El esquema de negociaciones del Gobierno en el Congreso seguirá sin cambios al inicio del segundo año legislativo bajo la administración de Javier Milei. En vísperas de las sesiones extraordinarias, que comienzan el lunes, el Gobierno había propuesto informalmente a los bloques dialoguistas iniciar una serie de reuniones previas una semana antes. Sin embargo, desde las bancadas solicitaron aplazar estos encuentros.
Con la mayoría de los legisladores aún de vacaciones, los líderes parlamentarios prefirieron programar las reuniones más cerca de la fecha de inicio, en lugar de pedir a sus legisladores que regresaran anticipadamente. Ahora, la Casa Rosada ha convocado a los líderes de las bancadas afines para el próximo martes.
Se han iniciado conversaciones preliminares para organizar esta reunión conjunta entre el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, el líder del Pro, Cristian Ritondo, y el referente del sector “aliado” de la UCR, Rodrigo De Loredo. Además, el funcionario tiene previsto contactar en las próximas horas al líder de Encuentro Federal, Miguel Pichetto.
La cita está programada para llevarse a cabo en la Casa Rosada, una vez que se hayan puesto en marcha las sesiones extraordinarias.
Los bloques habían expresado su resistencia a reunirse con el oficialismo durante el receso vacacional, ya que la mayoría de los legisladores se encontraba de vacaciones.
Sin embargo, principalmente, no deseaban iniciar ningún diálogo formal antes de examinar los dos proyectos que el Gobierno aún no presentó en la mesa de entradas de Diputados: Ficha Limpia y la Ley sobre Compensación e Índice de Actualización de Quebrantos.
Los dos proyectos pendientes son los únicos que el Gobierno aún debe presentar del conjunto de siete iniciativas que se discutirán entre el 20 de enero y el 21 de febrero. En Balcarce 50 afirman que ya están casi completos y que llegarán terminados a las manos de Francos y el Presidente el viernes, lo que sugiere que probablemente sean enviados al Parlamento entre ese día y el lunes siguiente.
Los demás proyectos, que ya cuentan con estado parlamentario, incluyen la “Reforma para el Fortalecimiento Electoral”, que plantea la eliminación de las PASO; la modificación del régimen de reiterancia, concurso de delitos y unificación de condenas; y la reforma del Código Procesal Penal y el Código Procesal Penal Federal para regular la realización de juicios en ausencia del imputado.
El presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, otra de las espadas negociadoras con la oposición, también podría formar parte del encuentro, aunque aún tiene puesto el sombrero de vicepresidente de La Libertad Avanza. Estuvo de gira con Karina Milei entre Posadas, Misiones; y Mar del Plata, durante los primeros días de enero. Y si bien regresó a la capital ayer, el fin de semana probablemente lo pase en La Rioja. Estará de vuelta en su despacho desde el lunes.
Francos y Menem son los principales referentes libertarios que se mantiene al teléfono con gobernadores y diputados para sondear voluntades en época estival. Y no se descarta que haya una convocatoria a los gobernadores que tienen diálogo con el Gobierno con el ministro de Economía, Luis Caputo. Así se los habían prometido durante la última ronda de encuentros con Milei, en noviembre, cuando el jefe de Estado les planteó que un Presupuesto que no respetara la pauta de déficit cero era innegociable.
Esta charla sobre temas económicos tendría lugar durante la última semana de febrero, tras el regreso de “Toto” de Estados Unidos, a donde acompañará a Milei a la asunción de Donald Trump.
No está previsto que el Presidente participe de las reuniones exploratorias iniciales con los gobernadores. En rigor, el año pasado sólo los recibió en contadas oportunidades, durante o después de los debates por sus vetos a los fondos jubilatorios y las universidades. En general, Milei suele delegar en sus espadas políticas los encuentros destinados a reunir voluntades para temáticas de menor monta en su escala de prioridades.
En el sector violeta, a pesar de esta iniciativa, deslizaron que no tienen intenciones de generar reuniones, como en las discusiones por el Presupuesto y, antes, por la Ley Ómnibus, el año pasado. Ven que del otro lado hay demasiadas internas, y creen que primero deben ponerse de acuerdo en los otros partidos. “Antes cada uno tiene que juntarse, unificar posturas. Las reuniones para esto, en esta lógica parlamentaria, hay que hacerlas cuando haya que dar un mensaje contundente”, deslizaron en la Cámara baja.
En el bloque de Pro, como en la UCR, sin embargo, se mostraron cautos, y aseguraron que no recibieron ninguna señal de que una convocatoria. “Está todo planchado”, dijeron. Y agregaron que el silencio del oficialismo tiene sentido si se tiene en cuenta que ni siquiera se giraron los proyectos que faltan.
Las extraordinarias le servirán al Gobierno para volver a imponer su agenda política después del quiebre de las discusiones por el Presupuesto. Santiago Caputo quería impulsarlas en diciembre, pero Martín Menem y Guillermo Francos se inclinaban por postergarlas o incluso evitarlas, porque creían que el clima no era el adecuado. Finalmente, se impuso la visión del consultor (aunque más tarde de lo que deseaba).
¿Qué ocurrió entre diciembre y enero? En Balcarce 50 destacan que, principalmente, se impuso la urgencia de detener las PASO para este año. “De lo contrario, no nos alcanzan los tiempos en el cronograma electoral”, afirmó un alto funcionario nacional, quien reconoció que este será un tema prioritario en las próximas discusiones. Con franqueza, declaró que, en principio, cuentan con los votos necesarios para suspenderlas.
“Queremos su eliminación definitiva, pero si no logramos los votos, procederemos con una suspensión ahora y, una vez que aumentemos nuestro caudal de votos en el Congreso tras las elecciones, buscaremos su eliminación”, señalaron cercanos a Milei.