El diputado de la Unión Cívica Radical (UCR) por Jujuy, Jorge Rizzotti, desató una polémica al afirmar que algunos de sus colegas fueron influenciados por la Tabacalera Sarandí durante la votación de la Ley Ómnibus.
“El tema de la discusión del famoso Impuesto al Tabaco, la verdad que es la discusión del impuesto que es del 70% al 73%, que es lo único que cambia, nadie discutió de eso. Acá el tema era ‘Che, ¿qué hacen en Sarandí, paga o no paga? Era el lobby, porque Sarandí los unta. Hay diputados que están untados, así de claro”, acusó el legislador nacional.
Tabacalera Sarandí es propiedad del empresario Pablo Otero, también conocido como el “Señor del Tabaco”. Esta acusación surge en medio de la discusión sobre la inclusión del impuesto en el proyecto de ley, del cual se había retirado previamente.
La votación del artículo en cuestión fue objeto de intensos debates y controversias: un grupo de la oposición logró imponer su posición para incluir el capítulo que había sido previamente eliminado. La propuesta fue respaldada por la Coalición Cívica, con el apoyo de un sector del radicalismo y del bloque Innovación Federal, liderado por diputados afines a los gobernadores de Salta y Misiones.
La inclusión del impuesto al tabaco se impuso con 82 votos a favor, 77 en contra y un notable registro de 69 abstenciones, lo que generó una decepción para el sector de La Libertad Avanza. Rizzotti, aludiendo a los posibles intereses detrás de la votación, enfatizó que la discusión no se centró en el aumento del impuesto, sino en las acciones de la Tabacalera Sarandí y su presunto lobby sobre los legisladores.
Agradezco saludos del sector tabacalero de Jujuy, Salta y otras prov. que hoy sienten un nuevo impulso con la posibilidad de igualar condiciones y debilitar la competencia desleal. Animan aún más a seguir defendiendo en el Congreso a Jujuy y las economías regionales https://t.co/gCqb2UAeEX
— Colo Rizzotti (@RizzottiColo) April 30, 2024
El diputado jujeño advirtió sobre las posibles consecuencias del aumento del impuesto al tabaco, argumentando que afectaría principalmente a los consumidores y a los sectores sociales más vulnerables, como los monotributistas. Además criticó la falta de quejas por parte de los fumadores y calificó la situación como “un tema de corrupción”.
“Le va a aumentar el impuesto interno del 70% al 73% al cigarrillo, que lo paga el consumidor, ¿viste algún fumador quejarse? No. Te pensás que con ese aumento va a dejar de fumar, no te toca. Esto era curro, es corrupción. Ese debate que se dio en el Congreso es mentiroso”, manifestó el diputado nacional por Jujuy.
Y agregó: “Yo lo que digo ahí es ¿quiénes votan y quiénes no? Listo, ya está, no discutamos más, el que está a favor quiere que Sarandí pague y el que no, no”.
Si la ley es finalmente sancionada, se eliminará el componente fijo del impuesto a los cigarrillos, que está actualmente judicializado por Tabacalera Sarandí. Paralelamente se elevará la alícuota del impuesto variable del 70% al 73%, se incorporarán precios de mercado referenciales y se añadirá un cálculo de sanciones basado en los precios de mercado relevados.
Los defensores de estas modificaciones estiman que podrían aumentar la recaudación impositiva en casi 1.000 millones de pesos al año. La figura de Pablo Otero, propietario de Tabacalera Sarandí, ha sido señalada como el principal beneficiario del régimen actual y se lo ha acusado de ejercer influencia sobre legisladores de diversos bloques para evitar cambios legales.