota de Sergio Massa y el repliegue del kirchnerismo.
Mientras que Juntos por el Cambio, atravesado por la crisis entre sus principales partidos UCR, PRO y la salida de la Coalición Cívica, ha tenido un marcado crecimiento de la mano de distintos triunfos en territorios gobernados en muchos casos por el peronismo.
A la luz de los resultados del extenso año electoral, el mapa del poder que se configuró es muy distinto al conformado durante los últimos gobiernos K y de Cambiemos y presentará un desafío para el presidente de La Libertad Avanza y su búsqueda de reformar las estructuras vigentes.
Juntos por el Cambio
Pese a la derrota de la fórmula presidencial encabezada por Patricia Bullrich, la coalición opositora tuvo una gran performance electoral en las provincias con seis victorias en distritos que le arrebataron a peronismo: Chaco, donde Leandro Zdero le ganó a Jorge Capitanich; Santa Fe, donde Maximiliano Pullaro se impuso a Marcelo Lewandowski ; San Juan, donde Marcelo Orrego triunfó ante Rubén Uñac; San Luis, donde Claudio Poggi puso fin a la dinastía de Alberto Rodríguez Saá; Chubut, donde Ignacio Torres ganó ante Juan Pablo Luque y Entre Ríos, donde Rogelio Frigerio venció a Adán Bahl.
Además de imponerse al oficialismo en estos seis distritos, JxC, obtuvo triunfos en provincias donde venía gobernando, como Jujuy, donde Carlos Sadir se aseguró la sucesión de Gerardo Morales; Mendoza, con Alfredo Cornejo que dará continuidad a la gestión de Rodolfo Suarez; Corrientes, que tiene elecciones previstas para 2025 y que actualmente gobierna el radical Gustavo Valdés; y la Ciudad de Buenos Aires, donde Jorge Macri será el sucesor de Horacio Rodríguez Larreta.
Partidos provinciales
Existen provincias donde se impusieron candidatos de partidos provinciales, pero que contaron con el apoyo de la fuerza opositora nacional. En Neuquén, Rolando Figueroa superó a Marcos Koopman, el candidato del histórico Movimiento Popular Neuquino, que deja el poder luego de 60 años y en Santa Cruz, el triunfo del sindicalista petrolero Claudio Vidal puso fin a la hegemonía kirchnerista imponiéndose a los oficialistas Pablo Grasso y Javier Belloni.
En Misiones y en Río Negro ganaron referentes provinciales como Hugo Passalacqua y Alberto Weretilneck, quienes suelen vincularse con los oficialismos nacionales, al igual que el salteño Gustavo Sáenz, que fue peronista hasta 2014, cuando fundó su propio partido -Identidad Salteña-, con el que fue ganó la Gobernación en 2019 y su reelección el último 14 de mayo.
Mientras tanto, Córdoba configura un caso particular, debido a que allí gobierna el peronismo antikirchnerista, que con el liderazgo de Martín Llaryora continuará la gestión de Juan Schiaretti, tras imponerse por apenas tres puntos a Luis Juez, que cuestionó el resultado hasta que los números lo obligaron a desistir de sus dudas.
Los gobernadores peronistas
Unión por la Patria tuvo algunas victorias relevantes, en medio del tembladeral que dejó la derrota en las presidenciales. En la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof fue reelecto para un nuevo mandato, al igual que en Catamarca lo fue Raúl Jalil. Además, se alinearán en la oposición al naciente gobierno nacional Gildo Insfrán, en Formosa; Ricardo Quintela, en La Rioja; Gustavo Melella, en Tierra del Fuego; Juan Manzur, en Tucumán y Sergio Ziliotto, en La Pampa.