Aníbal Ibarra tiene dos metas claras este 2007, una es que Tribunal Superior de Justicia declare inválido el juicio político al que la Legislatura porteña lo sometió para destituirlo, y el otro es meterse en la boca de su lobo, o sea, terminar el ño 2007 como legislador porteño, por el kirchnerismo, o una de sus ramas.
Y para eso, ya se puso en campaña, atacando a Jorge Telerman y al macrismo por igual. "A raíz de mi destitución se cambió el marco de alianzas y hoy el actual jefe de Gobierno toma las decisiones políticas junto al macrismo", dice.
"Los desafíos hacia el 2007 pasan por ordenar las cuentas de la Ciudad, implementar las elecciones comunales, mejorar la calidad institucional (hay un fuerte deterioro del Poder Legislativo porteño), y por continuar con las obras de infraestructura previstas. Desde ya, el desafío de avanzar en la autonomía de la ciudad estará presente también, como todos los años", asegura.
Y concluyó en una reciente entrevista: "Estoy conformando el partido Frente Progresista y Popular que participa del espacio Diálogo por Buenos Aires, el desafío es reunir al espacio que en el 2000 le supo ganar a Cavallo y en el 2003 a Macri. Acompañaré a un espacio progresista hacia la jefatura de Gobierno y seguramente buscaré un espacio legislativo en la Ciudad para seguir defendiendo las convicciones y los ideales que siempre defendí en la política".
