El secretario de Prensa de la Presidencia, Eduardo Serenellini, presentó su renuncia este martes. A través de la plataforma X, comunicó: “Por motivos personales he decidido dejar el cargo de Secretario de Prensa de la Nación ante Javier Milei. Agradezco su confianza y mantengo una gran amistad”.
El exfuncionario añadió: “Desayuné esta mañana con el Presidente en Olivos y le comuniqué mi determinación de no continuar en la secretaría”.
Con 57 años y oriundo de Mar del Plata, su nombramiento fue oficializado en enero de 2024, en sustitución de Belén Stettler, figura de confianza de Santiago Caputo. Durante el último año de su gestión, Serenellini enfrentó críticas de figuras del oficialismo, llegando a protagonizar una “batalla presupuestaria” con el vocero presidencial Manuel Adorni y la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei.
A mediados de abril, Serenellini mantuvo cortocircuitos con la hermana del Presidente lo que llevó a que le rebajaran la jerarquía. Diez días después, el periodista volvería a recuperar el rango de ministro gracias a la llegada directa que mantiene con el jefe de Estado.
En junio, quedó envuelto una polémica con los medios de comunicación. Fue por una una resolución emitida desde Capital Humano, a cargo de Sandra Pettovello, en la que se reflotaba una ley de 1946 y pedía la matriculación de los distintos estamentos de la tarea periodística a nivel nacional.
Si bien la resolución fue dada de baja a las pocas horas, las reacciones que tensaron la relación entre el oficialismo y la prensa. Serenellini, consideró entonces que fue un “error involuntario” por parte del Ejecutivo, ya que “no se necesita la matrícula para cumplir un rol profesional de periodista”.
Afirmó también haber conversado con la presidenta de FOPEA, Paula Moreno, a quien intentó explicarle la situación. “No hubo mala intención. Cuando se discutieron los temas, se mencionó que si deseas tener tu matrícula profesional, debes seguir el canal correspondiente. Pero no fue un ´hazlo de esa manera´ o de lo contrario, no podrás ejercer como periodista profesional. Le dejé claro que no es obligatorio. Lo comprendió. Fue una mala comunicación. Hubo un malentendido”.
Otra razón que aceleró su salida fue su desconexión con la agenda del Ejecutivo. Como secretario de Prensa, Serenellini no tenía influencia en la comunicación oficial del Gobierno. Su agenda diaria incluía reuniones con cámaras empresariales y organizaciones civiles. Nunca se involucró en los temas urgentes. “Escucho los problemas de diferentes sectores y luego se los transmito al Presidente”, declaró hace unos meses al defender sus encuentros con pequeños empresarios.
Por razones personales he presentado mi renuncia al cargo de Secretario de Prensa de la Nación al presidente Javier Milei.
Agradezco su confianza y conservo una gran amistad .— Eduardo Serenellini (@edserenellini) January 28, 2025
Dos renuncias en tres días
Poco después, se conoció una carta dirigida al jefe de Gabinete, Guillermo Francos, en la que el abogado le desea “éxito” al oficialismo en “esta etapa especial”, destaca la “gran experiencia” de Francos y confiesa: “Fue un honor haber colaborado con la gestión”. “Por la presente hago llegar a Ud. en su carácter de responsable del ejercicio de la administración general del país, mi renuncia indeclinable a partir del día de la fecha al cargo de procurador del Tesoro de la Nación, con el que fuera honrado por el Sr. Presidente de la Nación”, indica en los primeros párrafos del documento.
“Ruego a Ud. haga llegar al Sr. Presidente esta presentación a la vez que mis votos por el éxito del Gobierno en esta tan especial etapa en la historia de nuestro país. Igualmente, deseo señalar que ha sido para mí una gran experiencia y honor haber colaborado con su gestión. Mis respetuosos saludos”, completa.
Es Profesor en la Diplomatura de Derecho Constitucional Profundizado de la Universidad Austral y Profesor adjunto del Claustro Docente de la Escuela del Cuerpo de Abogados del Estado de la Procuración del Tesoro de la Nación. También es coautor, con Santiago Maqueda Fourcade, de “La delegación legislativa y el Estado regulatorio” (Ábaco, 2018), “Tratado de la regulación para el abastecimiento” (Ábaco, 2015), y “Estudio constitucional sobre los controles de precios y la producción” (Ábaco, Buenos Aires 2015).