La continuidad de la institución, que en la actualidad cuenta dentro de su currícula con 180 alumnos y más de 90 empleados entre el personal docente y no docente, peligra. El principal argumento esgrimido por parte del gobierno habría sido un supuesto déficit fiscal, pero -como indicaron desde los gremios-, el presupuesto destinado por parte de la Armada hacia la Escuela Nacional representa un 0,26% del presupuesto total, por lo que expresan que se trata de un “programa político de entrega de la soberanía donde se esconden negociados por detrás”.
La posibilidad del cierre fue anticipada por el Director General de Educación de la Armada Gustavo Príncipi, enviado con esa misión por el jefe de la Armada, el vicealmirante Carlos María Allievi. Príncipi había señalado que la privatización era una posibilidad, hasta que se hizo realmente efectiva el viernes pasado. “Pedimos una audiencia personalmente al Ministro de Defensa y nos atendió el Brigadier Salaberri, que dijo que en ese momento todavía se estaba estudiando el tema. Hasta que, un día después, se apersonó el propio Gustavo Príncipi en la institución y nos transmitió la noticia”, señaló Mariano Vilar, Secretario General del Centro de Patrones y Oficiales Fluviales de Pesca y Cabotaje Marítimo.
“No lo entendemos como una casualidad. Es parte de una política que está llevando el gobierno nacional, a nuestro entender, totalmente equivocada”, expresó, para advertir que “ya vimos cómo quiso entregar el Mar Argentino en una primera instancia en enero, modificando la Ley Federal de Pesca. Ahora continúa cerrando la escuela de formación de marinos mercantes. Todo va en consonancia”.
Los sindicatos señalan que en caso de que esta avanzada del gobierno frente a la Escuela Nacional de Pesca siga en pie, se intentará aplicar el mismo formato a la Escuela Nacional de Náutica y a la Escuela Nacional Fluvial, aunque aún se desconoce cómo sería en cada caso particular.
“Lo que está sucediendo acá es una prueba piloto”, señalaron. Además, según trascendidos de la Armada, se intentaría reubicar a todo el personal administrativo, docente y no docente. “Pierde también sentido el argumento del gasto, porque si los van a reubicar quiere decir que ésto obedece a una cuestión política y no de gasto. ¿Cuánto se estaría ahorrando, si en definitiva no se está ahorrando personal?. “Todos los caminos conducen a Roma, a un negocio privado”, sintetizaron desde SICONARA.
La Escuela Nacional de Pesca “Comandante Luis Piedrabuena”, con sede en Mar del Plata, con 50 años de trayectoria desde su fundación, dicta dos cursos de formación profesional que son la columna vertebral del conocimiento y la experiencia que se les proveerá a los futuros marinos mercantes. El Curso Piloto de Pesca, que es la etapa introductoria, se nivela luego con el de Piloto de Pesca de Primera, para graduarse finalmente como Patrón de Pesca Menor.
Por otra parte, desde la institución se ofrece el Curso de Conductor de Máquinas Navales, con su nivelación como Motorista Naval, para egresar como Conductor Superior de Máquinas Navales. “Las escuelas tienen ese rol variado y múltiple de contención. Pasando desde la formación hasta la capacitación de los chicos, que tienen una opción accesible para llegar a un curso superior y puedan organizar su vida en base al estudio, el esfuerzo y el trabajo y, por lo tanto, mejorar su calidad de vida”, expresó Mariano Moreno, Secretario General del Centro de Patrones y Oficiales Fluviales.
“Un hombre que hoy ingresa a la escuela de pesca es un marinero o un auxiliar de máquinas que está trabajando y que decide organizarse para poder ir a cursar durante dos años en la Escuela Nacional de Pesca. Hace ese esfuerzo y viaja. Además, mucha gente que es del interior, debe radicarse en Mar del Plata también, para poder acceder a ese estudio. Si se cierra la escuela, ¿adónde vamos a formar capitanes u oficiales de pesca?”, retoma.
La pesca como un recurso estratégico
Según datos proporcionados por los informes de cadenas de valor de Pesca y Acuicultura, en 2023 las exportaciones del sector pesquero alcanzaron a U$D 1.776 millones y aportaron el 2,7% del total de las ventas del país al exterior, en tanto que las importaciones rondaron U$D 188 millones, representando el 0,3% del total nacional importado. El superávit comercial de la pesca fue de USD 1.589 millones.
Además, según un informe de la DNERyCV con base en CEPAL y Ministerio de Economía, se señala que el sector de pesca primario muestra mayor dinamismo que el total de las actividades económicas. “El crecimiento del Valor Agregado Bruto de los últimos doce años alcanzó el 3,3% anual acumulativo, si bien la serie presenta una disminución en los años 2019 y 2020, seguida por una recuperación a partir del 2021”.
“Sturzenegger, hablando exclusivamente del canon de explotación, dijo que la pesca no le aporta nada al país, lo que es una locura total”, retoma Vilar y agrega que “ese cánon es parte de lo que paga una empresa pesquera y, en definitiva, es el canon que paga una empresa pesquera sobre lo exportado y no sobre lo extraído. Ahí es donde el gobierno le pifia. Se paga un porcentaje sobre el filete de merluza y no sobre la merluza entera que se pescó y, en términos productivos, para hacer 1 kilo de filete de merluza se necesitan 2 merluzas enteras”.
“La actividad pesquera no es una actividad marginal, olvidada que no tiene ninguna implicancia en la economía nacional. La pesca es la tercera actividad que genera ingresos para la Argentina”, manifestó Moreno. “Además, es una actividad que está considerada de altísimo riesgo, pero también el caladero argentino, la zona de pesca argentina, está garantizado su sustentablilidad en base a la investigación que realiza el Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP) y también a la capacitación de personal que opera en la pesca”.
Ley Federal de Pesca
En enero de este año el gobierno nacional de Javier Milei intentó modificar la Ley Federal de Pesca, vía Ley Ómnibus, en la que buscó suprimir varios artículos, dentro de los cuales se establecía que “los permisos (de pesca) no podrán tener un tratamiento diferencial por el origen de los buques, su antigüedad o la mano de obra que empleen; ni por las características de las empresas titulares de los buques”, permitiendo que barcos de cualquier nacionalidad operasen al margen de la milla 200, es decir, fuera de la Zona Económica Exclusiva (ZEE), en el Mar Argentino.
El Régimen Federal Pesquero prioriza el otorgamiento de los permisos de pesca dentro de la ZEE, o Milla 200, a los buques que emplean mayoritariamente mano de obra nacional (100 por ciento de los puestos de oficiales y el 75 por ciento de los subalternos), que realizan inversiones, usan flota construida en el país, que tienen menor antigüedad, cierta producción promedio y agregan mayor valor al producto final.
Esa desregulación buscaba que las empresas extranjeras se radicaran en Argentina para operar dentro de la Milla (a una hora y media de Buenos Aires, sobrevolando el Mar Argentino). “El sector pesquero contribuye al cuidado de la soberanía, así como toda la marina mercante. Creo que la escuela de pesca pública, en el marco de la Armada, da una formación que transmite el sentimiento de soberanía y también nos forma, en el caso de que -esperemos que nunca suceda- haya algún conflicto, para que estemos ahí siguiendo las órdenes que la patria demande”, finalizó el Secretario General de Siconara.