Macri tras apoyar el veto se acerca a Milei: ¿acuerdo electoral?

Macri tras apoyar el veto se acerca a Milei: ¿acuerdo electoral?

El macrismo fue un soporte decisivo para el rechazo a la Ley de Financiamiento Universitario.


El acompañamiento del Pro fue decisivo para el Gobierno en la sesión del miércoles. El bloque amarillo aportó 35 de los 85 legisladores que alcanzaron el tercio para blindar el veto. Patricia Bullrich, ministra de Seguridad de la Nación, tiene ascendencia sobre una parte minoritaria de la bancada, con espadas legislativas como Damián Arabia o Silvana Giudici.

Y el resto tienen afinidad con el liderazgo de Macri, a excepción de Álvaro González y Héctor Baldassi, leales a Horacio Rodríguez Larreta. Mientras que Silvia Lospennato -identificada con el larretismo- tiene una posición equilibrista desde lo discursivo, aunque ha mantenido disciplina partidaria en las votaciones.

Cristian Ritondo, jefe del bloque, tiene el desafío de administrar la cohesión política del bloque y la articulación con el Gobierno. Hubo arduas discusiones en el Pro para llegar unidos a la votación. Pero se logró. Fueron claves la reunión de Macri con la Mesa ejecutiva amarilla del lunes y la posterior conversación al interior del bloque.

Desde el exterior, donde se encontraba de viaje por motivos personales, María Eugenia Vidal había manifestados sus dudas respecto a acompañar el veto de Milei. Sentó su posición en el Zoom con Macri del lunes. Diego Santilli, referente del partido, enfatizaba que debían apoyar la posición de Milei. Ritondo aseguraba al ex presidente que podía garantizar el voto de la mayoría del bloque.

Para saldar dudas técnicas sobre política universitaria y la Ley a debatir, el líder del Pro sumó al Zoom del lunes a Alejandro Finocchiaro, que fue ministro de Educación de la Nación. “No es un tema presupuestario eso, es un batalla política”, argumentó el diputado nacional, según pudo reconstruir este medio.

Finalmente, el Pro unificó una postura, decidió apoyar el veto pero lo informó en un comunicado con duras críticas a la gestión educativa del Gobierno. El mismo lunes a la noche, Macri envió a una comitiva a una reunión con funcionarios de Milei. Fue a las 19 en el despacho de Martín Menem, presidente de la Cámara de Diputados. Participaron Ritondo, Giudici y Finocchiaro por el Pro, Eduardo Falcone del MID, y Gabriel Bornoroni de La Libertad Avanza (LLA). El Ejecutivo estuvo representado por Lisandro Catalán, vicejefe de Gabiente, Carlos Torrendell, secretario de Eduación, y José “Cochi” Rolandi, vicejefe de Gabinete ejecutivo.

El papel de Bullrich

Por su parte, Patricia Bullrich se movió otra vez para acercar el apoyo de diputados de otros partidos. Persuadió a cuatro radicales para que voten a favor del Gobierno y gestionó la abstención de otros cuatro. Fueron votos determinantes. La ministra de Seguridad sostiene un rol de alto perfil político.

Se sienta en la mesa chica que reúne Milei los martes y tiene vía libre para articular con el Congreso. A la par, sigue armando la línea interna del Propara promover la fusión con los libertarios. Es un modo de fortalecer al oficialismo y, al mismo tiempo, desafiar a Macri.

La relación Macri-Milei

La sesión del miércoles sirvió, entonces, como escenario para afianzar el vínculo entre Macri y Milei. Santiago Caputo, principal estratega del Gobierno, se había reunido la semana pasada a solas con el líder del Pro. Fue urgido tras leer una declaraciones atribuidas al expresidente en una reunión privada con los senadores nacionales del Pro. Allí, el fundador del partido amarillo deslizó la defensa a la educación pública como una de sus banderas.

La reunión de Caputo con Macri fue hermética pero efectiva. Hubo un intercambio arduo, donde se sinceraron puntos de vista y críticas. El domingo, el ex presidente irrumpió intempestivamente en su cuenta oficial de X con un extenso posteo que sugirió un guiño en favor de la posición del Gobierno. La publicación sorprendió a propios y a ajenos.

Macri conoce que tiene poder de daño y que el Gobierno lo necesita para motorizar su agenda política en el Congreso. Milei es un presidente con alta legitimidad de origen pero frágil legitimidad de ejercicio. Los 40 legisladores del Pro en la Cámara de Diputados son vitales para la Casa Rosada.

El expresidente insiste, mientras tanto, para que el Gobierno haga lugar a sus reclamos. Quiere al Pro sentado en la mesa de toma de decisiones. Exhorta a que ese espacio lo conduzca Milei. Y señala temas de especial sensibilidad para el macrismo, desde aspectos de gestión hasta temas de política judicial.

Hacia fin de año, el ex presidente continuará con el proceso de fortalecimiento del Pro. Piensa en el cierre de listas de 2025 y busca hacer el mejor acuerdo político posible para confluir con La Libertad Avanza (LLA).

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