Desde aquel lejano diciembre de 2023, en el cual Federico Aurelio (ARESCO) le adelantó a Infobae que había subido la imagen positiva del Presidente Milei, y que -incluida la “regular positiva”- sumaba el 61, 1 % hasta su medición de septiembre que marcó un 55,4, este sector de profesionales juega su poca o mucha credibilidad pública con cada muestra.
Federico es el hijo del gran Julio Aurelio, para muchos el profesional más destacado del sector. Fue Don Julio el que se reunió a solas con el entonces candidato Carlos Menem y le aseguró que si iba al balotaje con un tal Néstor Kirchner iba a perder 7 a 3. Menem le creyó y nunca se presentó a la segunda vuelta para poder retirarse de la política no habiendo perdido ninguna elección. Nunca Don Julio contó nada sobre ese momento trascendental de la historia. Hoy su hijo, es el profesional preferido del actual presidente de la Nación, al menos eso dicen los periodistas más experimentados.
Los sondeos de imagen no son más que eso: muestras con diversas metodologías de medición y un margen de error (en jaque en el Mundo por la Inteligencia Artificial) presentan (se supone) el “humor social” como “percepciones”. Pero difundidos en la realidad mediática, se usan desde siempre para que los públicos generen una imagen positiva del objeto o persona que se mide. Ergo: los sondeos miden “imagen” y las encuestas se difunden para sostener esa imagen en los medios de comunicación tradicionales. Pero no todas las “encuestadoras” son responsables de todo lo que generan: difunden “muestras” y no pronósticos como muchas veces se interpretan (o se las opera).
La Realidad Virtual llegó no hace demasiado tiempo para potenciar esas imágenes como “fantasías” o como “realidades”. La viralización y comparación de esos sondeos vuelven una antigüedad la difusión en medios tradicionales para auto legitimarse en la opinión pública. La pregunta desde entonces ya no es…si es verdad o mentira lo que se publica, como ocurría en la Era de la Realidad Mediática.
Según el relevamiento en X de @DsDiarios fueron publicados: 11 sondeos en junio, 13 en julio y 15 en agosto. A nueve meses de la asunción de Javier Milei, algunas de las principales empresas que siempre le otorgaron una mayor imagen positiva en sus sondeos son: Aresco, Giacobbe, Analogias, DC Consultores, Management & Fit, Solmoirago, Isassi Burdman, Opinaia, Opina, RDT Consultores, Mercados y Estrategia y Opinión Lab.
Las empresas que siempre le otorgaron una mayor imagen negativa son: Zuban Córdoba, D’Alessio/Irol/Berensztein, Mide, Articulat.
Pero en mayo, los sondeos publicados ya tenían otras lecturas: ¿Quiénes observan un descenso en la imagen presidencial? Según el relevamiento de @DsDiarios la mayoría de los sondeos -de unos y otros emblocamientos- empezaron a marcar o una baja de la positiva o un ascenso de las ponderaciones negativas. Originando una leve y sostenida caída, de aquel 61,1 % de diciembre.
Los que reconocen que “cae” -sea en forma leve o precipitada- la imagen presidencial son: Opina Argentina, Giacobbe, Aresco, Analogias, Synopsis, CEOP, Reyes Filadoro, Proyección, Circuitos, Zuban Córdoba, D’Alessio/Irol/Berensztein, Mide y Articulat.
Este año ya se publicaron más de un centenar de sondeos de imagen presidencial, una veintena de empresas marcan el descenso en la popularidad. Solo 4 empresas -que salieron a medir en pleno #Olivosgate- creyeron ver un “renacer” de la imagen presidencial: le dieron un punto porcentual mas que en julio. Ellas fueron: Solmoirago, Isasi – Burdman, Opinaia. Opina acaba de medir nuevamente y le da un “empate técnico” en septiembre.
En esta sociedad algo distópica, varios se preguntan cómo puede ser tan positiva la opinión de los argentinos cuando desde que asumió el actual mandatario ejecuta un revolucionario “ajuste” o una “destrucción” del Estado, según quien opine. Pero la mayoría de los indicadores sociales muestran un histórico retroceso del país. ¿Cómo es posible?
Como en “Blade Runner 2049”, la sociedad argentina al igual que el protagonista Ryan Gosling debería preguntarse si lo que ven o lo que leen es Real o es una Fantasía. Ah, al protagonista lo salva que tenía “recuerdos” de lo que fue la “realidad”.