Desde el Ministerio de Economía informaron que el gobierno de Javier Milei podrá disponer del segundo tramo del swap con China, valuado en USD6.400 millones. El presidente descongeló en los últimos días las relaciones diplomáticas con China tras su encuentro con Wu Weihua, enviado especial de XI Jinping a la asunción presidencial. “La reunión fue excelente”, comentó el jefe de Estado cuando concluyó el conclave en su despacho.
La novedad se conoce en un momento en que el ministro de Economía, Luis Caputo se encuentra en la búsqueda de financiamiento para afrontar los primeros meses de la gestión. En los últimos días, la sociedad de bolsa de Ramiro Marra, Bull Market Investors, aseguró que el exministro de Finanzas de Mauricio Macri podría conseguir hasta USD15.000 millones provenientes de Arabia Saudita o Emiratos Árabes y llegar a un total de USD23.000 si se suman posibles envíos del FMI y el aporte de la liquidación del agro.
Desde Economía explicaron que la administración entrante efectivamente podrá contar con los yuanes del préstamo con el gobierno chino, una situación que había sido puesta en tela de juicio, producto del hermetismo que gira en torno a las cláusulas del acuerdo entre el Banco Popular de China y su contraparte local. De todas maneras, aclararon que eso quedará sujeto a una “cláusula de relación política”, que es la que habilita la utilización del crédito, que fue ponderado por los actuales funcionarios por tener una tasa de interés “que es la mitad a la que tiene el FMI”.
Como parte de la herencia que recibirá el futuro gabinete económico, desde la administración vigente adelantaron que están “tratando de pagar todo lo que se pueda para que no haya deuda flotante exigible y no sea imputable por mala administración”. Un informe reciente de Fundación Capital estimó que entre enero y octubre se acumuló un 0,3% del PBI de deuda flotante y proyectó que en diciembre se agregará otro 0,3%, en base a la experiencia reciente.
Para China mantener el status diplomático implica que se respeten todos los acuerdos firmados con Argentina y que están previstos en la Ruta de la Seda, una iniciativa diseñada por el régimen comunista para disputar los intereses de Estados Unidos y Europa a nivel global.
Xi quiere mantener el status diplomático con Argentina que logró durante la administración de Alberto Fernández, y Milei necesita el swap para garantizar un volumen mínimo importaciones y tener una reserva de libre disponibilidad para pagar los vencimientos con el FMI.
En este contexto de intereses el gobierno desea la ampliación del swap por 5.000 millones de dólares para evitar que se caiga el volumen importador y frente a la probable necesidad de cancelar con ese desembolso una parte del vencimiento con el FMI previsto hacia fines de diciembre.
Xi tiene un protocolo para girar los fondos acordados con sus socios alrededor del planeta. Espera una carta con el pedido formal y a continuación ordena su agenda para compartir una llamada telefónica o protagonizar una audiencia bilateral. Así sucedió con Cristina Fernández de Kirchner, Mauricio Macri y Alberto Fernández.
La carta firmada por Milei pidiendo la renovación del swap ya partió rumbo a Beijing. Y tras la reunión con el enviado Wu Weihua, la canciller Mondino quedó en organizar el call entre Milei y Xi. El líder comunista está en Vietnam y la comunicación entre Buenos Aires y Beijing aún no tiene fecha prevista.