El grueso del círculo rojo evitó ser contundente en sus definiciones sobre el impacto en los negocios que generará el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que anunció el presidente Javier Milei en la noche del miércoles. Si bien existe un clima de “respaldo” y “conformidad” por la desregulación de la economía, los empresarios decidieron tomarse un tiempo para analizar la letra chica y los efectos en la cadena productiva local. Sucede que hay temor de una ruptura interna en algunos rubros clave, como la industria, por las consecuencias en sectores y territorios.
“Me parece un exceso, porque tendrá que dar todas las peleas juntas”, dijo el dueño de una de las empresas más poderosas del país, que vive del mercado interno y de la exportación. Para la lectura del establishment, “la mejor reforma es la posible”, porque deberán convivir con sindicatos y un entorno social que podría generarle un clima de “inestabilidad” en los negocios por la multiplicidad de frentes que abrió un DNU que pegó en muchos sectores, incluso movió el avispero en algunos en donde las leyes a derogar ya no estaban en vigencia.
Es el caso del sector azucarero. “Derogación de las obligaciones que los ingenios azucareros tienen en materia de producción azucarera”, señaló Milei por cadena nacional. Sin embargo, la mencionada ley se encuentra en desuso desde el decreto de desregularización de 1991 firmado por el entonces ministro de Economía Domingo Cavallo. “Son leyes viejas sin aplicación en la actualidad”, dijo un referente del sector, quien, además, agregó: “El mercado de azúcar es muy competitivo con infinidad de oferentes. Hay 19 ingenios y 6 mil cañeros; y los cañeros participan con el sistema de maquila”.
El respaldo de la UIA
El presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Daniel Funes de Rioja, aclaró que la entidad fabril deberá realizar “un análisis pormenorizado del DNU, que requiere de una visión estructural y con conocimientos técnicos”, pero adelantó como positivos algunos adelantos que enumeró Milei en la cadena nacional: “No pudo dejar de celebrar la derogación de las leyes de Abastecimiento y la de Góndolas, que afecta a la industria de alimentos y bebidas, así como también el Observatorio de Precios”.
“La ley de Abastecimiento es claramente inconstitucional, cercenando el derecho a la propiedad; y en el caso de la Ley de Góndolas, interfiriendo en espacio de regulación entre sectores privados, como son el productor, el comercial y el consumidor, quien tiene dos leyes fundamentales que son la defensa de la Competencia y Defensa del Consumidor. Esos son los marcos normativos en los países desarrollados industrializados”, sostuvo.
Funes de Rioja también respaldó las reformas anunciadas en el ámbito laboral relacionadas con la regulación, al señalar que “fueron, claramente, visualizadas por el sector empresario como necesarias”. Señaló a la modernización laboral y la adecuación a nuevas realidades laborales. “Sin perjuicio de un análisis de mayor profundidad, hay cuestiones como las multas laborales, la reducción de la litigiosidad artificial, la aplicación de tasas de interés desmesuradas que terminan afectando particularmente a la pequeña y medianas empresas”, sostuvo.
Apoyo de la Cámara de Comercio
El presidente de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC), Mario Grinman, coincidió con “los perjuicios de un Estado omnipresente –que asfixia al sector privado y de este modo condena a nuestro país al atraso– y a la necesidad de desregular muchos aspectos de nuestra economía”, al sostener que “la excesiva presencia del Estado en Argentina no se evidencia solo en los niveles de gasto, sino también en las múltiples injerencias que éste tiene en la vida de individuos y empresas”.
“Celebramos anuncios tales como la derogación de las leyes de alquileres, de abastecimiento y de góndolas, como así también la supresión del observatorio de precios. Asimismo, aplaudimos que se haya decidido implementar una modernización laboral, que nuestra Cámara tantas veces reclamó. En la CAC, desde nuestra fundación hace casi 100 años defendemos y promovemos la iniciativa privada y la libertad económica”, destacó.
Grinman se lamentó “en las últimas décadas el Estado fue más un estorbo que un aliado para buena parte del sector privado” y que “los escandalosos indicadores económicos y sociales que registra Argentina demuestran que un sector público omnipresente no garantiza el progreso, más bien todo lo contrario”.
“Abogamos por que esto se revierta y celebramos que los anuncios de esta noche vayan en esa dirección. Lógicamente, no pudimos aún hacer un análisis y ni siquiera leer íntegramente un DNU que contiene más de 300 artículos, pero coincidimos plenamente con la orientación planteada en el mensaje presidencial”, afirmó.