A poco más de tres meses de haber asumido, el Gobierno de Javier Milei enfrentará a lo largo de los próximos días una serie de paros por parte de los principales sectores y que afectarán a todo el país, mientras los referentes de la CGT continúan amenazando con una nueva huelga general.
El efecto del aumento en los alimentos, el transporte y las tarifas, está comenzando a marcar el panorama que se vendrá en los próximos meses donde el Gobierno ya adelantó que serán los más fuertes del ajuste que están implementando.
La primera de esas medidas se lleva adelante este miércoles, con un paro total del servicio de trenes, tanto de pasajeros como de cargas, por una medida de fuerza de La Fraternidad por 24 horas. El gremio que conduce Omar Maturano reclama un aumento salarial de “entre el 52 y el 55 por ciento”.
Además, a menos que las autoridades nacionales logren llegar a un acuerdo con los respectivos sindicatos, que por el momento se muestran inflexibles en sus posturas, en los próximos días habrá un cese de actividades en los hospitales y en las escuelas.
“Frente a la intransigencia de las Cámaras empresariales, el Consejo Directivo de Sanidad en su conjunto resuelve: Paro Nacional de 24 horas a partir del jueves 22/02. Llevaremos adelante todas las acciones gremiales necesarias para la recomposición salarial de nuestros compañeros″, escribió el referente gremial en su cuenta de X.
Frente a la intransigencia de las Cámaras empresariales, el Consejo Directivo de @SanidadArg en su conjunto resuelve: Paro Nacional de 24 hs. a partir del jueves 22/02. Llevaremos adelante todas las acciones gremiales necesarias para la recomposición salarial de nuestros…
— Héctor Daer (@hectordaer) February 20, 2024
De esta manera, se verá perjudicada la atención en clínicas, sanatorios y hospitales privados, así como en laboratorios y geriátricos de todo el país, por lo solamente se garantizará el funcionamiento en las guardias.
Tras una reunión en la sede de la UDA, los representantes de los cuatro sindicatos definieron esperar hasta el jueves para confirmar la medida de fuerza prevista para el primer día de clases.
La protesta fue definida por los secretarios generales de la Asociación del Magisterio de Enseñanza Técnica (AMET), Sara García; de la Confederación de Educadores Argentinos (CEA), Fabián Felman; del Sindicato Argentino de Docentes Particulares (Sadop), Marina Jaureguiberry; y de Unión Docentes Argentinos (UDA), Sergio Romero.
Recientemente, el Gobierno logró que uno de los gremios de trabajadores estatales acepte un aumento del 12%, el cual fue rechazado por ATE, que remarcó que la suba está por debajo del índice de inflación y también amenazó con tomar medidas de fuerza.
Todos estos conflictos se dan en un contexto en el que los principales referentes de la CGT viene analizando la posibilidad de convocar a otra huelga general, en rechazo a algunas políticas impulsadas por la actual gestión, como una flexibilización en las relaciones laborales a la desregulación del sistema de obras sociales sindicales.
De hecho, los paros sectoriales no son una cuestión aislada, sino que son una parte de una estrategia general de desgaste, que incluye también gestiones ante la política para lograr que en el Congreso se rechace el DNU que Milei firmó para desregular la economía.
En estos días, el líder de Sanidad definiría junto a los otros secretarios generales de la central obrera, Pablo Moyano (Camioneros), Carlos Acuña (Estaciones de Servicios), la fecha para una reunión en la que se definirían los pasos a seguir.
De ese encuentro participarían también Gerardo Martínez (UOCRA), Andrés Rodríguez (UPCN), José Luis Lingeri (Obra Sanitarias), Mario “Paco” Manrique (SMATA), entre otros.
La última vez que la CGT convocó a un paro general fue el 24 de enero pasado y marcó un récord en la historia del país, ya que fue la protesta más rápida de este estilo que se hizo contra un Presidente (tan solo habían pasado 45 días desde la asunción de Milei).
En aquella oportunidad, la medida tuvo poco acatamiento, aunque la manifestación se hizo sentir en la calle, con la marcha que los gremios realizaron ese mismo día al Congreso, aunque cumpliendo con el protocolo anti-piquetes.
La central obrera se enfrenta ahora a la decisión de convocar a un nuevo cese de actividades, con resultados y acatamientos inciertos, o continuar con las protestas con sectores, como ocurrirá durante esta semana y en el inicio de la que viene.