La Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI), un organismo de cooperación internacional con sede central en España y una veintena de oficinas en Latinoamérica, quedó bajo la lupa de la Justicia argentina a partir de convenios firmados con el Ministerio de Capital Humano para la contratación de personal de la Secretaría de Niñez y Familia, por fuera de la administración pública. Por estos contratos sospechados de irregularidades, el ahora extitular de esa Secretaría, Pablo de la Torre, fue echado y denunciado por la ministra Sandra Pettovello.
Capital Humano firmó su primer convenio con la OEI bajo esta gestión en febrero pasado. El acuerdo marco fue usado, además de para contratar empleados sin relación de dependencia con el Estado, para la tercerización en la compra de alimentos para la población vulnerable, solventados con recursos del Estado nacional, por casi $3.652 millones. Por sus servicios, la OEI cobra un 5% de comisión, pero al ser un organismo internacional con rango diplomático, los contratos que firma quedan fuera de las auditorías externas a las que está sometida la administración pública nacional.
La Justicia investiga si, detrás de esas contrataciones formalizadas por la OEI, podría haber empleados ñoquis que no cumplían funciones en la Secretaría de Niñez y Familia, cuyos contratos permitirían a los responsables del área cobrar los honorarios que pagaba la OEI, con fondos del Tesoro nacional, en el marco del convenio firmado con el gobierno argentino. El dinero de esas contrataciones se habría destinado, en parte, al pago de sobresueldos a otros funcionarios con remuneraciones bajas para su responsabilidad; a empleados que aún no habían sido formalmente designados; o directamente, para hacer “caja” política.
La modalidad de contratos tercerizados a través de la OEI no es nueva, sino que viene de gestiones anteriores. Desde el organismo informaron a Infobae que “coopera para Argentina desde su constitución”, en octubre de 1949, cuando se realizó el Primer Congreso Interiberoamericano de Educación, en Madrid. En 1988, la organización pasó a tener sede oficial en nuestro país, y se constituyó como Oficina Regional del Cono Sur. A partir de 2001, se inició la apertura de otras sedes y, hoy, suman 19 en la región.
Estos convenios de nuestro país con la OEI existen no solo en el Ministerio de Capital Humano, donde colaboradores directos de Pettovello percibieron sus primeros sueldos con esa modalidad hasta que fueron designados oficialmente y pasaron a cobrar del Estado, sino también en la Secretaría de Educación principalmente, en la de Trabajo, y en la Jefatura de Gabinete. En años anteriores se firmaron acuerdos con la OEI desde el Ministerio de Trabajo, Agricultura, Salud y la ANSES, como herramienta para contratar personal, sorteando la restricción de aumentar la planta de empleados públicos fijada en distintas oportunidades por diversos gobiernos.
No solo Argentina tuvo la primera sede local de la OEI pionera en Latinoamérica, sino que el actual secretario general adjunto de la OEI es Andrés Delich, exministro de Educación de Fernando de la Rúa y ex director general de la oficina en Argentina entre 2015 y 2018. Secunda al presidente del organismo, el pedagogo español Mariano Jabonero, un experto en política de cooperación educativa, reelecto hace un año y medio al frente de la organización, que integran 23 países miembros.
En la base de datos de convenios firmados con Argentina publicados en la web de la OEI, hay 327 licitaciones y convocatorias desde 2010, el año más antiguo de la base de datos. En algunos pocos casos, se incluye el llamado a la contratación, los pliegos, el dictamen de preadjudicación y la adjudicación final, con los montos consignados. Pero en la gran mayoría, este nivel de detalle está ausente, por lo que no hay suficiente información para verificar los procesos, según corroboró Infobae al analizar los datos.
De esos 327 procesos que figuran on line, 227 tuvieron lugar durante el gobierno de Alberto Fernández, cuando esta modalidad de tercerizar con la OEI se extendió fuertemente por la prohibición de ampliar la planta del Estado. Otros 56 se concretaron bajo la gestión de Cristina Kirchner; 12 bajo la de Mauricio Macri; y 32 corresponden a la actual gestión de Javier Milei.
Un total de 108 procesos son adquisiciones de distintos productos: desde alimentos, medicamentos, equipamiento informático, médico, deportivo y kits escolares, hasta artículos de cocina para programas de inclusión social y consolas de videojuegos.
Esto se debe a que los convenios con la OEI son un vehículo para concretar compras por fuera de la burocracia estatal, pagadas por el gobierno argentino, con mayor celeridad pero también, a la vez, con mayor opacidad ya que el Estado no participa del acuerdo entre el organismo y el proveedor. El ministerio en cuestión sólo interviene en la firma del convenio para solicitar la prestación de un servicio determinado, la contratación de personal sin establecer una relación laboral, o la determinación de los productos a adquirir.
Desde la sede del organismo en Argentina señalaron, sin embargo, que la OEI “tiene procedimientos reglados y aprobados por su Secretaría General en Madrid, acordes a los pilares de la Unión Europea”. Específicamente para el Estado argentino, afirmaron que “los convenios se regulan, para la contratación de prestadores, mediante el Decreto Nº 1109/17 y sus modificaciones”. El régimen de contrataciones “aplica para la prestación de servicios profesionales autónomos que sean necesarios para el desarrollo de tareas, estudios, proyectos o programas especiales, de acuerdo a lo establecido en cada acta complementaria, y bajo la responsabilidad del Ministerio/Secretaría que debe observar, convocar, evaluar y seleccionar los prestadores, desarrollar los términos de referencia que dieron origen a su contratación y el cumplimiento de sus tareas, de acuerdo a lo señalado en el citado decreto”. Y destacaron que la OEI “administra fondos públicos por cuenta y orden de su mandante”.
Aclararon que el organismo cuenta con un reglamento específico de adquisiciones para la oficina de Argentina, que describe los procesos para gestionar las adquisiciones y la suscripción de contratos. Su objetivo es “asegurar el cumplimiento de todos los principios de contratación establecidos por la Secretaría General”, y que estén “en consonancia con los principios generales dictados por las normas administrativas y los regímenes de compras públicas, tanto a nivel local como internacional”.
“El proceso de compra o adquisición se inicia al recibir el requerimiento formal del Ente Requirente, el cual debe detallar la necesidad que motiva la adquisición de bienes y/o servicios. Además, se deben proporcionar las especificaciones técnicas o términos de referencia necesarios para la contratación”, señalaron. En base a esa información, “se formalizan mediante la elaboración de un pliego de bases y condiciones o una solicitud de cotización, dependiendo del valor de la adquisición”.
En el historial de convenios de la OEI con Argentina desde 2010, hay 208 contratos de servicios, incluyendo consultores y expertos en distintos temas: desde la búsqueda de personal especializado en ciberseguridad hasta asistencia técnica para un programas de promoción de la lectura, o de indagación de expresiones culturales de grupos migrantes, pasando por la realización Integral de eventos recreativos de difusión, el desarrollo de un programa de radio semanal, y la coordinación del portal Panorama, un sitio de la OEI dedicado a temas de educación.
En el organismo afirmaron que “estos procesos están sujetos a los controles de las auditorías, de la propia representación diplomática, una segunda auditoría de la Secretaría General con sede en España y, por último, una auditoría externa a cargo de Binder Dijker Otte (BDO Bruselas). A su vez, todos los proyectos gestionados y ejecutados por la OEI, son oportunamente rendidos a cada una las dependencias del estado del país correspondiente, entregándolas con su soporte documental”.
En la oficina local deslindaron responsabilidades al precisar que “cada solicitud de contratación viene mediante nota GDE (sistema de gestión interno de la Administración Pública Nacional) suscripta por la autoridad competente, detallando los datos personales de los consultores, el período de vigencia del contrato, los términos de referencia de cada uno, las funciones, tareas o productos que debe desarrollar para el área en donde cumplirá su labor, como también el monto que percibirá en concepto de honorarios profesionales por los servicios que presta”.
Agregaron que, con relación al pago de los proveedores y prestadores, “se realizan mediante transferencia bancaria, para lo cual se debe completar una Declaración Jurada y el titular de la cuenta declarada debe ser la persona contratada sin excepción”. Y destacaron que la OEI “no realiza ningún pago sin haber recibido previamente, la certificación mensual donde determine que el prestador ha cumplido con sus tareas o productos, firmada por sistema GDE por el funcionario responsable y competente designado en cada acta suscripta” con la organización.
Vencido el plazo del contrato o la ejecución de los fondos asignados, agregaron que la OEI realiza una ”rendición de cuentas, detallando cada uno de los proyectos ejecutados con las correspondientes solicitudes de autorización de gasto, comprobantes bancarios de las transferencias realizadas a las cuentas declaradas por cada uno de los prestadores contratados y toda la documentación complementaria de la misma”.
Otras 11 contrataciones se refieren a obras de construcción, incluyendo la refacción de las propias oficinas de la OEI en la calle Paraguay al 1500, la adecuación de la Sala Inmersiva del Centro Cultural del Bicentenario Presidente Dr Néstor Kirchner, hasta el plan de Desagües Pluviales y Obras Fluviales en Humahuaca, en Jujuy.
El convenio más antiguo que aparece en la base de datos online es por la adquisición de equipamiento informático para el Programa Conectar Igualdad, creado por decreto ese año por Cristina Kirchner. Por un monto que rondó los USD 260 millones, incluyó la compra de 625.000 computadores portátiles, 5.800 computadoras de escritorio, 2.100.000 módems, entre otros dispositivos informáticos.
En la gestión de Milei
De los que corresponden a esta gestión, hay 32 contrataciones y compras en la base de datos de la OEI, entre las cuales 17 ya están adjudicadas, 9 en proceso, y 6 en evaluación. Al menos la mitad son para adquirir insumos y emplear consultores para proyectos de Educación, justamente una de las áreas en las que pone su foco el organismo de cooperación internacional. Con rango de ministerio en gestiones anteriores, Educación tuvo históricamente un número alto de “contratos OEI” para pagar honorarios de expertos y consultores para sus distintos programas.
El secretario del área, Carlos Torrendell, negó esta semana el pago de presuntos sobresueldos o la existencia de ñoquis. “Es una forma de contratación, como todo se puede hacer bien y mal”, sostuvo. Y precisó que la secretaría tenía 570 contratos a través de la OEI en diciembre pasado, que se redujeron a los 190 hoy vigentes, de los cuales 158 venían del gobierno anterior, y 32 surgieron a partir de la gestión de Pettovello, según los números que brindó el funcionario.
En la Secretaría de Trabajo, a cargo de Julio Cordero, había 175 consultores contratados través de OEI. Actualmente siguen contratados 53 agentes heredados de la gestión anterior.
La ministra Pettovello estuvo reunida con autoridades de la OEI a principios de mayo y firmó nuevos convenios con el organismo para la contratación de personal, por unos $1000 millones, y la compra de alimentos por un total de $6.700 millones. En el listado total de contrataciones que revisó Infobae figura la adquisición, a través de la OEI, de 1.650.000 botellas de aceite y 1.650.000 paquetes de lentejas por casi $3.652 millones, destinados a la cartera de Capital Humano. Según aparece en el sitio web de la OEI las empresas adjudicadas fueron Tanoni Hnos SA, Valquiria SAS, Nomero SA, Alimentos Fransro SRL, y Careaga Hnos y Teglia SRL.
“En el caso de los alimentos se realizó mediante una licitación pública. Los procesos de licitación pueden ser nacionales o internacionales, dependiendo de las características de los bienes y/o servicios a adquirir, así como de la disponibilidad de proveedores. A nivel nacional, esta convocatoria se publica en la página web de la OEI, en su sección de contrataciones, en el Boletín Oficial y al menos en un diario de circulación nacional. Además, la Institución o Ente Requirente puede publicar la convocatoria en su página web, si así lo decide”, explicaron desde la sede argentina de la OEI.
Entre los últimos acuerdos aparece la remodelación del data center de la Jefatura de Gabinete. Ante la dimensión que tomó la denuncia promovida por Capital Humano contra de la Torre y el posible desvío de fondos, desde esta área y a pedido de la Casa Rosada, el vicejefe de Gabinete, José Rolandi, quedó a cargo de llevar adelante un relevamiento detallado de la cantidad de personal que esta contratado con este tipo de convenios, y qué funciones cumplen.
La causa judicial
A partir de la denuncia por las contrataciones con la OEI en Argentina, el fiscal federal Ramiro González abrió una causa penal para investigar esta modalidad de contratación de personal en el ministerio de Capital Humano, y citó a declarar al titular de la OEI, Luis Scasso, para determinar su responsabilidad en el giro de los fondos para pagar los contratos la Secretaría de Niñez y Adolescencia, y al subsecretario del área, Alejandro Schiavi.
Este expediente – que tramita en el Juzgado de Ariel Lijo – se abrió a partir de una denuncia del propio Ministerio de Capital Humano, a través de la subsecretaria Legal, Leila Gianni, contra De la Torre. El ahora ex funcionario terminó despedido, además de por las presuntas irregularidades en la contratación de gente allegada a él, por el cambio a dólares de los contratos que pagaba la OEI y que estarían destinados a sobresueldos y hacer “caja” para la política.
Además, el fiscal le pidió a Pettovello que le envíe todos los contratos con la OEI y el listado de personal contratado por esa vía, y al organismo internacional que precise cuánto pagó, hasta ahora, a partir del convenio firmado con el Ministerio de Capital Humano.
“Estos convenios asegurarán que los procesos de compra se realicen bajo estándares de transparencia y rendición de cuentas, mejorando significativamente la eficacia y la integridad en la distribución de alimentos a los sectores más vulnerables de la sociedad. Además, permitirá adoptar criterios basados en especificaciones técnicas y nutricionales, en lugar de marcas comerciales y promoverá la participación de una amplia gama de proveedores, desde grandes empresas hasta pequeños productores locales”, informaba en un comunicado la cartera a cargo de Pettovello el 8 de febrero pasado. Fue el anuncio de la firma de convenios por $20.000 millones de pesos para la compra de 5 millones de unidades de alimentos con el PNUD y la OEI. No preveía que uno de esos convenios quedaría implicado en el primer escándalo de presunta corrupción del gobierno de Milei.