Fernández: “Con la ley universitaria, nos dieron la espalda peronistas, radicales y gobernadores”

Fernández: “Con la ley universitaria, nos dieron la espalda peronistas, radicales y gobernadores”

La presidenta de la FUA, Piera Fernández, manifestó a NU la decepción de los estudiantes con los legisladores y cuestionó el arancelamiento.


¿Qué la llevó a militar dentro de la Franja Morada y qué herramientas le brindó?

Comencé a involucrarme en política cuando decidimos, con un grupo de amigos, armar el Centro de Estudiantes en mi colegio secundario. Unos años después y antes de ingresar a la Universidad, yo ya me había acercado a la Juventud Radical. Entonces, el primer día que llegué a la universidad, yo ya tenía la remera de la Franja puesta. No era una cuestión que viniera de familia, sino una decisión personal que luego mi familia acompañó. Pero elegir a la Franja Morada es elegir no resignarse frente a las falsas dicotomías que el escenario político nos pone enfrente, cada vez de manera más polarizada. Es hacer una apuesta consciente a la libertad y a la igualdad. Una defensa inclaudicable sobre los principios y valores democráticos. Es entender a la política como docencia, a pesar de las modas y las derrotas. Todo lo que hice después y todo lo que soy se la debo a esa escuela de vida que es la Franja. No sólo sirve para hacer política, después te sirve para la vida. Forja el carácter y la templanza, te enseña a trabajar en equipo, a abrazar las diferencias, a hablar en público cuando pasás por un curso o en una asamblea, a coordinar actividades, escribir proyectos. Es realmente una escuela. Pero, sobre todas las cosas, la Franja me da sentido, marca el norte.

En una reciente nota para Infobae, afirmó que siempre salen perdiendo los mismos. ¿Se refiere en general o particularmente desde la asunción de Javier Milei?

Yo dije “pareciera” que siempre pierden los mismos. Lo aclaro, porque para mí no es todo lo mismo. No es tampoco una cuestión de los últimos tres gobiernos. ¿Qué quiero decir? Que pierdan los jubilados no es novedoso y tampoco es de la última década. Pero ahora vemos que les quitan los remedios y es inevitable pensar en Arturo Illia y en la Ley de Medicamentos. Lo que sí es común en los últimos gobiernos es la frustración a la que nos sometieron. Como generación, estamos pagando los platos rotos de eso. Entonces, ahí está el desafío que planteamos ¿Cómo hacemos algo verdaderamente nuevo? Porque, por más novedoso que a veces nos parezca Milei, la receta es mala y es vieja.

¿Qué cree que quiso hacer Milei con la maniobra de las auditorías? ¿Hay algo de cierto o fue toda una pantomima?

La principal fuente de financiamiento de las universidades es y debe ser siempre a través del Estado Nacional, que por segundo año consecutivo, gobierna sin una ley de presupuesto. Ya sabemos que el año próximo va a ser nuevamente de conflictividad, ante la decisión política de este gobierno de no contar con una ley madre aprobada por el congreso. Este gobierno, que hablaba de auditorías, hace esta maniobra para tener discrecionalidad absoluta, reitero, absoluta, sobre los fondos. Creo que es indispensable que todas las instituciones del Estado sean transparentes y debidamente controladas. Las universidades no pueden ser la excepción, pero todo debe hacerse en el marco de la Constitución Nacional y el respeto a la autonomía universitaria. No pueden depender del gobierno de turno y de su relación con las autoridades universitarias, que también son de turno. Todos somos temporales, pero las instituciones quedan. En ese marco, no creo que éste sea un gobierno con preocupación genuina sobre la transparencia en términos generales, pero es una opinión personal. Sí creo que les fue una estrategia muy efectiva, porque corrieron el eje de la discusión y fue muy difícil que se hablara del deterioro salarial más abrupto de las últimas décadas, de cómo se está vaciando el programa de becas para estudiantes, de cómo se está destruyendo el sistema científico y tecnológico, de las más de 100 obras que se frenaron en todo el país. En fin…

Considerando que el año que viene son las elecciones, ¿existe alguna coalición política que represente los intereses de la Federación Universitaria Argentina (FUA)? Si no es así, ¿qué estrategia tienen?

La FUA está compuesta por organizaciones políticas de todas las vertientes y miradas. Distintas organizaciones encuentran su representación en diversos frentes políticos o en ninguno de ellos. Si hay algo que fue común este año fue la decepción sobre legisladores de manera transversal. Con la Ley de Financiamiento Universitario (entre otros ejemplos) nos dieron la espalda peronistas, radicales, gobernadores. Fue bastante común. Por eso, creo que en el 2025 sí vamos a mirar con mucha atención a quienes conforman las listas, sin aceptar imposiciones. Necesitamos legisladores con principios, que no entreguen sus convicciones en la puerta del Congreso.

Carlos Regazzoni, médico y político, explicó que el problema de los hospitales es la politización de las autoridades, ya que impide que haya políticas de largo plazo. ¿Crees que esto ocurre en el ámbito universitario?

Las “Políticas de Estado”, decimos cuando estudiamos en la carrera, que es uno de los grandes problemas que tiene Argentina. Permitime decir que no veo que sea un problema en la Universidad Pública. Muy por el contrario, creo que somos instituciones modelos en el sostenimiento de políticas en el largo plazo. Los consejos (directivos y superiores) van renovándose cada 2 años. El claustro más dinámico es el estudiantil, en ese proceso. Sin embargo, las decisiones de política institucional se sostienen bastante en el tiempo. Creo que en las Universidades los desafíos son otros, por ejemplo, nos falta dinamismo y nos debemos transformaciones profundas, más vinculadas a los tiempos en que vivimos.

Otro tema que se presenta en el ámbito de la salud pública es la sobredemanda. ¿Cómo impacta el ingreso sin examen “de filtro” en la Universidad? ¿Cree que el Ciclo Básico Común (CBC) sigue siendo la mejor opción?

El acceso irrestricto ha puesto a la educación superior argentina como modelo a seguir para toda la región. Hoy no hay un problema de demanda que no pueda ser atendida realmente por nuestro sistema universitario. En ese sentido, el CBC fue una decisión política que se tomó en el proceso de democratización de las universidades, que permitió achicar la brecha entre el colegio secundario y la universidad, que es uno de los mayores desafíos que tenemos en la actualidad. De hecho, el Ciclo Básico Común corresponde al primer año del trayecto académico, donde los contenidos que se dictan se tratan ya en el primer año de la carrera. Pero a su vez, la UBA se fue innovando. En ese sentido, hoy los estudiantes también cuentan con UBA XXI o programas y enlaces que fortalecen ese acceso.

Por otro lado, ¿cómo ven la situación de los estudiantes extranjeros? ¿Pagan un arancel? Si no es así, ¿no creen que sería eficaz para el mantenimiento de la universidad?

Respecto a la cuestión de los extranjeros es muy importante que podamos dar un debate serio, que ponga información y estadísticas sobre la mesa, liberados de prejuicios. En las carreras de grado los estudiantes extranjeros representan apenas el 3.9% del total. Esto incluye muchos estudiantes nacidos en otros países, pero que viven en Argentina desde que son muy chicos. La gran mayoría de este universo son residentes. Cuando decimos que es importante dar el debate con datos, hay algunos puntos que nos parecen que son centrales. En primer lugar, en el año 2021 la llegada de estudiantes internacionales aportó 390 millones de dólares a la economía de CABA. A nivel nacional, se calculan unos 600 millones de dólares. Ahí están pagando impuestos, que también financian la educación superior, como lo hacen todos los argentinos. En segundo lugar, hay que saber que los países más desarrollados valoran y promueven la aceptación de estudiantes extranjeros, porque mejora la calidad educativa. Así lo hacen Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Australia y Alemania. Los propios rankings internacionales, en los que tanto nos enorgullecemos de estar presentes siempre, valoran positivamente la presencia de estudiantes extranjeros. Dicho esto, creo que sí es importante fortalecer la reciprocidad en el proceso. Que los estudiantes argentinos sean recibidos en igualdad de condiciones en el exterior. Hoy se está avanzando fuertemente con eso, por ejemplo, con Brasil. Es un gran avance.

¿Es cierto que el porcentaje de alumnos que no terminan las carreras es muy alto? ¿Qué incentivos crees que podrían aplicar para acortar la brecha entre ingresantes y egresados?

La cuestión del egreso es una de las principales problemáticas que hoy las Universidades deben atender. Todas las Universidades vienen avanzando fuertemente en modificar e innovar planes de estudio, generando trayectos académicos más breves y con salida laboral más vinculada a las transformaciones que hoy transita el mundo del trabajo. Ahora, hay una cuestión que no se puede desatender: la crisis económica impacta de manera directa sobre el acceso, la permanencia y el egreso. A diferencia de otros países, en Argentina la gran mayoría de los estudiantes de las Universidades Públicas trabajan, tienen personas a cargo, son jefas o jefes de hogares. Pero muchas de nuestras carreras están pensadas para estudiantes full time. Y a su vez, las políticas de bienestar estudiantil también se vieron duramente afectadas por el ajuste de este gobierno. Las Becas PROGRESAR sufrieron un deterioro en términos de cantidad, permanentes inconvenientes y dificultades en el acceso para la inscripción y adjudicación y a su vez, los montos quedaron retrasados respecto a la inflación. Se habla de una caída del 67% en la inversión real del programa.

Por último, ¿cuáles son los principales proyectos que quisieras aplicar durante tu gestión? ¿Qué acuerdo estableciste con el resto de las fuerzas políticas?

Mi gestión ya va finalizando y la verdad es que han sido dos años de una agenda muy intensa. Nos habíamos propuesto dos grandes objetivos al inicio de la gestión: en primer lugar, hacer que la educación ocupe un lugar protagónico en la agenda pública, más pensando en el año electoral del 2023 y, en segundo lugar, incorporar la innovación como eje de transformaciones educativas necesarias. Respecto a lo primero, lo que hicimos fue llevarle una agenda de demandas al ex Ministro de Educación de la Nación, generamos un documento de 10 compromisos por la educación pública que acercamos a todos los candidatos a la Presidencia de la Nación, realizamos una campaña de alerta sobre los efectos de una política como el voucher educativo y el arancelamiento y ni hablar de todo lo que realizamos este año, las campañas de concientización en todo el país, las marchas federales del 23 de abril y del 2 de octubre, clases públicas todo el año, el abrazo simbólico al Congreso, radios abiertas, realmente fue un año de muchísimo trabajo. Y en cuanto a la agenda de innovación, hicimos actividades como la caravana educativa, donde realizamos talleres de ESI y salud mental, generamos una formación virtual en política y gestión universitaria para consejeros estudiantiles, llevamos adelante un programa nacional de voluntariado universitario para alfabetización en el territorio, hicimos talleres para trabajar tecnologías, ambiente y perspectiva de género. Siempre quedan temas pendientes y uno queda con ese sabor de lo que nos faltó, pero han sido dos años de muchísimo trabajo y compromiso para la FUA y para todos los representantes estudiantiles.

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