Un informe del economista Diego Giacomini, examigo y exsocio de Javier Milei, pulverizó la política económica del Gobierno al proyectar mayores turbulencias cambiarias en caso de que se dilate el levantamiento del cepo. Al mismo tiempo, auguró un nuevo cimbronazo de la inflación y una prolongación de la recesión económica.
Respecto a la dicotomía que planteó Milei de ir hacia un tipo de cambio fijo o de flotación una vez eliminadas las restricciones, Giacomini consideró que “es un sinsentido, dado la cantidad de reservas que tiene y tendrá el Banco Central de la República Argentina (BCRA)”.
Cepo y tipo de cambio
“Un tipo de cambio fijo necesitaría muchas reservas que no sólo no hay actualmente, sino que nunca se podrán juntar mientras haya cepo; ergo, será imposible ir hacia un tipo de cambio fijo inmediatamente después de abrir el cepo salvo que las reservas aparezcan por arte de magia”, opinó.
En tal sentido, el analista económico consideró que dos activos del Gobierno se encuentran en un proceso de erosión y complican la posibilidad de fijar el dólar: la reputación y la credibilidad. “Mientras haya cepo habrá exceso de demanda y, por ende, escasez de dólares en el mercado de dólares y, en consecuencia, el tipo de cambio paralelo y la brecha subirán. A futuro hay que esperar dólar libre más caro y más brecha. Tipo de cambio real recuperando poder adquisitivo en el cortísimo plazo. Ya los estamos viendo”, sostuvo.
Explorando esa línea argumental, el profesor universitario explicó que tras el salto del dólar libre y la ampliación de la brecha cambiaria “hay que esperar que se vuelva cada vez más complicado acceder a los dólares oficiales para importar”. “Paralelamente, es razonable esperar que los importadores tengan que importar cada vez más a dólar CCL. Los costos de importación aumentarán”, sumó.
Bajo su perspectiva, mantener el cepo actual “no sólo profundiza los desequilibrios en el mercado de cambios, sino que perpetúa y profundiza los desequilibrios en todos los restantes mercados de la economía”.
Lo que es ser un ignorante monetario en todo su esplendor, @LuisCaputoAR pasando vergüenza x escrito. Es fácil de entender, si ese cambio fuese inocuo, las LEBACs, los PASES, y LELIQs nunca habrían existido, y los pasivos serían más chicos, porque la BM no paga interés. Y no 👇 https://t.co/0QOfLlRA5V
— Diego Giacomini (@GiacoDiego) July 5, 2024
Inflación al alza y valle recesivo
Por otra parte, Diego Giacomini manifestó que el exceso de oferta en el mercado de dinero implicará “más inflación en la tendencia, alimentando la posibilidad de que la inflación adoptara una trayectoria temporal con forma de ‘U'” y “habría que esperar que la inflación encontrara un piso que no podrá quebrar y rápidamente más tarde, la inflación se volviera a acelerar”.
Y continuó: “La ’emisión 0′ es poco creíble (por no decir imposible) con cepo y con obligación de liquidar exportaciones en el BCRA; más aún si reapareciera el déficit fiscal. Todavía no hemos experimentado este fenómeno de la inflación con forma de ‘U’, pero, sin cambios profundos de por medio, la inflación con forma de ‘U’ no tardará en llegar”.
A su juicio, esa dinámica alcista de los precios se demora en aparecer porque “necesita un salto previo mayor tanto del tipo de cambio como de la brecha (que vendrán) y, además, que todo los pesos emitidos comiencen a pasar de mano en mano a lo largo y ancho de toda la economía”.
En cuanto al nivel de actividad económica, Giacomini enterró las perspectivas de una recuperación en “V” como la que agitaba el oficialismo y, por el contrario, vislumbró el tránsito hacia la pata corta de una “L” “en el mejor de los casos”: “Todos los indicadores de nivel de actividad muestran a la economía real empantanada en una fuerte recesión, tanto desde el lado de la oferta como del lado de la demanda de la economía”, subrayó.
Asimismo, anudó el destino económico al comportamiento de las cuentas públicas al sostener que “el escenario fiscal también debería complicarse, ya que la recaudación ligada al nivel de actividad se resiente mes tras mes” y cae en términos reales a un ritmo interanual de dos dígitos.
“La vuelta del déficit fiscal sería más deuda y/o más emisión monetaria; además, pérdida de reputación y credibilidad, lo cual podría impactar negativamente sobre la dinámica del tipo de cambio y la inflación retroalimentando todo el círculo vicioso. Además, sería una certeza para el sector privado de que los impuestos no van a bajar en el futuro inmediato”, acotó.
Por último, el economista liberal ensayó una dura crítica ideológica contra el gobierno de Javier Milei al plantear que “el socialismo monetario y el socialismo macroeconómico siempre fracasarán; aun cuando se lo diseñe y ejecute en nombre de la libertad”.
“Cuánto más tiempo se los ejecute; mayores serán sus costos y más grandilocuente será fracaso. El problema será más grande si el socialismo monetario y el socialismo macroeconómico se disfrazan de liberalismo. ¿Por qué? Porque luego del fracaso se le echará la culpa al liberalismo y, en consecuencia, el actual socialismo disfrazado de liberalismo sólo terminará trayendo otro socialismo mas descarnado. La historia usual. El péndulo de siempre. Un péndulo cada vez más doloroso. El sector privado es la langosta en la olla. Hay algunos que piensan que están en el SPA de la libertad”, cerró.