Cuando faltan 30 días para una reunión que se considera clave en el primer período de mandato, el gobierno de Javier Milei confía en sumar a “la mayoría” de los gobernadores para firmar el Pacto de Mayo, el 25 del mes próximo, en la ciudad de Córdoba.
Aún bajo los efectos del golpe político que significó la multitudinaria marcha en contra del ajuste a las universidades públicas, en la Casa Rosada creen que la convocatoria a los mandatarios provinciales corre “por carriles separados” a las discusiones en el Congreso.
En la Casa Rosada confían, hoy por hoy, en la presencia de 18 gobernadores, mientras aguardan expectantes que se defina de modo positivo la situación con el santiagueño Gerardo Zamora. Por el momento, cinco gobernadores kirchneristas no dan pistas ni señales de querer estar, aunque en el Gobierno puntualizan que “ninguno de ellos dijo públicamente que no va a venir”, un índice que alienta alguna tímida esperanza de tener asistencia completa en el escenario cordobés.
En principio, en Balcarce 50 dan por descontado que los diez gobernadores que responden a Juntos por el Cambio (5 de la UCR, 3 de Pro y los “independientes” Claudio Poggi, de San Luis, y Marcelo Orrego, de San Juan), estarán allí presentes para apoyar los diez puntos en los que se basa el pacto.
“El mensaje es que vamos a acompañar los cambios en la macroeconomía, ahí vamos por el mismo camino”, expresaron cerca de los gobernadores radicales que dialogan seguido con el ministro del Interior, Guillermo Francos, encargado de la negociación con las provincias. Uno de ellos, el mendocino Alfredo Cornejo, pasó esta mañana por el despacho del titular de la cartera política.
En ese grupo no hay uniformidad: mientras Cornejo y el entrerriano Rogelio Frigerio (Pro) avanzan más cerca de la gestión libertaria, otros mandatarios, como Maximiliano Pullaro (Santa Fe) e Ignacio Torres(Chubut), sostienen un tono distinto, con reclamos puntuales. De hecho, el chubutense no apoya la suba del piso del pago del impuesto a las ganancias, una de las zanahorias de la Casa Rosada para lograr apoyo de los gobernadores. “Hay distintos tonos, incluso Frigerio hizo una demanda ante la Corte (fondos adeudados de la caja de jubilaciones). Pero van a estar todos”, resumen con optimismo en un despacho de la Casa Rosada.
En tren de sumar apoyos, en Gobierno cuentan con el respaldo de mandatarios de partidos provinciales, como el cordobés Martín Llaryora, el salteño Gustavo Sáenz, el misionero Hugo Passalacqua, y los patagónicos Claudio Vidal (Santa Cruz), Alberto Weretilneck (Río Negro) y Rolando Figueroa (Neuquén), aunque estos últimos acentuaron sus críticas por reclamos regionales en las últimas semanas.
Del mundo peronista, Osvaldo Jaldo (Tucumán) y Raúl Jalil (Catamarca) han dado repetidas muestras de apoyo, incluso intentan atraer a sus pares para que apoyen, o cuando menos para que no dificulten la gestión del Gobierno. “No nos puede unir el no, el país está fundido y hay que ayudar, la gente no quiere que salgamos a combatir”, expresaron cerca de uno de los peronistas más proclives a dar apoyo al pacto, que, apuesta a fijar coincidencias para lograr el equilibrio fiscal, la baja del gasto público al 25 por ciento del PBI, y reformas en lo tributario, laboral, previsional y política.
Precisamente esos puntos convierten en más que difícil la presencia (y firma) de Axel Kicillof, que logró su reelección y es, hoy por hoy, el principal referente territorial del kirchnerismo. “La respuesta es siempre la misma. Si nos llaman para trabajar, ahí estaremos, pero para la foto, nada”, afirmaron cerca del gobernador bonaerense, que estuvo en la marcha por la educación pública, en Plaza de Mayo, que no tiene un interlocutor concreto en la Rosada, que y según fuentes del sector prepara otros movimientos de protesta para el mes de mayo.
Los también kirchneristas Ricardo Quintela (La Rioja), Gildo Insfrán (Formosa), Sergio Ziliotto (La Pampa) y Gustavo Melella (Tierra del Fuego) también han dado muestras de rechazo a las políticas del Gobierno, alineados en la oposición. “No hay nada confirmado ni postura oficial, pero por lógica y trayectoria el gobernador va a estar inclinado hacia dónde esté ubicado el peronismo”, afirmaron cerca del gobernador formoseño. ¿Y Zamora? Desde Balcarce 50 ponen puntos suspensivos, ya que la reunión de Francos con el gobernador santiagueño, hace diez días, habrían alimentado rumores de apoyo a esta y otras iniciativas. “Visité la provincia de Santiago del Estero donde me recibió el gobernador @GZamoraSDE, con quien conversamos sobre los temas importantes para la provincia y el país”, escribió Francos en la red social luego de aquel encuentro, sin más precisiones.
“Esta es la foto de hoy, y esto es día a día”, se atajan desde el Gobierno, mientras siguen las gestiones para una foto que, hasta el momento, combina dudas con certezas.