Durante el apogeo del verano y en medio de una creciente confrontación con La Cámpora, el kicillofismo se centra en los preparativos de un nuevo evento destinado a apoyar el liderazgo político de Kicillof y asegurar una posición destacada en la estructura nacional del peronismo.
La directiva es fortalecer la figura de Axel Kicillof. El objetivo es que su influencia aumente desde la provincia de Buenos Aires y trascienda los límites provinciales para competir directamente a nivel nacional con Javier Milei. Este será el propósito del evento que el equipo político del gobernador está planificando para el sábado 8 de febrero en Mar del Plata.
El Gobernador intentará exhibir su fuerza política. Será un gesto de presencia, solidez y persistencia respecto a un plan de acción. La intención subyacente es que encabece el proceso electoral en Buenos Aires, distanciándose de la influencia de Cristina Kirchner.
Dentro del entramado político, existe un respaldo total a la gestión del economista. Sin embargo, lo más destacado es la firme resolución de mantener su posición frente a un inminente ataque del sector cristinista, que anticipan ocurrirá si se opta por desdoblar las elecciones y se profundiza el debate sobre la conformación de listas y la estrategia electoral.
A pesar de las convicciones de cambio, en el ámbito bonaerense comenzó a propagarse la inquietud. Las segundas y terceras líneas de la estructura política empiezan a notar que los días se escurren rápidamente del calendario, y las figuras principales del proyecto político, en particular Kicillof, deben definir cómo implementar la propuesta en los municipios y cómo coordinar con la dirigencia local.
Desde @BAProvincia continuaremos trabajando orgullosamente por la soberanía nacional, que se construye día a día en la defensa del trabajo, la industria, el desarrollo de la CyT, la integración del territorio y el reclamo inclaudicable por nuestras Islas Malvinas.
— Carli Bianco (@Carli_Bianco) January 19, 2025
El evento en Mar del Plata se asemejará al que se llevó a cabo el año pasado en Florencio Varela. Será un plenario que reunirá a todos los sectores políticos y sindicales del peronismo de Buenos Aires. En términos de simbolismo político, representará una prueba de vida, una intención clara de participar electoralmente, y un indicio de que la dirección del espacio político, más allá de las diferencias históricas, ya no descansa en la expresidenta de la Nación.
Además del evento en la costa, hay otros dos que ya tienen fecha programada. Se llevarán a cabo el 15 de febrero en Junín y el 22 de febrero en San Nicolás. Estas son la cuarta y segunda secciones electorales, respectivamente. Ambas son localidades significativas del interior de Buenos Aires donde el peronismo no tiene el control gubernamental.
También se están planeando otros eventos en Azul y Bahía Blanca. La etapa más desafiante será cuando deban formar alianzas en el conurbano, la región donde el kirchnerismo tiene una presencia más fuerte, debido al apoyo de los intendentes a la conducción de Cristina y la intención de voto e imagen positiva que la ex mandataria aún mantiene en esos distritos.
Kicillof está a la espera de una resolución del Congreso sobre las PASO. El gobierno nacional está reuniendo apoyos para suspenderlas o eliminarlas. Si esto ocurre, el Gobernador seguiría el mismo rumbo y decidiría, en un solo movimiento político, separar las elecciones en la provincia de Buenos Aires.
En los pasillos de la gobernación aseguran que Kicillof ya tomó una decisión y solo espera que se defina el futuro de las elecciones Primarias. En su entorno cercano prefieren mantener un tono más moderado y aseguran que la decisión se tomará cuando haya definiciones a nivel nacional.