A finales de octubre pasado, el Gobierno liderado por Javier Milei comunicó la disolución de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) y el establecimiento de la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA). En este marco, Andrés Vázquez fue designado como titular de la Dirección General Impositiva (DGI), y una semana después promovió a su pareja, María Eugenia Fanelli, lo que implicó un incremento en su salario.
Fanelli ocupaba el cargo de jefa en una sección técnico-jurídica, donde percibía un salario que oscilaba entre 3,8 y 4,2 millones de pesos. Ha sido designada al mando de la Dirección Regional Centro II en la ciudad de Buenos Aires, con un nuevo sueldo que ronda los 8 millones de pesos. El ascenso de la abogada fue formalizado mediante la Disposición 182/2024, la cual se dio a conocer en el Boletín Oficial (BO) el pasado 4 de noviembre.
Cabe señalar que la decisión lleva la firma en solitario de Vázquez, director de la DGI, que junto a la Dirección General de Aduanas (DGA) conforman la nueva ARCA. En el documento se observa también que el contador público firmó el desplazamiento de quien ocupaba ese puesto, Luciano Botto Rostom, a la que designó en la Regional de Mercedes, donde a su vez desplazó a quien estaba en ese puesto.
“El contador público Pablo Daniel Gatti solicita el relevo de las funciones que le fueran asignadas oportunamente en el cargo de Director de la Dirección Regional Mercedes, en el ámbito de la Subdirección General de Operaciones Impositivas del Interior. Asimismo, se gestiona dar por finalizadas funciones y designar a diverso personal para desempeñarse en los cargos de Directores Titulares e Interinos en distintas unidades”, indica el decreto.
El salto de escalafón de Fanelli no habría sido apoyada por la entonces titular de la exAFIP, Florencia Misrahi, que hace un mes fue removida de su cargo por Juan Alberto Pazo, luego de que se conociera la imposición de un impuesto a influencers y streamers, que debían comenzar a tributar por sus actividades económicas.
La designación de Fanelli fue catalogada como “inusual” y “anormal” dentro del organismo, acorde a las fuentes consultadas por el periodista. Incluso esta decisión administrativa colisionaría con el Código de Ética interno del mismo y podría enmarcarse en un caso de “incompatibilidad manifiesta”.
Denuncias por presunto “enriquecimiento ilícito”
El 19 de diciembre pasado, Vázquez fue denunciado por diputados de la Coalición Cívica por los delitos de enriquecimiento ilícito y omisión maliciosa de datos en su Declaración Jurada Patrimonial ante la Oficina Anticorrupción (OA).
Según la presentación firmada por los legisladores Maximiliano Ferraro, Juan Manuel López y Mónica Frade, el actual titular de la DGI habría comprado tres departamentos en Estados Unidos, entre 2013 y 2015, valuados en más de USD 2 millones a través de una sociedad off shore en la que participa desde hace doce años. Sin embargo, no los declaró en su patrimonio, acorde a la Ley de Ética Pública.
En octubre del año pasado, Vázquez presentó su última declaración jurada ante la OA, en la que informó ser propietario de diez inmuebles en Argentina, entre los que incluyó departamentos y media casa en un country, pero no mencionó los inmuebles ubicados en Miami.