Con 87 años, la jueza electoral María Servini sigue marcando el galope de los partidos políticos. La magistrada se ha llevado bien, regular y mal con muchos políticos. Sólo con un puñado de ellos casi nunca se llevó. En esa lista, quizás Cristina Fernández de Kirchner sea la más preponderante. Aseguran que la relación siempre fue fría y distante, si es que alguna vez hubo relación.
En ese marco lo último que esperaba Cristina era caer en la telaraña de Servini. Se metió solita, cuando decidió auto-postularse para conducir el PJ, partido al que aseguran siempre detestó. Como se dijo y se dice (y la mayoría repite), quiere liderar el peronismo para ganar centralidad, fortalecerse ante una segunda codena a la cárcel que sería la ratificación de Casación; y por el descalabro de los que supo comandar y, en muchos casos, hoy la enfrentan o se le paran de manos.
Buena parte del odio que la expresidenta y su hijo Máximo sienten sobre ese grupo de “desleales y desagradecidos” recae sobre el nuevo Judas, Axel Kicillof. Pero también hay varios intendentes del GBA que hasta no hace mucho eran soldados dispuestos a todo para defenderla. Como el de Avellaneda, Jorge Ferraresi, o el de Ensenada, Mario Secco.
También entre los díscolos parecen estar todos los gobernadores. Ninguno hizo un gesto público para apoyarla en su candidatura al PJ. Ni siquiera el gobernador de los milenios, Gildo Insfrán, ni el santiagueño Gerardo Zamora.
Más que una líder del peronismo, Cristina decidió (o por lo menos así la ven sus viejos aliados) convertirse en la jefa de La Cámpora, una agrupación que nació desde el poder y que a pesar de nutrirse durante tantos años con cajas públicas incalculables, siempre ha fracasado en erguirse como alternativa de poder real.
La dependencia de Cristina con Servini es crucial y perentoria. Cristina debe zafar de tener que revalidarse en una elección interna a presidente del PJ, las primeras de toda su larga historia, con alguien considerado insignificante para ella: Ricardo Quintela.
Ordenó bajar “la lista de Kicillof”, como ella la identifica cuando se embronca. Pero necesita que la jueza electoral le guiñe el ojo y sentencie la defunción del atrevimiento del gobernador del noroeste.
La presión sobre Servini la ejercen dos de los más importantes operadores judiciales que integra la escudería del kirchnerismo de paladar negro. Gerónimo Ustarroz, hermano del siempre alistado para ser candidato sin demasiada suerte, Eduardo “Wado” de Pedro; y el penitente Ministro de Justicia bonaerense, Juan Martín Mena.
Hubo dos reuniones entre Cubría y los emisarios K. La jueza, con tantos años como magistrada, no habría tenido demasiada paciencia para los planteos que mandó Cristina.
Palabras más, palabras menos, la jueza habría dicho que ni quiere escuchar los planteos contra la lista de Quintela sin antes hablar de lo más importante: cómo piensan afrontar la logística, gastos, seguridad, urnas y demás menesteres de una elección. Quedan sólo 20 días para la supuesta votación.
Además, a Cubría le genera enormes dudas el padrón. ¿Cómo puede haber 3.000.000 de argentinos que pertenecen al partido y en lo que sería la primera elección de su historia, el kirchnerismo asegura que votará sólo el 10%?
En este contexto, los que conocen bien a la jueza dicen que estaría madurando la decisión de suspender la elección, sin pronunciarse sobre la orden de Cristina de bajarle la lista a su adversario y hasta en caso de no haber un acuerdo, disponer de la intervención del Partido Justicialista.
El pedido de Quintela
Los apoderados de la lista interna del peronismo que encabeza el gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela, recurrieron el lunes a la Justicia para intentar frenar el calendario electoral del Partido Justicialista, tras haber sido oficializada por la Junta Electoral partidaria solo la nómina de la expresidenta Cristina Kirchner.
En un recurso que presentaron ante la Junta Electoral partidaria para que lo gire al juzgado competente, de la jueza federal María Servini, los apoderados Jorge Yoma, Daniel Llermanos y Sandra Vanni solicitaron una medida de no innovar “hasta tanto finalice toda contienda judicial”. Reclamaron que “no se dé continuidad al acto electoral y, consecuentemente, no se declare ganadora a la lista ‘Primero, la Patria’ la nómina que encabeza Cristina Kirchner”.
Hoy mantuve una reunión con el Jefe de Gabinete @GAFrancosOk , en mi condición de abogado del Estado Riojano, por la demanda interpuesta ante la @CorteSupremaAR por la deuda de
U$D 320 millones que la Nación mantiene con la provincia (Art 83 Presupuesto Nacional 2023/24) pic.twitter.com/8BhhrbzlP4— Jorge Yoma (@NegroYoma) October 28, 2024
El domingo, la Junta Electoral, que preside el diputado provincial formoseño Armando Cabrera (ligado al gobernador Gildo Insfrán), dio de baja la lista de Quintela por irregularidades en sus avales, entre otros puntos, y dejó en pie solo la de la expresidenta.
Con su recurso judicial, el gobernador de La Rioja sostuvo que no se respondieron sus planteos sobre “manifiesta violación de la cadena de custodia” de la documentación en el partido y sobre la “ausencia de canales de diálogo y participación”, entre muchos otros reclamos.
Con su recurso judicial, el gobernador de La Rioja sostuvo que no se respondieron sus planteos sobre “manifiesta violación de la cadena de custodia” de la documentación en el partido y sobre la “ausencia de canales de diálogo y participación”, entre muchos otros reclamos.