Supermercados, estaciones de servicio y quioscos podrán otra vez vender una aspirina o un Sertal a sus clientes sin tener problemas con la justicia. Es que, desde hoy, la magistrada porteña Elena Liberatori dictó una medida cautelar haciendo lugar a una presentación particular que contó con el apoyo de la Unión de Kiosqueros de la República Argentina (UKRA).
En la resolución, la Jueza en lo Contencioso Administrativo dictaminó que la Ciudad es autónoma y entonces puede decidir si aplica o no la Ley 26.567 que restringe la venta libre de medicamentos que, en diciembre de 2009 se hizo efectiva luego de que el Congreso nacional sancionara que los analgésicos, digestivos y otros medicamentos de venta sin receta (como Cafiaspirina, Sertal, Ibuevanol, entre otros) también debían ser comercializados exclusivamente en las farmacias.
Así como en algunas cadenas de farmacias se venden golosinas y, semejan casi a un supermercado, los quioscos exigían poder continuar con la venta de remedios de venta libre y hoy, la demanda de la quiosquera Olga Bernabé, logró su cometido.
El Ejecutivo porteño ya había manifestado que, al menos hasta que la Legislatura decidiera acompañar o no la ley nacional, iba a seguir aplicando el decreto desregulatorio N° 2.284, que permite que quioscos y supermercados sigan ofreciendo estos medicamentos.
En el momento en que se sancionó la ley, se indicaron como motivos para la restricción a la automedicación, la venta de remedios truchos y que las pastillas vendidas por unidad son más caras que las vendidas por caja o blister.
El presidente de la UKRA, Eduardo Medaglia, no ocultó su satisfacción: ?La principal beneficiada es la gente, que hasta ahora fue rehén de una pelea comercial y que hoy puede comprar un antiácido o curar un dolor de cabeza en el quiosco sin caminar de más ni perder tiempo?.