El oficialismo tomó la decisión de sesionar esta semana en el Senado. En ese marco la vicepresidenta y titular de la Cámara alta, Victoria Villarruel, deberá definir si incluye o no, en la bandeja de temas a votar, la discusión del mega Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que desregula la economía.
Desde hace más de un mes el kirchnerismo senatorial, que comanda el formoseño José Mayans, apuró a Villarruel con pedidos de sesiones especiales para rechazar el DNU, que necesita el voto en contra de ambas Cámaras del Congreso para quedar desactivado, una situación que nunca ocurrió.
El camino adoptado por Villarruel se complicó días atrás, cuando un grupo de senadores de la oposición no kirchnerista -encabezaron los peronistas disidentes Carlos Espínola y Edgardo Kueider- presentó otra nota para sesionar y analizar el mega DNU, lo que dejó al oficialismo al borde de una derrota.
Para llegar al recinto, la bancada de La Libertad Avanza (LLA) tendrá que empujar en las próximas horas una solicitud para sesionar y avanzar con varias cuestiones. De hecho, la gestión de Javier Milei podría tener esta semana su primera ley sancionada, si es que lograr aprobar la ley que mejora la lucha contra el lavado de activos, con el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) de visita en la Argentina para evaluar al país.
El oficialismo además busca que tomen estado parlamentario varios pliegos de embajadores -y retiro de judiciales-, para que puedan ser tratados en la comisión de Acuerdos, que quedará en manos de Guadalupe Tagliaferri (Pro). También siguen pendientes el permiso al presidente para ausentarse del país y un puñado de acuerdos internacionales de doble imposición.
Para el caso del mega DNU, una vía paralela se destrabó en los últimos 15 días, con el lento trabajo de la comisión bicameral de Trámite Legislativo, que se aboca a debatir este tipo de normas. El jueves pasado se dieron cruces entre el oficialismo y la oposición por la ausencia de funcionarios nacionales.
De cara al próximo jueves se aprobó la citación -no obligatoria, ya que sería por tandas- del jefe de Gabinete, Nicolás Posse; el ministro de Economía, Luis Caputo; el secretario de Transformación del Estado y Función Pública, Armando Guibert; su par de Agricultura, Fernando Vilella; el titular de la cartera de Salud, Mario Russo, y autoridades de la Anses, entre otros.
En el caso de realizar la sesión ese día y no el miércoles, la bicameral quedaría postergada. Sí podrían conformarse muchas comisiones esta semana, con el objetivo de apurar dictámenes exprés de leyes amigables al mega DNU y, con ello, amortiguar un eventual traspié sobre este tema en la Cámara alta.
Uno de los proyectos apuntaría a las dos áreas laborales que frenó la justicia sobre el mega DNU: extensión del período de prueba y un nuevo cálculo de indemnizaciones. De hecho, la Corte Suprema falló sobre este último punto días atrás.
Otra ley importante para aprobar y girar rápido a Diputados -también se mueven allí, aunque de manera más desorganizada y múltiples reclamos de sesiones especiales- está relacionada con la declaración de la educación como servicio esencial para arrinconar al kirchnerismo y a sus aliados, los sindicatos.
También se evaluó un dictamen para derogar y retrotraer el sistema de alquileres a 2019, es decir, antes de las leyes que macristas y gran parte de la entonces oposición acompañaron entre 2019-2020, y la última vigente -antes del DNU- de Alberto Fernández.