En la presentación del Presupuesto 2025, el presidente afirmó que la indigencia es consecuencia del desmedido gasto público. ¿Coincide en algún aspecto?
Desde el Frente de Izquierda, venimos haciendo un llamado de atención en relación al aumento de la indigencia, que no está ligado al gasto público, como dice Milei, sino más bien a la falta de políticas públicas. Si uno analiza el aumento de los precios de los alimentos, los servicios y alquileres, sumada la inflación y los bajos salarios, son todas consecuencias de las medidas del propio gobierno y en ese sentido creemos que es el principal responsable del crecimiento de la pobreza. A esto hay que agregarle la creciente desocupación, producto de la enorme cantidad de despidos y de la suspensión de la obra pública. Todo esto agudiza la crisis social. Por supuesto que esto no empezó en diciembre del año pasado. Eso es importante resaltarlo. Veníamos de un gobierno que implementó políticas que también llevaron al aumento de la pobreza. Pero la realidad es que desde que asumió, Milei está profundizando el ajuste, ya sea a través de sus decretos o de la propia legislatura, que le aprueba todo. Y con la presentación del Presupuesto 2025 se consolida esta idea de que se instaló un gobierno de ultraderecha, que viene a reventar todos los derechos conquistados como clase trabajadora.
Se habló de un aumento del presupuesto destinado a políticas sociales. ¿Considera que va a ser suficiente?
Claramente, no. La asistencia social es algo que, así como te lo da el gobierno, también te lo puede quitar. Es sumamente discrecional. Es muy distinto pensar al trabajo, por ejemplo, como un derecho. La política de desempleo que promueve este gobierno hace que muchas personas se queden en la calle. Y por más que reciban asistencia social, no es ni una cuarta parte de lo que ganaban trabajando. Entonces estamos hablando de una ayuda que, valga la redundancia, no ayuda. Y es una situación alarmante, porque son cada vez más las personas que están necesitando de esta ayuda. Está faltando el trabajo. Y ni hablar del trabajo asalariado y en condiciones dignas.
Por otro lado, se prevé una reducción de un 15% en el presupuesto destinado a las jubilaciones. Con la aprobación del veto presidencial a la reforma jubilatoria, ¿cuáles piensa que van a ser las principales consecuencias?
Ya las estamos viendo. Estamos escuchando una frase que es grave y es: “estoy eligiendo si como o si compro un medicamento”. La miseria que están soportando las jubiladas y los jubilados, recordemos que siete de cada diez cobran la mínima, que está en $300.000, es gravísima. La quita de los medicamentos gratuitos en el PAMI oscurece aún más el cuadro. Es muy cruel lo que están haciendo. Y creo que esto se puede ilustrar con la imagen del asadito que hizo Milei con todos los diputados que acompañaron el veto presidencial. Es indignante. Se propuso un aumento que era más que nada simbólico. Estamos hablando de $15.000. Y, así y todo, lo rechazaron. Y lo que lo hace un gobierno de ultraderecha no es sólo este ajuste, sino también su faceta represiva. Lo que vimos en las inmediaciones del Congreso, donde montaron un mega operativo policial, que sirvió solo para reprimir a abuelitos y abuelitas, es realmente preocupante. Incluso, el escándalo que fue que le hayan tirado gas lacrimógeno a una niña de 10 años. Y todo esto está siendo acompañado por la oposición, que se hace llamar dialoguista.
¿Cómo ve a la actual oposición?
Son cómplices de este feroz ajuste. Y todo esto con un DNU que sigue vigente y que le concede facultades extraordinarias al Ejecutivo. Hay que decir que igual estamos hablando de un fenómeno que no es sólo local, sino también mundial. Y que justamente, el ascenso de la ultraderecha surge por el fracaso de otras fuerzas políticas. Y lo que vienen a hacer estos gobiernos es también liquidar lo que queda de los partidos políticos anteriores. En Argentina se lo puede ver con el hecho de que tenés a Scioli en el mismo gobierno que Bullrich. Y los legisladores de esos partidos también estuvieron intercambiando sus porotos con el actual gobierno. Y este intercambio es lo que le permitió a Milei tener una mayoría. Y que vemos que para ciertos temas se abre al debate y para otros, se aprueba sin problema. Es una oposición patronal, que prioriza el acuerdo con el gobierno. La política argentina está hoy muy venida abajo. Y en eso sí debo decir que el concepto de “casta” del que habla Milei es correcto. Pero justamente Milei no vino a terminar con esta corrupción capitalista, sino todo lo contrario. ¿Qué festejan en el asadito de Olivos? ¿Estar en contra del pueblo?
Pasando a la Capital Federal, ¿cómo cree que va a afectar la presentación del presupuesto nacional al tratamiento del presupuesto porteño?
Sin duda, el gobierno porteño se suma a este clima de época. Pese a que la Ciudad viene haciendo campaña de su superávit fiscal, en estos últimos meses, el gobierno se sumó a la onda de la motosierra y ha recortado muchísimo. Por eso, creemos que el presupuesto 2025 de la Ciudad va a estar muy en sintonía con el de Nación. Hay que decir que igual el gobierno porteño viene ajustando el presupuesto en áreas sensibles, como es, por ejemplo, la salud. Hace poco la legislatura porteña aprobó un nuevo endeudamiento para adquirir máquinas en hospitales. El problema de esto es que cuando uno sondea la opinión de los profesionales, te das cuenta de que la prioridad es otra. Una enfermera gana hoy $800.000. Y un médico alrededor de $1.000.000. Y estamos hablando de jornadas extenuantes. Además, la migración de muchos médicos al sector privado, justamente por los malos salarios, hace que el personal hospitalario no dé abasto. Entonces, si no se ataca la crisis como corresponde y se sigue desfinanciado, esto va a seguir empeorando. Y en el caso de la Ciudad, no pueden hablar de herencia, porque es la misma gestión hace más de una década.
¿Lo considera a Jorge Macri un aliado del gobierno nacional?
Macri entregó la Ciudad al gobierno nacional. Hay áreas que Patricia Bullrich controla. Se habla mucho de la autonomía, pero está la Policía Federal en todas partes. Han cedido mucho y es muy grave y hay que denunciarlo.
Por último, ¿cómo percibe el área de género en estos tiempos?
Es terrible ver cómo este gobierno quiere, de un plumazo, eliminar todos los derechos que tanto tardamos en conquistar. Que Cúneo Libarona diga que la violencia es en general, negando la existencia de la violencia de género, es muy decepcionante. Pero bueno, seguiremos saliendo a las calles y reclamando nuestro derecho a estar vivas.
