Este miércoles 21 de agosto, la Cámara de Diputados de la Nación estuvo en el centro de la escena política por ser el escenario de un nuevo conflicto entre el oficialismo y la oposición, en torno al Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 656/2024, mediante el cual el Poder Ejecutivo destinó 100.000 millones de pesos a la recién creada Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE).
Los bloques opositores lograron reunir el quórum necesario para dar inicio a una sesión especial en la que se rechazó el DNU y, de esta manera, volvió a poner en jaque al Gobierno, que debió soportar una nueva derrota en el recinto de Diputados. Ahora, todo quedará en manos del Senado de la Nación, que deberá juntar los votos (37) para comenzar con el debate y terminar de voltear la medida del presidente Javier Milei.
El rechazo al DNU en la Cámara de Diputados
El triunfo de la oposición en Diputados recolectó 156 votos a favor del rechazo, 52 en contra y 6 abstenciones y acorraló a La Libertad Avanza que, para su propia sorpresa, debió ver cómo se sumaron a la oposición hasta legisladores nacionales del Pro y de la UCR, sus habituales aliados.
Asimismo, previo a la votación, los distintos bloques lograron convocar a una sesión especial gracias a la participación de 134 legisladores y el apoyo de cinco diputados del Pro, quienes marcaron un quiebre en la alianza oficialista. La sesión, anticipada la semana anterior por el diputado Nicolás Massot (Encuentro Federal), tuvo como objetivo primordial el rechazo del DNU 656/24. Este decreto, según los críticos, consolidaba un gasto excesivo en un área sensible como la inteligencia interna, sin justificaciones claras por parte del Gobierno.
Los actores clave: el Pro y aliados de la Libertad Avanza
La decisión del Pro de participar en la sesión fue impulsada por la mesa directiva del partido, que, encabezada por el expresidente Mauricio Macri, dio la orden de sumarse al quórum (129) y no apoyar el decreto. Esta postura marcó un giro en la estrategia del Pro, que hasta el momento había mostrado un casi constante respaldo a la administración del libertario en otras iniciativas legislativas.
En tanto, cinco diputados del Pro, entre ellos, Álvaro González, Daiana Fernández Molero, Héctor Stefani, Ana Clara Romero y Sofía Brambilla, fueron claves para alcanzar el quórum necesario y habilitar la sesión. En un comunicado posterior, el espacio justificó su postura y argumentó que, aunque habían apoyado al Gobierno en medidas orientadas al cambio en Argentina, “este DNU de $100 mil millones para Inteligencia, en un contexto en el que ‘no hay plata’ y sin aclarar el uso de los fondos, no es el cambio”. El partido enfatizó la necesidad de instituciones fuertes y transparentes, así como de un gobierno austero, valores que consideraron innegociables.
Patricia Bullrich: la voz disidente dentro del Pro
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, no tardó en manifestar su desacuerdo con la postura del Pro y otros sectores opositores. Desde su cuenta de Twitter, Bullrich destacó la importancia del decreto para la seguridad nacional y manifestó que “el DNU dé fondos para la SIDE es para cuidar a los argentinos”. En su mensaje, la funcionaria acusó a los diputados que votaron en contra del decreto de alinearse con “las mafias, los narcos y el terrorismo” y les advirtió que deberían “hacerse cargo” de las consecuencias.
Además, subrayó la relevancia de la medida para fortalecer la Dirección Nacional de Inteligencia Criminal y aseguró que su rechazo beneficiaría a los criminales. Su postura reflejó la creciente tensión interna dentro del Pro y dejó en evidencia las diferencias sobre la estrategia a seguir en materia de Seguridad e Inteligencia.
El debate sobre la legalidad del procedimiento
La sesión en Diputados comenzó con un debate reglamentario sobre la capacidad del pleno para tratar el DNU sin el dictamen previo de la Comisión Bicameral, que es la encargada de analizar estos decretos. A su vez, el diputado libertario Nicolás Mayorás, defendió la postura de que la Bicameral era el ámbito natural para tratar el decreto y solicitó que el rechazo fuera aprobado por una mayoría especial de dos tercios.
Por otro lado, la oposición, incluyendo a la Coalición Cívica y a Unión por la Patria, argumentó que se solicitó el tratamiento urgente del decreto en la comisión, pero que la presidencia de la misma había rechazado el pedido, calificando la situación de “irregular”. A pesar de estos desacuerdos, la convocatoria avanzó y el rechazo al DNU fue aprobado por una amplia mayoría.
La situación en el Senado y el futuro del DNU
El destino final del DNU 656/24 ahora depende del Senado, que deberá decidir si acompaña o no el rechazo aprobado por la Cámara de Diputados. Según la normativa vigente, para que un decreto sea derogado, es necesario el rechazo de ambas cámaras del Congreso. Sin embargo, existe un antecedente reciente en el que uno de los cuerpos legislativos se pronunció sobre un decreto y el otro demoró meses en tomar una decisión, dejando la medida en un limbo legal.
En marzo, el Senado rechazó por 42 votos en contra y 25 a favor el DNU 70/2023, relacionado con la desregulación económica. A pesar de esto, el decreto sigue vigente debido a que no ha sido tratado en Diputados. Este antecedente sugiere que el destino del DNU 656/24 podría seguir un camino similar, quedando en suspenso hasta que el Senado tome una decisión definitiva.
