En pleno pico de actividad parlamentaria, durante la segunda semana en la que se discute en un plenario de comisiones el detalle del proyecto de “Ley de Bases” motorizado por el Poder Ejecutivo, el kirchnerismo afina su estrategia parlamentaria. No solo apuesta a dilatar el dictamen de la iniciativa de más de 600 artículos, sino que tampoco descarta convocar una sesión para la semana que viene con el fin de presionar al Gobierno para tratar el decreto de necesidad y urgencia (DNU) del presidente Javier Milei.
El contraataque pretende desestabilizar al oficialismo por dos frentes. Por un lado, retoma el pedido de convocar al jefe de Gabinete de Ministros, Nicolás Posse; el ministro de Economía, Luis Caputo; y el cerebro del megadecreto, Federico Sturzenegger. No dejarán pasar el hecho de que los principales funcionarios detrás de la iniciativa no hayan transitado por el Congreso. Si este reclamo se atendiera, es poco probable que los acotados tiempos del Gobierno puedan cumplirse.
Por el otro, podría forzar el debate del DNU y, con ello, apuntalar el mensaje de la CGT durante el paro general e incomodar a un sector de la oposición proclive a acompañar la ley ómnibus si el Gobierno accede a modificaciones, pero no así el decreto tal cual está. De hecho, tanto el radicalismo como la Coalición Cívica destacaron la posibilidad de discutir el contenido del mismo en tanto se incluye su ratificación en el articulado de la Ley Ómnibus.
“Falta mucho para la semana que viene, todavía tenemos que transitar toda esta semana y nadie dice que va a pasar”, señalan cerca de Martínez sobre los pasos a seguir, sin negar de plano la posibilidad de convocar un debate en el recinto.
Lo cierto es que el DNU fue presentado en el Congreso el 5 de este enero y desde ese momento comenzaron a correr los diez días hábiles para que la Bicameral de Trámite Legislativo se constituya y se reúna para trabajarlo. Este viernes, ese plazo se cumplirá y dejará abierta la posibilidad de que el pleno de la Cámara pueda rechazarlo o ratificarlo. No obstante, para que el decreto pierda vigor necesitará que el Senado también se oponga.
Los cinco diputados del Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT) comparten esta posibilidad. De hecho, la diputada Myriam Bregman recordó el sábado en su cuenta de X que desde esta semana “el Congreso ya estará habilitado para autoconvocarse y rechazar el DNU en cada Cámara”.
En una semana, el Congreso ya estará habilitado para autoconvocarse y rechazar el DNU en cada Cámara, cada legislador debe decir urgente qué hará ante el DNU y la Ley Ómnibus: nada a espaldas del pueblo, que lo digan con claridad ahora.
— Myriam Bregman (@myriambregman) January 13, 2024
La sumatoria de las bancadas de Unión por la Patria (UP) y el Frente de Izquierda (FIT) congregan 107 voluntades, 22 menos que lo que necesitan para sesionar. Por eso, la confirmación todavía está muy lejos. Si bien se especula con la posibilidad de que otros espacios habiliten el quorum sin el compromiso de votar en sintonía con el kirchnerismo, no hubo avances en ese sentido. Sin embargo, el destrato de Milei a los legisladores durante el fin de semana generó un clima enrarecido en los bloques dialoguistas y sembró dudas sobre la forma en que se pararán frente a las conversaciones que todavía quedan por delante con el oficialismo.
Lo mismo hizo el jefe de la UCR en Diputados, Rodrigo de Loredo, quien a través de X subrayó que “las declaraciones del presidente no van a amedrentar nuestro comportamiento”.
Las declaraciones del presidente no van a amedrentar nuestro comportamiento, que pese a los sistemáticos agravios, nos encuentran en la posición de darle al gobierno las herramientas legales que necesite para llevar adelante su plan de gobierno sin excesos y sin dejar indefensos…
— Rodrigo de Loredo (@rodrigodeloredo) January 14, 2024
En este contexto, las negociaciones entre representantes del oficialismo y Pro, UCR, y Hacemos Coalición Federal, que suman 97 diputados, se extendieron ayer hasta bien entrada la tarde-noche y, según pudo saber este medio, “hubo avances”. No obstante, el capítulo de reforma fiscal -que genera más fricciones- se revisará este martes.