Tras cruces, acusaciones y negociaciones fallidas, el CUR se aprobó

Tras cruces, acusaciones y negociaciones fallidas, el CUR se aprobó

En una sesión atípica y que comenzó muy retrasada, la Legislatura sancionó en primera instancia el Código Urbanístico. Qué pasó.


Y de golpe, todo estalló y voló por los aires. Este jueves en la Legislatura porteña se vivió un día de furia. Y todo se debió al proyecto del Código Urbanístico que impulsó el Gobierno porteño de Jorge Macri. Finalmente y tras varias postergaciones en el inicio de la sesión, pactado originalmente para las 11, pero que terminó arrancando pasadas las 17.30, el oficialismo logró aprobar en primera lectura el CUR. Ahora, la iniciativa pasará por audiencia pública para luego volver a ser tratado en el recinto y recibir su aprobación definitiva. El Pro pretende que el tema vuela a discutirse la primera semana de diciembre.

El Código Urbanístico, que es la normativa que regula el uso y la edificación en los espacios públicos y privados de la Ciudad de Buenos Aires, fue sometido a importantes modificaciones en su articulado y votado en primera instancia este jueves en la Legislatura porteña.

Los cambios en la normativa que regula las edificaciones obtuvo aprobación en “primera lectura por 32 votos a favor, 6 en contra y 19 abstenciones.

La legisladora del Pro dentro del bloque de Vamos por Más, Paolo Michielotto, miembro informante de la comisión legislativa de Planeamiento Urbano, hizo hincapié en asegurar que antes del segundo debate serán consultadas las entidades barriales y las juntas comunales y se recibirán con atención todos los planteos y propuestas de los vecinos de la Ciudad. Esta postura fue ratificada, al final del debate, por el jefe del bloque oficialista, Dario Nieto, quien aseveró que se tomarán en cuenta todas las observaciones que planteen vecinos, organizaciones y bancadas políticas.

Antes del debate en el recinto, la comisión de Planeamiento Urbano hizo 6 reuniones de diputados y 5 de asesores, en la cuales se recibieron observaciones. Participaron funcionarios del Poder Ejecutivo, vecinos, organizaciones profesionales y se hicieron ajustes al proyecto original en base a demandas de los ciudadanos y propuestas de los bloques. En el debate de hoy, todos los bloques hicieron sus0 ponencias, aportes y críticas.

Se explicó desde el oficialismo que los cambios buscan “generar equilibrio urbano en tres escalas: “A nivel ciudad, impulsando el desarrollo del sur y consolidando la zona norte; a nivel barrial, con el ajuste de alturas priorizando las escalas barriales y resguardando el patrimonio; a nivel manzana, ajustando pisadas y alturas, principalmente ampliando el Centro Libre de Manzana en las Unidades de Edificabilidad de Altura Baja, respondiendo a las demandas vecinales”.

“La Ciudad necesita una densidad mejor distribuida y un desarrollo urbano más equilibrado, que preserve la identidad barrial y se contemple el entorno, el proyecto propicia la modificación de las unidades de sustentabilidad de baja densidad, la modificación de las planchetas de edificabilidad y usos, la sustitución del instrumento de desarrollo territorial, modificaciones de texto, gráficos y distintos niveles de protección patrimonial de inmuebles”, abundan los fundamentos.

El día de furia que casi hace caer el Código Urbanístico

Hasta el miércoles por la tarde, el oficialismo estaba convencido de que el CUR se iba a aprobar. Los espacios que integran Juntos por el Cambio en la Legislatura reúnen un total de 30 legisladores, como lo contó Noticias Urbanas y ya sucedió en la votación del proyecto de AUSA, las internas del oficialismo están a la vista de todos. De los 12 legisladores del Pro, había cuatro que responden a la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich: Juan pablo Arenaza, Marilú Estevarena, Silvia Imas y Patricia Glize. Esta última se diferenció del resto al momento de votar el tema de AUSA y lo hizo también en esta sesión apoyando el CUR mientras que el resto de los bullrichsitas se abstuvieron. La otra legisladora que no lo apoyó y también se abstuvo fue la integrante del Frente Liberal Republicano, Marina Kienast. Sin estos cuatro votos, JxC tiene sólo 26 legisladores, pero gracias a que el bloque de seis de La Libertad Avanza, que preside Ramiro Marra, apoyó la iniciativa, el CUR se aprobó. Para eso se necesitaban 31 votos.

Aunque no había habido fuertes objeciones del bullrichismo al proyecto, el Pro comienza, cada vez más, a tener en cuenta la posibilidad de que los bullrichistas no acompañen las iniciativas de Jorge Macri. Lo mismo sucede en el caso de Kienast y además como se necesitan 31 votos para aprobar los proyectos, la necesidad de aliados era imperiosa. El miércoles por la tarde, Noticias Urbanas sabía que el bloque de Marra iba a acompañar el proyecto y que por eso iba a ser aprobado.

Es más, el Pro estaba negociando también el acompañamiento del bloque de Unión por la Patria. El mismo miércoles por la tarde, hubo reuniones en la Legislatura para lograr ese objetivo. Al peronismo se le comunicó que el Gobierno porteño había aceptado una serie de propuestas para modificar el CUR que fueron presentadas por el bloque opositor. Por eso, en UP se hablaba de acompañar o de abstenerse, pero no de votar en contra del proyecto.

Sin embargo, todo se dinamitó el jueves por la mañana. A través de un tuit, la legisladora de Confianza Pública, Graciela Ocaña, dijo: “¿Código Urbanístico o Ley Francella? Esta mañana apareció un artículo dentro del Código Urbanístico que restablece la obligación de construir la Portería para los edificios de más de 25 unidades. Algo que va a encarecer los costos de las expensas y que genera mayores costos a los vecinos de la ciudad. Desde @confianzapubli creemos que este artículo es invotable, porque se vuelve a castigar a la clase media para defender intereses sectoriales y privilegios que la sociedad ha dicho que no. #NoALaLeyFrancella”.

A este tuit se sumaron dos más, uno de Arenaza diciendo que tampoco iban a votar el CUR si estaba este artículo y uno muy duro de la presidenta del otro bloque de LLA en la Legislatura, Pilar Ramiréz, que responde a Karina Milei, que dijo: “El GCBA acuerda con la casta sindical del kirchnerismo a costa de los vecinos. Pretenden que hoy votemos el nuevo código urbanístico, donde se incluye una normativa que obliga a los nuevos edificios a tener vivienda para el encargado. ¿Cómo se traduce esto en la vida diaria de los porteños? Más gastos, menos capacidad de decidir y construcciones más caras. Ni lo sueñen. En la Ciudad, la libertad avanza”.

Este tuit, provocó la reacción de Nieto, que salió a cruzar a Ramírez. “Hola Pilar! Me parece que te comiste una curva. Te garantizo que en el nuevo código urbanístico no hay NINGUNA normativa que obligue a los edificios a construir viviendas para encargados. Espero que lo votes!! Abz”, le respondió por Twitter.

Mientras la guerra de las redes se sucedía en los despachos de la Legislatura continuaban las negociaciones y la sesión se seguía postergando, de las 11 a las 14 y de ahí a las 16.30, hasta que finalmente se comenzó a sesionar pasadas las 17.30, una vez que quedó claro que ese artículo no formaba parte del proyecto. Ese artículo fue criticado hasta por los radicales,. Era más que evidente, que si ese articulado prosperaba, el oficialismo no iba a tener los votos para aprobar el CUR.

Finalmente y gracias al imprescindible apoyo del bloque de Marra, se logró la sanción del CUR. Pero hubo consecuencias y cada vez son más los que creen que los tres bullrichistas terminarán juntándose con los tres legisladores de la bancada de Ramírez y que Kienast también podría sumarse.

Además, de eso, está claro que la polémica por el artículo, que no se incluyó, dinamitó la posibilidad de sumar y acordar con el peronismo. Lo que sucedió este jueves no es menor ya que el tema del CUR para su aprobación final necesita volver a pasar por el recinto. Las grietas están cada vez más expuestas y nadie se anima a predecir lo que puede pasar. El oficialismo no sólo depende de alianzas sino de mantener ordenados y encolumnados a todos sus integrantes, algo que claramente no está pasando y que puede empeorar aún más el año que viene, ya que se trata de un año electoral.

 

 

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