Macri calma al Pro y centraliza las negociaciones con los libertarios

Macri calma al Pro y centraliza las negociaciones con los libertarios

El expresidente sigue de cerca todo lo que sucede en el marco de los acuerdos con LLA.


El expresidente, Mauricio Macri afianza su tarea de calmar las internas del Pro y centraliza las negociaciones con el gobierno de Javier Milei. En ese marco se transformó en una pieza fundamental para el acuerdo entre Nación y el Gobierno porteño para el traspaso de las 31 líneas de colectivos.

Desde Corea del Sur viene siguiendo con atención lo que sucede en Senado y en la Cámara de Diputados, en particular, se interesó con el DNU que le daba fondos extra a la SIDE, y el pliego del juez Lijo.

El titular del Pro fue categórico con el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri: acordar ya. “Ellos quieren escuchar. Están receptivos. Les aconsejo bajar el conflicto. Agarremos porque ellos quieren trabajar en conjunto”. El mensaje de Mauricio Macri en un llamado de Whatsapp conjunto hace dos semanas con el jefe de Gobierno, Jorge Macri, y varios de sus funcionarios, fue contundente.

El expresidente fue clave para que, una semana después, Jorge Macri sonría junto al presidente Javier Milei en el primer piso de la Casa Rosada. Con foto y gestos del jefe de Estado para ambos con los pulgares hacia arriba y muecas en la cara.

El martes en Olivos, en principio, Milei recibiría a los legisladores amarillos comandados por Cristian Ritondo, jefe de la bancada y quien recibió un llamado personal el jueves de parte del jefe de Estado felicitándolo por haber bancado el veto presidencial a la actualización de jubilaciones en Diputados.

Marca personal a senadores y diputados

Entre otras cuestiones, también Macri indagó en las últimas horas sobre cómo habían votado los senadores del Frente Pro ante el DNU que le daba $100 mil millones extra a la SIDE. La posición oficial personal era derogarlo. La bancada se partió en tres: Alfredo de Angeli, la pampeana Victoria Huala y la porteña larretista Guadalupe Tagliaferri votaron a favor de dinamitar el DNU, tal como quería Macri.

El misionero, ligado a Patricia Bullrich, Martín Goerling, se abstuvo; mientras que los cordobeses Luis Juez y Carmen Álvarez Rivero (quien entró en fórmula con Juez) votaron a favor del DNU con el oficialismo (y sumaron apenas once votos positivos). La relación del expresidente con Juez nunca fue buena: el preferido de Macri siempre fue el radical Rodrigo de Loredo.

Caso Lijo

Paralelamente el expresidente también viene siguiendo de cerca los votos que podrían acompañar la candidatura de Ariel Lijo a la Corte Suprema. Es sabida su oposición tajante a que el magistrado de Comodoro Py sea juez del máximo tribunal. Lo animan, entre otras cuestiones, la histórica enemistad de Macri, mientras era presidente, con el entonces titular de la Corte, Ricardo Lorenzetti, quien es muy cercano a Lijo. Y un tema más delicado: la causa del Correo Argentino, en manos del postulado magistrado.

Relación con los Pro rebeldes

De todas maneras, en temas más domésticos antes de irse de viaje escuchó de boca de dos de sus colaboradores más cercanos los posicionamientos antiMilei de su exministro de Cultura, Pablo Avelluto, quien hoy trabaja como uno de los dirigentes más cercanos a Horacio Rodríguez Larreta.

“Qué raro. Tuvo su mejor lugar con nosotros. Igual no me cuenten más, no me interesa”, cortó en seco a uno de sus interlocutores que le leía uno de los tuits donde Avelluto vincula a La Libertad Avanza (LLA) a regímenes poco democráticos.

La relación con Larreta pasó de la opacidad a la oscuridad total: siquieran se chatean ya, y los interlocutores entre ambos cesaron en intentar reconciliarlos. El exjefe de Gobierno no lo ve.

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