El exmiembro del Movimiento Evita, Fernando “Chino” Navarro, habló sobre su rol en el gobierno de Alberto Fernández y como la sociedad rechazó las manifestaciones en las calles durante los últimos años. Navarro realizó varios comentarios sobre su rol político y como ve a la política Argentina durante el mandato de Javier Milei.
Entre las frases más destacadas, sobre salen: “El Frente de Todos era un gabinete loteado donde a casi nadie le interesaba resolver los problemas de los Argentinos”. Y dijo que: “Los dirigentes sociales nunca tuvimos en claro para qué formamos parte del gobierno de Alberto Fernández”.
En esa línea, Navarro cuestionó: “Nos quedamos atrapados en una lógica de programas sociales y asistencialismo”.
“No veo clima de movilización masiva en contra del gobierno. Si bien hay un cuarenta o un cincuenta por ciento que está en contra del gobierno, ¿para qué se movilizaría? Para cuestionar al Gobierno. Bien entonces pregunto ¿qué es lo que yo tengo a cambio? ¿Qué es lo que les propongo? La gente ya nos dijo ‘ustedes son malos, váyanse'”, indicó.
“La gente no quiere ir a un caos, no quiere ir a una anarquía. Y la baja de la inflación, aunque sea a costa de la paz de los cementerios, como es ahora, con un consumo muy bajo, te ordena de alguna manera tu realidad económica, tu realidad familiar, tu realidad del día a día. La inflación de dos dígitos no te ordena. La plata no te alcanza, ahora tampoco te alcanza, pero irónicamente vos podes planificar que no te alcanza”, consideró Navarro.
También aseguró que “a Javier Milei le conviene y la elige como contrincante a Cristina Fernández de Kirchner”.
Además, el exmiembro del Movimiento Evita aseguró que hubo “exceso” en el uso del corte de calles como metodología de protesta: “Fue un error cortar como cortamos”, dijo.
Y agregó que “algunos planteamos que no había que seguir cortando rutas ni avenidas y si cortábamos había que hacerlo en un solo carril, liberando los demás carriles. En el caso de la Avenida 9 de julio jamás cortar el Metrobús. Algunos cortes se hicieron con esas características, en otros no, pero indudablemente hubo un cansancio de la mayoría de la sociedad con esa política. Esto explica también el predicamento de Milei cuando descalifica las organizaciones sociales, a veces injustamente. Pero ese hecho es muy difícil de explicar hoy”.
Consultado por los dichos que provienen de Capital Humano sobre que las protestas se vaciaron de manifestantes porque se desfinanciaron a los movimientos sociales y piqueteros, Navarro considera que los dichos se refieren a que “las organizaciones sociales administraban las altas y las bajas de programas sociales, como el Potenciar Trabajo, y al quitarle esa facultad le quitó capacidad de convocatoria”.
Pero luego agregó: “Las organizaciones manejaban alta y baja no por un capricho sino porque no había nadie que lo haga. Tampoco lo hay ahora. ¿Cuántos funcionarios cambió Capital Humano en el ex Ministerio de Desarrollo Social? ¿Cuántos alimentos se distribuye? La política que funciona es la AUH, la Tarjeta Alimentar que es un giro automático. Pero no hay una política de Estado presente dónde antes estaban las organizaciones sociales. El Estado no está presente en la contención, en desarrollar actividades culturales, deportivas, cuidar a las chicas que son violentadas, prevenir las droga y el alcohol en los barrios. No hay nada. Tampoco había mucho antes, para serte sincero, no es que antes era el paradigma de la prevención, ya éramos bastante malo nosotros, con el agravante que decíamos que éramos buenos. Pero este gobierno no hace nada”.
“Estoy seguro que no debimos aceptar integrar el gobierno, sí, acompañarlo desde el llano o desde un lugar muy secundario. Pero íbamos a ocupar lugares que sabíamos que no se iba a poder desarrollar lo que queríamos desarrollar. Ni siquiera había voluntad de discutir y que después íbamos a quedar aprisionado en la interna. Y bueno, nosotros nos expusimos a ello y fue un error”, precisó.
Además, Navarro consideró, en relación a la fata de manifestaciones en relación a las que había antes, que es posible que la razón sea porque “la sociedad prefiere que la inflación baje” y en que “confía en que esto va a mejorar”.
Aunque aseguró que él opina distinto: “Ojalá me equivoque y tenga razón la gente. Respeto los tiempos de esas mayorías que elegirán el momento para expresarse en la calle, en protesta o en reclamo a un gobierno. Pero atizar el reclamo por el reclamo mismo, empujar a la movilización para debilitar al gobierno sin saber a dónde vamos, me parece de una irresponsabilidad muy importante”.