El acto denominado "Atentado al olvido" comenzó a las 9:53 horas, en la hora exacta del momento del atentado. La jefa de Estado, Cristina Kirchner, llegó acompañada por su gabinete, como el ministro de Economía Amado Boudou, el ministro de Trabajo Carlos Tomada, el secretario general de la Presidencia Oscar Parrilli y el canciller Héctor Timerman.
Sergio Burstein, familiar de víctimas de la AMIA, conversó unos minutos previamente al acto con la mandataria nacional. A las 9:53 como es habitual sonaron sirenas y poco después, la periodista Mónica Gutiérrez -conductora del acto- pidió un minuto de silencio.
Max Berliner, Boy Olmi, Juan Carr y Soledad Silveyra leyeron los nombres de las 85 víctimas, con una respuesta de "Presente" luego de cada mención.
El presidente de AMIA, Guillermo Borger, habló en primer término. El referente de la mutual de la comunidad judía destacó el "histórico fallo" de la Corte Suprema del 2009, que ordenó que el ex reducidor de autos Carlos Telleldín "sea juzgado nuevamente" y apuntó que esa sentencia devolvió "cierto optimismo" porque "finalmente se podría ampliar la investigación sobre la conexión local" del ataque.
"Nos equivocamos; una vez más nos desilusionaron nuestros interlocutores", lamentó Borger, para quien las medidas fueron "insuficientes e inconducentes… 17 años de búsqueda sin resultados son demasiado". "Señora Presidenta, agradecemos su presencia pero no es suficiente: necesitamos justicia de inmediato", sentenció.
Por su parte, y ante la atenta mirada de la representante porteña, la ministra de Desarrollo Social, María Eugenia Vidal, Sergio Burstein, familiar de una víctima del atentado a la AMIA de 1994, reivindicó la lucha de la comunidad judía por esclarecer el ataque y advirtió que, por el contrario, "guardar silencio" sería convertirse en "cómplices de jueces, fiscales, abogados y policías que aún pretenden ocultar la verdad".
Además, criticó a Mauricio Macri por haber designado a Jorge "Fino" Palacios como jefe de la Policía Metropolitana y declaró que el Jefe de Gobierno porteño "nunca merecerá" el respeto de la comunidad judía.
"El tiempo y la justicia nos dieron la razón; esta actitud de no callar hizo que Macri nos odie y nos desprecie; él nunca merecerá nuestro respeto, el que nunca tuvo por los muertos de la Amia", declaró.