El presidente Javier Milei se reunirá el viernes 23 de febrero con el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, uno de los principales funcionarios de la administración de Joe Biden. Apenas horas después de ese encuentro, el mandatario argentino viajará rumbo a Washington para exponer en la Conferencia Política de Acción Conservadora, (CPAC), que reúne a las principales figuras de la derecha de Estados Unidos, referentes políticos, empresarios, religiosos y personalidades mediáticas, entre ellos el líder republicano Donald Trump, opositor a Biden.
El encuentro entre Milei y Blinken, uno de los funcionarios más importantes de la administración del presidente estadounidense, se da en medio de la aceitada relación bilateral entre ambos países. La semana pasada estuvo en Buenos Aires, Brian Nichols, secretario adjunto para Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado, y Nicolás Posse, jefe de Gabinete y hombre de extrema confianza de Milei estuvo previamente en Washington, donde mantuvo encuentros con funcionarios del Departamento de Estado y la CIA.
Blinken llegará al país luego de su paso por Río de Janeiro para la reunión de ministros de relaciones exteriores del G20. El viaje, que aún debe ser confirmado de manera oficial por Estados Unidos marcará la visita de más alto nivel de un funcionario del gobierno norteamericano para la presidencia de Javier Milei.
Tras el encuentro Milei viajará esa misma noche a Washington, expondrá el sábado 24 y poco después ya emprenderá la vuelta a Buenos Aires. Aunque Trump también hará su presentación en la CPAC, no está previsto que se crucen, por un tema de horarios.
El viaje de Blinken a la Argentina será la tercera visita de un funcionario de alto nivel del gobierno de Biden al país desde la asunción de Milei. Primero, en diciembre, dos funcionarios clave del área económica del gobierno norteamericano, Mike Pyle, del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, y Jay Shambaugh, del Tesoro, viajaron a Buenos Aires para interiorizarse del programa económico del gobierno en medio de la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI). En tanto que la semana pasada Nichols, quien tuvo palabras muy elogiosas sobre la flamante administración libertaria.
Nichols consideró a la Argentina como “un aliado y socio clave para los Estados Unidos”. Y resaltó que el país “tiene los recursos humanos y naturales para hacer un éxito a nivel global” y dijo que cree “en apoyar el pueblo argentino en realizar sus deseos de crecimiento, progreso y de seguridad y bienestar. “Eso es algo importante: una Argentina exitosa es algo es muy favorable para la comunidad regional e internacionales”, remarcó.
“Estoy muy bien impresionado por la energía, los cambios en curso en el país y la determinación y los esfuerzos de los argentinos de mejorar la situación y de seguir adelante. También, por parte del gobierno, de colaborar con los Estados Unidos en distintas áreas como la defensa de la democracia alrededor del mundo, los derechos humanos, el compromiso con el cambio climático, el combate al crimen transnacional y proteger las personas más vulnerables mientras siguen un proceso de ajuste para atender las necesidades económicas del país”, dijo el funcionario.
El gobierno de Biden viene mostrando un fuerte un enorme interés en estrechar los lazos de cooperación con la naciente administración libertaria, pese a las diferencias ideológicas entre ambos gobiernos. El propio Milei fue recibido en la Casa Blanca antes de asumir por el asesor de Seguridad Nacional de Biden, Jake Sullivan. En tanto su jefe de Gabinete, Nicolás Posse, quien lo acompañó en aquella primera oportunidad, viajó el semanas atrás a Estados Unidos. Primero estuvo en Washington donde mantuvo reuniones en el Tesoro y la CIA, para luego dirigirse a Florida, donde tuvo encuentros con autoridades del Comando Sur. Los gestos de ambos países marcan un realineamiento tras el período de Alberto Fernández.
En el vínculo entre ambos países tiene un rol fundamental el mercado global de minerales críticos, como el cobre y el litio, y en la transición hacia una economía verde con la producción de gas natural. La Argentina es además uno de los principales productores de alimentos del mundo. En la agenda también está la posible compra de aviones F-16 a Dinamarca con respaldo de Estados Unidos, que el año anterior aprobó la operación, en la cual también está encerrada la puja con Pekín en la región.
