En el marco de las nuevas medidas económicas de ajuste que anunció esta semana el ministro de economía, Luís Caputo, la preocupación por la relación entre Gobierno y sindicatos, organizaciones políticas y agrupaciones que puedan manifestarse en contra de las mismas, va en aumento. El motivo es claro: El presidente Javier Milei deslizó reiteradas veces que, si es necesario reprimir la protesta, lo hará.
Estas afirmaciones fueron acompañadas por un claro guiño al ala más dura de la política nacional al elegir a Patricia Bullrich, ex candidata a la presidencia por el espacio del PRO y receptora de constantes ataques por parte de Milei quien la señaló como una “montonera que puso bombas en jardines de infantes”, como la nueva ministra de seguridad. Cabe recordar, que ese trabajo estaba a cargo, casi por su propio peso, a la vicepresidenta, Victoria Villarroel, quien es una reconocida defensora de la última dictadura militar.
Las medidas económicas pusieron en jaque a los referentes de derechos humanos y organismos que luchan contra la represión policial, ya que entienden que es sumarle más calor a un caldero social que, lejos de enfriarse, está muy cerca de explotar. Tras la consulta a Madres de Plaza de Mayo Línea fundadora, Taty Almeida manifestó de forma lapidaria que “la situación es preocupante, pero no hay que tener miedo. De todas formas, vamos a pedirle una reunión al presidente Milei, como les hemos pedido a todos los presidentes de la democracia”.
Por su parte, la titular de la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (Correpi), María del Carmen Verdú, afirmó que durante el 2023 el organismo se comprometió “en la campaña de una forma poco habitual, porque como organización de base que tiene compañeros de diversos orígenes, se salió a hacer campaña contra Milei y Bullrich, primero y contra Milei después, para finalmente caer en la cuenta de que era más o menos lo mismo, porque Milei se había aliado al sector Bullrich”.
En ese tono, la referente lamentó que “todo lo que se imaginó, dijo y advirtió que iba a pasar, no solo está pasando, sino que está pasando recargado”, y consideró que “hoy tenés a quienes eran los “halcones” de la gestión Cambiemos entre 2015 y 2019, Bullrich, Petri, Wolf, Kravetz, en realidad casi como si fuesen las palomas de la actual gestión, porque del otro lado tenés a Milei y Villarroel con la reivindicación explícita del terrorismo de Estado”.
“Ellos hicieron campaña militando el cierre de causas, militando la impunidad, con el agregado de que te aclaran, por si sos tonto y no lo entendés, que no lo hacen sólo porque les parece fenómeno lo de los militares, sino porque necesitan dar un mensaje claro a las fuerzas, tanto armadas como de seguridad, de que las cosas antipáticas que van a haber que hacer, como dijo Pando en ese videíto, van a traer aparejado un incremento de conflictividad social”, criticó Verdú.
Asimismo, recordó que entre 2015 y 2019 hubo un “récord absoluto en todas las modalidades represivas con estos mismos personajes, con Bullrich en el Ministerio de Seguridad, con Petri y su Ley de Ejecución Penal, que hizo estallar los Penales y es el que tiene la culpa de que tengamos 120.000 personas presas, cuando los delitos más graves bajaron a menos de la mitad en el mismo período, con Wolf y con Kravetz”.
La preocupación, según la referente, se acrecentó por “el escenario de un ajuste brutal” y subrayó que “las diez medidas que se anunciaron ayer son un Rodrigazo recargado, porque ni siquiera con el Rodrigazo hubo una devaluación del 100%, más todo el resto de las medidas que se están tomando, como el tema de los medios públicos, los empleados públicos. Hay que pensar que el 100% del personal contratado de los ministerios tiene contrato renovado hace menos de un año, porque justamente son contratos basura y se renuevan anualmente”.
“La única respuesta posible frente a la previsible conflictividad social y gremial que se va a desatar va a ser la represión”, adelantó.
Represión con luz verde
Verdú, en tanto, aclaró que Correpi no sostiene la tesis de la “policía desatada”, y destaca que a las Fuerzas “los que les dan son órdenes, directivas, porque las fuerzas no son autogobiernos ni dependen del emperador de Japón, dependen cada uno del área política del Gobierno Nacional, Provincial o de la Ciudad”.
Al respecto, recordó: “Con el solo hecho de haber derogado en diciembre de 2019 los protocolos y demás resoluciones represivas de Bullrich que, por ejemplo, habilitaban a la fuerza de seguridad legalmente a disparar por la espalda contra personas desarmadas sin dar voz de alto y sin consecuencias penales ni administrativas, eso bajó sensiblemente el índice de los casos de gatillo fácil de fuerzas federales y volvimos a los guarismos de la gestión anterior, o sea del final de Cristina”.
“Mientras que durante el Gobierno de Macri y Bullrich se había duplicado”, recordó Verdú y destacó que “la Policía de la Ciudad rompe ese mito del autogobierno, porque fue creada y dirigida siempre por la misma fuerza política, a diferencia de la Policía Bonaerense que pasó por las manos de todos del 83, y ya tiene un índice de letalidad, en relación a la cantidad de efectivos, superior al de la Bonaerense. Tenés que ganarles en gatillo fácil a la Bonaerense en apenas siete añitos contra 200”.
Verdú concluyó que “exhortamos a la más amplia unidad de acción, a la cooperación, la colaboración y la coordinación en todos los niveles para generar ámbitos en los que se puedan dar las respuestas rápidas y eficaces que vamos a tener que dar frente al incremento represivo que se viene”.