El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof y unos 40 intendentes peronistas se reunirán el martes, en Villa Gesell, en un encuentro que tendrá como tema central el posible desdoblamiento electoral. La cumbre está convocada para las 14.30, en el hotel Intersur, ubicado en la esquina de Paseo 111 y Costanera.
La experiencia reciente de Buenos Aires en las elecciones presidenciales parece confirmar esta perspectiva. La decisión del exjefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, de realizar elecciones concurrentes —en las que se votaron cargos locales con boleta única electrónica y listas nacionales con la tradicional boleta de papel el mismo día— resultó en largas filas para poder votar.
Sin embargo, la logística no es el único motivo por el que los intendentes buscan separar las elecciones. Según explicaron varios jefes comunales, celebrar los comicios en una fecha distinta a la de las nacionales es un reclamo histórico de las autoridades locales. Muchos creen que, debido a su densidad poblacional, la provincia debería tener la oportunidad de debatir su propia agenda de manera independiente. Actualmente, al alinearse con el calendario nacional, la discusión política queda relegada a los temas del país.
A esto último apunta la expresidenta Cristina Kirchner, que busca proyectar el escenario de polarización de la contienda nacional al ámbito bonaerense. “Ellos plantean no provincializar tanto la elección, no meterse tanto con temas locales y, de alguna manera, enfocarse más en la división ‘Milei-antiMilei’”, indicaron desde un municipio de la tercera sección.
Aunque en el entorno de Kicillof ya admiten que el desacople de los comicios “es una posibilidad”, el costo de hacerlo no es menor para el gobernador. Implicaría casi romper con Cristina Kirchner, a quien necesita para aprobar proyectos clave en la Legislatura bonaerense. “Hay un sector de La Cámpora que no muestra mucha predisposición a ayudar para que las cosas funcionen como tienen que funcionar”, indicó un intendente del Área Metropolitana de Buenos Aires. Es precisamente a esa tropa a la que puede ordenar la exmandataria.
“Los intendentes creemos que es mejor ir separados de los comicios nacionales”, indicó un jefe comunal de la tercera sección electoral. No se trata solo de un cálculo de beneficio partidario. Con la implementación de la Boleta Única de Papel a nivel nacional, las autoridades locales temen por problemas logísticos y confusión entre los votantes.
El planteo es sencillo: una votación simultánea de cargos nacionales y provinciales con dos sistemas distintos podría derivar en electores que omitan sufragar para alguna categoría o demoras insostenibles en los centros de votación, en especial en las zonas de mayor carga electoral como el conurbano.