El hombre hace un culto del refinamiento como estilo de vida. Ese hombre, que se define como peronista y se ve en el futuro como “el líder de la oposición al macrismo”, fue el que el último miércoles por la tarde, vestido de impecable negro -“mi color favorito”, según sus propias palabras- recibió a NOTICIAS URBANAS, para someterse a un diálogo reflexivo e intimista, que al mismo tiempo tuvo conceptos lapidarios sobre importantes políticos de la oposición.
-Para cierto sector de la prensa, la iniciativa del Gobierno porteño de aumentar el ABL escondía un pacto con el macrismo que se concretaría con incorporación suya al gabinete de la futura administración de Mauricio Macri. ¿Qué puede decir al respecto?
-Para mucha gente y para algunos periodistas la falta de imaginación es infinita. Frente a ese delirio, qué puedo decir. Es demasiado evidente que jamás trabajaría en un gobierno de Macri. Lo que sucede es que para algunos políticos y periodistas se debe hablar de lo que no se sabe. Y lo verdaderamente importante es que hay que cambiar la tasa de lo que se paga por el impuesto de Alumbrado, Barrido y Limpieza (ABL). Pero en vez de hablar de eso, se habla de otra cosa. A ver si me interpretan, la clave de la cuestión es saber si los vecinos de la Ciudad están de acuerdo en que se baje o se suba lo que pagan por el ABL. La gravedad del caso reside en que no podemos seguir permitiendo que los sectores más humildes le sigan transfiriendo sus recursos a los que más tienen.
-Sin embargo, también Alberto Fernández lo acusó de llevar adelante una alianza con Macri para aplicar un impuestazo.
– Debo confesar que analizar este tipo de afirmaciones me aburre profundamente y creo que lo mismo le sucede a la inmensa mayoría de los seres humanos. No pienso hablar más de eso.
– Pero el tenor de las acusaciones fue muy fuerte.
– Probablemente, como tienen una situación electoral a la vista (los comicios presidenciales de octubre) elegirán decir ciertas cosas y al mismo tiempo evitarán pronunciarse sobre otras. Como yo no tengo una situación electoral a la vista, puedo plantear estos temas, que según parece, el kirchnerismo se encuentra más limitado para opinar. Con eso quiero decir que seguramente al candidato a senador por el Frente para la Victoria, el ministro de Educación, Daniel Filmus, le conviene hablar del ABL y no de educación.
-La Comisión que estudia el tema en la Legislatura pidió que se quite el plazo de 30 días para el comienzo del aumento efectivo. ¿Estaría dispuesto a conceder eso?
-Si todas las intenciones son genuinas, de trabajar en serio, sí. Estoy abierto, por supuesto.
-Eso podría significar que el incremento no se produzca este año.
-Yo quiero que de este tema se hable, se discuta. No tengo un abordaje deportivo.
– ¿Cómo se imagina su futuro en la política de la Ciudad: aspira a ser el jefe de la oposición al Gobierno de Propuesta Republicana (PRO)?
– Quiero seguir teniendo un lugar en la Ciudad de Buenos Aires. Creo que cuando termine mi gestión, la imagen de la misma será considerada por los porteños y las porteñas como muy buena y eso me permitirá liderar el principal espacio de la oposición al macrismo. Pero tampoco me veo en enero haciendo una oposición. Eso lo digo por varios políticos que no han hecho una autocrítica del pasado y siguen como si nada y en realidad su presente es patético.
– ¿En ese grupo lo incluye al ex jefe comunal, Aníbal Ibarra?
– Sí.
– ¿Y por qué cree que lo ataca con tanta vehemencia?
– Lo que sucede es que Ibarra en su carrera de político sólo tuvo una estrategia: elegir un dirigente enemigo para increparlo con mucha dureza. Todo eso se debe a que es muy difícil saber lo que es él. La mayoría de la gente lo recuerda porque está en contra de algo, pero no porque él es alguien.
– Ibarra también pretende ser jefe de la oposición, con lo cual se convertirá en un rival al que deberá enfrentar.
– Para lanzarse a cualquier movida política, le convendría primero ser jefe de algo.
– ¿Existe la posibilidad de qué en un futuro no demasiado lejano, vuelva a dar batalla en el seno del peronismo?
– Sí, claro, aunque no veo por qué hay que utilizar el término batalla. Es más podría, encabezar una corriente interna que participe de actos eleccionarios. Además, yo siempre fui peronista y nunca me fui del partido. Sería una alternativa con mucho contenido político. Se me ocurre pensar en lo que fue la Renovación Peronista, que en la década del ochenta lideró Antonio Cafiero y de la cual me siento orgulloso de haber participado.
