Un informe de la ONG Basta de Demoler, indicó que el lujoso petit hotel que fue adquirido en 2019 por un amigo de Mauricio Macri, el reconocido empresario Eduardo Cohen Watkins por un total de 3 millones de dólares, podría ser demolido ya que el oficialismo porteño en la Legislatura concedió una excepción al Código Urbanístico para levantar una torre edilicia de 19 pisos.
Se trata de una residencia histórica con estilo francés que fue construida en 1925. Fue una de las últimas sanciones de la Legislatura que habilitaron el avance inmobiliario pese a la resistencia de vecinos y organizaciones civiles dedicadas a la defensa del patrimonio arquitectónico porteño. El inmueble será uno de los tantos negocios que integra la línea de edificios de lujo Velvet Grand.
“Esta maravilla es un edificio que está protegido, o por lo menos que estaba, pero lamentablemente por un convenio urbanísticos lo vamos a perder”, expresó María del Carmen Arias Usandivaras, vicepresidenta de la ONG Basta de Demoler.
Quienes llevarán adelante el negocio inmobiliario, argumentan que “encontraron el inmueble abandonado”, salvo “la última planta donde se habían hecho nuevas instalaciones”. Tras la incorporación de la propiedad entre los convenios urbanísticos, una iniciativa que promovió el exintendente porteño Horacio Rodríguez Larreta, y habilitó la construcción de más pisos más allá de lo establecido por el Código Urbanístico.
Comunicado de Prensa: La Cámara ratificó la sentencia que ordenó al GCBA finalizar el catalogo de todos los inmuebles anteriores a 1941 y garantizar su protección para que no sean demolidos. #bastadedemoler #sevabuenosaires https://t.co/6QW9vDkSDR pic.twitter.com/xkkK308AAp
— Basta de Demoler (@BastadeDemoler) May 27, 2024
Usandivaras aclara que si bien “los convenios urbanísticos están en el código, estos solamente deben usarse cuando hay temas de interés público, o sea, se habilita la demolición porque van a construir una plaza, o porque por ese lugar va a pasar una autopista, por ejemplo. Pero en ese caso, por supuesto, se necesita una ley de expropiación y la indemnización correspondiente a los propietarios. Nada de esto ocurrió acá. Solo se hizo un convenio a exclusivo beneficio de la firma que compró este inmueble histórico, explica.
La vicepresidenta de Basta de Demoler asegura que la nueva torre edilicia impondrá su enorme estructura y tapará la luz del sol en sus alrededores.
“A todos los vecinos, le va a quitar la luz en un lugar de muchos árboles. Así que estamos en contra de esta torre, ya estuvimos en desacuerdo hace dos años con los convenios urbanísticos, inclusive querían hacer uno para Santa Catalina, para la iglesia del convento para el terreno adyacente, y no avanzó porque hubo mucha oposición”, precisó.