La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich y el expresidente, Mauricio Macri retomaron el diálogo hace algunos días. Fue luego de largas semanas de silencio. Pero la relación política entre ambos es irreconciliable. Hay un tema que hoy los separa. Es el vínculo del Pro con Javier Milei.
La ministra quiere que el partido sea oficialista. El expresidente, en cambio, rechaza esa idea y trata de diferenciarse del Gobierno. En el bullrichismo están furiosos con el jefe de su partido. Esa actitud la harán notar a finales de mes, cuando se muestren en un acto con el que el Jefe de Estado lanzará políticamente a La Libertad Avanza en provincia de Buenos Aires.
La ministra de Seguridad discrepa con la estrategia de Macri de posicionarse como crítico de Milei. Desde que perdió las elecciones, asumió que el “liderazgo del cambio” pertenece al libertario y se encolumnó en ese sentido. Se convirtió en una ladera leal al Presidente y trabajó desde el minuto cero para construir confianza con él y con Karina Milei. Lo logró, por ahora.
Bullrich es una defensora acérrima de Milei. En el macrismo cuestionan a la ministra y la acusan, incluso, de tener “desdén” con el Pro y Macri, por no agradecer o venerar el apoyo que el macrismo le dio en 2023 a su candidatura. Ella se desmarca de esos cuestionamientos. Considera que hay que mirar hacia adelante y que su partido debe alinearse con el Gobierno.
Respecto a la narrativa de Macri en el acto de relanzamiento del Pro, el bullrichismo evalúa que Milei logró “avances” en áreas y temas de gestión a cargo de funcionarios que habían estado en el Gabinete macrista entre 2015 y 2019. “Es porque Milei banca a full a su equipo y va a fondo”, aguijoneó uno de los dirigentes que más habla con la ministra de Seguridad.
En cuanto a la crítica de Macri al equipo y entorno de Milei, la mesa política de Bullrich achaca que esos mismos cuestionamientos surgían a Marcos Peña. Además, aluden que actualmente “hay más de 150 dirigentes que fueron parte de la gestión de Macri y que ahora integran el gobierno de Milei”. El expresidente reclama, en cambio, que ninguna designación fue con su anuencia.
En primera línea, Milei convocó a Bullrich, Luis Caputo, Federico Sturzenegger y a Santiago Bausilli, como cuatro funcionarios en áreas claves. Todos fueron parte del Gobierno de Macri. Sin embargo, llegaron al equipo libertario sin la venia del propio líder del Pro. “Mauricio es líder, pero tiene cosas de ‘patrón’ y no acepta que haya gente que siga su propio camino y crezca sin él”, disparó, sin piedad, un dirigente oriundo del macrismo que hoy integra las filas bullrichistas.
"El presidente Milei tiene ideas, convicción y coraje, pero sigue teniendo pendiente el desafío de construir un equipo." pic.twitter.com/aYTiSijS0n
— Mauricio Macri (@mauriciomacri) August 1, 2024
Además, Bullrich conoce que en el Gobierno hay otros referentes ligados a Macri, como Diógenes de Urquiza en Deportes, que reemplazó al también macrista Julio Garro; la salteña Inés Liendo, que fue nombrada interventora del Instituto Nacional de la Agricultura Familiar; así como Soher El Sukaría, armadora del ex presidente en Córdoba, quien desde julio se desempeña como titular de la Defensoría del Público.
Pero el macrismo insiste con que Milei debe “armar un equipo” y darle más “eficiencia” a la gestión. Apuntan que cuentan con cuadros técnicos y dirigentes con experiencia para ser tenidos en cuenta o asesorar en áreas puntuales, como transporte o energía. De fondo es una disputa de poder. En el horizonte está el 2025, electorados compartidos, y el armado de las listas legislativas.
Bullrich dará otra muestra de lealtad al Gobierno en los próximos días. Tendrá un rol protagónico en el acto que Milei encabezará junto a José Luis Espert el 20 de agosto en provincia de Buenos Aires. Primero se especuló con la posibilidad de hacerlo en el estadio Atenas de La Plata. Pero, finalmente, el lugar es una incógnita. Karina Milei tiene la última palabra en la organización, y los principales ejecutores logísticos y políticos son Sebastián Pareja, armador bonaerense de Milei, Eduardo “Lule” Menem y Martín Menem, las personas de confianza que dirigen el armado nacional de La Libertad Avanza, con la anuencia de la hermana del Presidente.
La ministra de Seguridad puso a su equipo político a disposición del acto. Trabajan a la par de Sebastián Pareja en lo que los libertarios solicitan. El bullrichismo busca movilizar dirigencia del Pro para desafiar a Macri. Intendentes del partido amarillo como Diego Valenzuela, de Tres de Febrero, siguen de cerca ese armado.
La interna del Pro en el Congreso
Entre ellos, sobre el proyecto para bajar la edad de imputabilidad, que presentó la propia Bullrich con el respaldo de Milei. El Gobierno pretende fijarla en 13 años (hoy está en 16). En el macrismo, en cambio, empiezan a hablar de bajarla a 14. Esa diferenciación anticipa una guerra feroz entre macristas y bullrichistas. “Es un delirio lo que hacen, quieren romper todo”, dijo un operador de la ministra de Seguridad.
Bullrich citó a los legisladores del Pro el 26 de marzo en sus oficinas del Ministerio, en la calle Gelly y Obes. Allí repasaron la agenda de proyectos de ley en materia de seguridad que tenía previsto impulsar. Estuvieron presentes Cristian Ritondo, presidente de la bancada, los diputados Damián Arabia, Laura Rodríguez Machado, Silvana Giudici, Alejandro Finocchiaro, José Núñez, Patricia Vásquez, Alejandro Bongiovanni, Sergio Capozzi, Álvaro González, y Sabrina Ajmechedt.
DELITO DE ADULTO, PENA DE ADULTO pic.twitter.com/hqx6F3ZDz7
— Patricia Bullrich (@PatoBullrich) July 30, 2024
En el equipo de Bullrich juran que el macrismo no había planteado, hasta ahora, ninguna objeción sobre esos proyectos. Incluyendo el de baja de edad de imputabilidad. Atribuyen el intento de diferenciación a la “intención de Macri de correrle la cancha a Patricia”. Es algo que en el macrismo niegan.
Esa tensión se verá reflejada en todas las discusiones legislativas por venir. Porque los siete diputados alineados con Bullrich votarán en sintonía con Milei. En cambio, Macri impulsa al resto del bloque para marcar diferencias. ¿Se mantendrá unida la bancada amarilla? Es un interrogante que asoma en el horizonte político.
