Un informe de la Auditoría General de la Ciudad de Buenos Aires (AGCBA), demostró debilidades e irregularidades en el tan publicitado Parque de la Innovación, gestionado por la Dirección General de Obras y Servicios Públicos, Desarrollo Urbano y Medio Ambiente.
El proyecto, aprobado en 2016 bajo la Ley 5558, tenía como objetivo transformar las tierras del Tiro Federal y destinarlas a universidades públicas y al pueblo tecnológico. Sin embargo, la realidad dista mucho de los planes originales, según el auditor general Lisandro Teszkiewicz señaló: “Aunque en su página oficial se informa que el Parque de la Innovación potencia actividades de emprendedores, estudiantes e investigadores, esto está lejos de la realidad. Basta con señalar que aun no se resolvió la disputa por el traslado del Cenard o que las concesiones para la UBA y la UTN ni siquiera están licitadas”.
El informe detalla que no existe una unidad ejecutora responsable y los actos administrativos relativos a modificaciones presupuestarias no se encuentran publicados en el Boletín Oficial. Los informes trimestrales no explican las causas de los desvíos financieros y los expedientes para certificados de obra básica y anticipos financieros no cumplen con los principios de completitud.
El auditor por el Peronismo por la Ciudad además resaltó: “Las irregularidades son tantas que no se pudo constatar la aprobación de 50, ni existe control de los pesajes de contaminantes enviados a la provincia de Santa Fe”.
El informe también mencionó, por ejemplo que la empresa PELCO S.A. subcontrató a diversas empresas que no figuran en la oferta presentada ni en el expediente del proyecto. Respecto a esto el Auditor de Unión por la Patria puntualiza: “El contrato tampoco especifica los procedimientos para la limpieza de obra, una grave omisión en términos de transparencia y cumplimiento normativo”.
En cuanto a los incumplimientos, la AGCBA señala que no se respetan las condiciones del Pliego General (PCG) en cuanto a cerco de obras y vigilancia, en contravención a la Ley de Tránsito 2148, que exige cerrar la vía pública durante las obras para garantizar el paso seguro de peatones. Asimismo, se incumple el decreto 911/96, que regula la Higiene y Seguridad en la Construcción, afectando el almacenamiento de materiales, limpieza de obra y medidas contra incendios.
Teszkiewicz concluyó: “Prometieron un espacio urbano diferente y diverso, que ofrezca tecnología y educación, pero como siempre el gobierno macrista, demuestra que solo les interesa el negocio que hay detrás. Íbamos a tener un Silicon Valley en la Ciudad, pero lo único que está quedando es una montaña de irregularidades, negociados y prebendas”.
Este informe expuso una situación preocupante que demanda respuestas y acciones urgentes para corregir el rumbo de un proyecto que, lejos de ser un faro de progreso, se encuentra sumido en la inconsistencia y la falta de innovación real.