Yamil Santoro: “Hemos logrado bajar unos 350 mil millones de pesos en gastos”

Yamil Santoro: “Hemos logrado bajar unos 350 mil millones de pesos en gastos”

El legislador de RU se refirió a la aprobación del Presupuesto porteño en la Legislatura.


Luego de que la Legislatura porteña aprobara el Presupuesto 2025, el legislador de Republicanos Unidos (RU), Yamil Santoro, celebró el recorte presupuestario por 330 mil millones de pesos y lo calificó como “fundamental para alinear las finanzas públicas con los principios de austeridad y eficiencia”.

En ese sentido, el diputado explicó que “logramos un recorte en el presupuesto de 330 mil millones. No logramos todo lo que queríamos, pero hemos alcanzado casi el 66% de nuestros objetivos iniciales” y agregó que “cuando llegamos a esta Legislatura lo hicimos con la vocación de representar un liberalismo posible. Junto con Ramiro Marra establecimos una posición firme: no íbamos a votar este presupuesto sin un recorte en la cantidad de gastos”.

“Habiendo asumido que dejar al Gobierno de la Ciudad sin presupuesto generaría condiciones fiscales y tributarias peores a las que se están discutiendo, focalizamos nuestros esfuerzos en achicar los gastos y reducir impuestos, entre ellos ABL y patentes” y reconoció el trabajo de la gestión de la Ciudad en aceptar ajustes importantes que contribuyen a la sostenibilidad fiscal.

El discurso completo

Ser liberal es difícil. Lo fácil sería venir acá y adoptar una posición de trotskismo de derecha. Revolear un par de consignas al aire que sirvan para titulares en medios y ya. Nosotros, desde el primer momento en esta legislatura, elegimos el camino difícil. Hemos venido a representar un liberalismo posible, de resultados, comprometido con resolver problemas concretos de los porteños logrando bajar impuestos, quitar regulaciones y disminuir el peso del Estado sobre la vida de los porteños.

Junto a Ramiro Marra establecimos una posición firme: no vamos a votar el presupuesto sin un ajuste en el orden de los $500.000 millones de pesos. Esto representa aproximadamente un 5% del presupuesto enviado por el Poder Ejecutivo. El número que fijamos no es caprichoso y se inspira en la política llevada adelante por Javier Milei. El ajuste en el sector público nacional ha sido aproximadamente del 15% en términos reales. Hemos usado dicha referencia para fijar nuestra posición en esta Legislatura y ante este presupuesto.

Durante el ejercicio 2024, la Ciudad de Buenos Aires ha visto caer su recaudación casi un 10% durante este año. Por vía de la sub ejecución de partidas, la reducción de personal, la suspensión de obras y contratos varios se ha hecho una reducción del gasto público porteño en torno a ese 10%. Nosotros estamos reclamando que se haga un esfuerzo adicional, de un 5%, para empardar al esfuerzo que se hizo desde el gobierno nacional, sobre el ajuste que ya se hizo durante 2024. Creemos que hay margen para ajustar aún más al sector público. Que el ajuste caiga por sobre la política.

Al poder ejecutivo de la Ciudad, en términos fiscales, le conviene que hoy no se vote el presupuesto. La ley 70, en su art. 51, explica que pasa si no hay ley: rige el presupuesto del año anterior actualizado por inflación. Esto genera un claro perjuicio para los contribuyentes: las escalas se quedan fijas nominalmente, los contribuyentes se van pasando de categoría en diversos impuestos como los ingresos brutos y se caen los topes fijados por ley por ejemplo para las valuaciones fiscales. Si no votamos alguna ley, terminamos jodiendo a los contribuyentes porque aumentamos la incidencia tributaria efectiva sobre todo el mundo y sobre todos los tributos.

Siendo que la inflación para el año 2024 aproximadamente será del 118%, la ausencia de un presupuesto deja a los contribuyentes ante una situación de tremenda vulnerabilidad que le permitiría al Poder Ejecutivo realizar aumentos muy por encima de lo que contemplan las normas que hoy estamos debatiendo. Es malo para los contribuyentes hacer caer las normas que hoy se debaten, no es de liberal, es de trosko. El pretenso remedio de algunos es peor que la enfermedad que se pretende curar. Como dice el dicho: “el camino al infierno está plagado de buenas intenciones”; y ni te cuento cuando se quiere legislar con consignas sin un análisis técnico suficiente.

Queda claro entonces que no votar un código fiscal, un presupuesto y una ley tarifaria es algo malo para los contribuyentes. Esta realidad ingrata nos ha llevado a sostener una discusión técnica extensísima con el poder ejecutivo que nos ha permitido poder decirle a los porteños que hemos triunfado. Hemos logrado una rebaja significativa en el gasto público, hemos logrado reducciones impositivas sustanciales bajando la incidencia del estado porteño sobre el sector privado.

Pero antes de hablar de los logros concretos de nuestra gestión legislativa en favor de los contribuyentes quisiera poner sobre la mesa un problema real que tenemos en la Ciudad de Buenos Aires. Actualmente la tarifa de ABL llega a cubrir aproximadamente el 23% del valor del costo de los servicios públicos asociados. Es decir, la tarifa llega a cubrir apenas menos de la cuarta parte del costo. Esta situación fue consecuencia de una decisión a mi entender demagógica sostenida por el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires de licuar tarifas para tratar de rascar algún voto, eso está mal y no dista mucho de lo que hizo el kirchnerismo con las tarifas de servicios públicos que ahora el presidente Milei está normalizando. La demagogia de la gestión anterior empezó a acumular distorsiones que ahora va a llevar tiempo y trabajo corregir. Y es algo que se busca con esto que votamos hoy.

Sin voluntad de negar este problema, la propuesta original de este gobierno era achicar esa brecha entre el costo y la tarifa para llevar a que el valor del ABL alcance para cubrir un 45% del costo del servicio. Implicando un aumento en términos reales en el orden del 100% y se pretendía hacer este ajuste todo junto y al principio del año generando una situación complicada para muchos ciudadanos.

Hemos logrado una serie de correcciones para esto que van a traer un enorme alivio a los contribuyentes, a saber:

1. De los aproximadamente 2 millones de inmuebles que hay en la Ciudad de Buenos Aires. Hemos logrado acordar un esquema de bandas de valuación fiscal que van a proteger a aproximadamente 1.4 millones de esos inmuebles topeando los aumentos. Los inmuebles de menor valor en la Ciudad, hasta 38 millones de pesos tendrán topes de actualización entre el 20 y el 35%.

2. Contra una actualización que originalmente iba a acontecer a principios de año, logramos pasar a que se actualice mensualmente, por inflación más un porcentaje en función de la ubicación en la Ciudad que será del 2, 3 o 4% respetando los topes antedichos.

3. Solamente por esta gestión hemos logrado bajar impuestos totales por aproximadamente 100 mil millones de pesos.

Con este logro la tarifa del servicio pasará a cubrir el 32%, contra el 23%, poco menos de un 50% de mejora en términos reales. Pero esta corrección se realiza de una forma mucho más soportable para la ciudadanía que ya viene haciendo esfuerzos en muchos otros frentes y con especial cuidado de aquellos hogares de menores ingresos.

Por otro lado tenemos el tema de las patentes que también ha sido motivo de controversia:

1. Nuevamente hemos logrado acordar un esquema escalonado de aumentos. El 37% de los rodados recibirá una reducción en las alícuotas de patentes. El 44% se mantendrá igual en términos reales y sólo un 19% tendrá un aumento en el segmento de mayor valor.

2. Sobre lo anterior vale mencionar que hemos logrado un beneficio adicional para potenciar la electromovilidad. Hemos logrado reinsertar un beneficio para aquellos que decidan utilizar autos híbridos o eléctricos. Gozarán de 2 años de exención de patentes e irán pagando un escalonado del 25% anual a partir del 3er año. Esto beneficiará a todos los autos hasta 60 millones de pesos.

3. Gracias a nuestra intervención hemos logrado que se bajen aproximadamente impuestos vinculados a las patentes por 250 mil millones de pesos.

Pero no alcanza con bajar impuestos, eso es sólo cortar una de las cabezas de la hidra. Si realmente queremos terminar con el problema tenemos que achicar también el gasto. Por tal motivo hemos logrado una reducción en un orden similar por aproximadamente $350 mil millones de pesos en el gasto público proyectado para el 2025.

Mejorable por supuesto, pero bastante mejor con los aportes que le hemos realizado. Logramos que haya menos impuestos y menos gastos. Me sorprende profundamente como alguien que votó el presupuesto enviado por el larretismo en años anteriores, ahora no vota un presupuesto claramente mejor que aquellos. Hay que ser coherente, una cosa es cambiar de bloque, otra cosa es cambiar de principios.

Gracias al trabajo mancomunado de algunos liberales, Marra, Reta y quien les habla, habrá un alivio fiscal superior a los 350 mil millones de pesos en reducción de impuestos y un monto similar en disminución de gasto público. En concreto, habrá reducciones significativas en partidas destinadas a sueldos públicos, en automotores para la política, en publicidad de gobierno, en achicamiento de estructuras ministeriales, en definitiva, en gastos que no contribuyen a mejorarle la vida a ningún porteño.

Sin embargo, queda mucho por hacer. La Ciudad de Buenos Aires tiene una matriz tributaria que aún depende fuertemente de pésimos impuestos tales como el impuesto a los ingresos brutos, cuyas alícuotas han ido subiendo para compensar la demagogia que se hizo en su momento con patentes y especialmente con el ABL.

Hay que seguir bajando el gasto público para seguir bajando impuestos y hay que reconfigurar la matriz tributaria.

Siento que hoy hemos dado un enorme paso. Los invito a todos a trabajar juntos para que el próximo año contemos con cuentas públicas aún mejores. Hace tiempo la Ciudad de Buenos Aires cuenta con equilibrio fiscal, eso es muy bueno y algo que hay que reconocerle al Pro. Pero hay mucha tela para cortar en la calidad del gasto, en cómo y en qué se gasta. Y ahí nos van a encontrar siempre a los liberales trabajando para lograr que las cosas se hagan de mejor manera.

En suma, hemos logrado bajar unos 350 mil millones de pesos en gastos y en impuestos. Un 70% del objetivo que nos planteamos. Personalmente creo que ha sido un éxito. No será todo lo que nos propusimos, pero creemos que se trata de un logro significativo que logramos discutiendo y trabajando con el poder ejecutivo.

Gracias a eso hoy la Ciudad de Buenos Aires contará con un presupuesto más robusto y más sano que refleja la corriente de cambio que se está viviendo a nivel nacional.

No votar al presupuesto deriva en un descontrol tributario y fiscal perjudicial para los porteños. Votando logramos ponerle un tope al Estado, definir prioridades y bajar la incidencia del estado sobre los contribuyentes. Lo hemos mejorado sustancialmente. Voto además como un voto de confianza a que se va a seguir trabajando en la línea de responsabilidad fiscal en la que venimos encolumnados y si no, nos tendrán vigilantes para poner límites y marcar el rumbo.

Si tres diputados liberales trabajando juntos logramos todo esto, imaginen lo que podríamos lograr todos los liberales trabajando unidos. Ojalá, a futuro, el compromiso técnico prime por sobre los posicionamientos políticos inconducentes.

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