Para Axel Kiciloff, el desdoble es el único camino posible

Para Axel Kiciloff, el desdoble es el único camino posible

Opinión


El peronismo en sus múltiples versiones nacionales se encuentra sumido en una crisis importante y tiene que afrontar en ese estado una elección que se presenta complicada, por la dura derrota del 2023, por la necesidad de cambio y esperanza de la gente, porque no ha conseguido generar nuevos liderazgos y las posturas y realidades del espacio contienen demasiadas diferencias de objetivos entre ellas que dificultan la unidad en la acción.

En ese marco, parecería que internamente es imposible una coordinación de todos los dirigentes y gobernadores. Ya sea porque algunos están orbitando cerca del gobierno nacional, otros en proyectos regionales como los cordobeses en la zona centro y la inmensa mayoría de los gobernadores peronistas tienen un punto en común: no están dispuestos de nuevo a recibir órdenes de la ex Presidenta Cristina Fernández de Kirchner.

En este punto empieza a tallar fuerte el nombre de Axel Kiciloff, que sin tener grandes reproches hacia la figura de CFK, hay dos puntos que le hacen mucho ruido. El primero es que la Cámpora de Máximo Kirchner (enemigo de Axel) se escuda detrás de la ex mandataria, sin entender que ellos son solo una mínima porción del movimiento y allí el conflicto es total, no tiene solución. CFK pudo haber sobrevolado el tema para que la sangre no llegue al río, pero se involucró mal (de modo sanguíneo) hasta llegar a este punto. Lo segundo para el gobernador es que justamente que no está dispuesto a aceptar instrucciones de CFK acerca de cómo avanzar en su continuidad política. No quiere, ni va a ser otro Alberto, la última de las habituales malas elecciones de CFK. Kiciloff pretende ser artífice de su propia candidatura en 2027 y ya hace un tiempo que todo gira en torno a ese esquema.

¿Hay un camino?

El peronismo del interior tiene claro que hasta que no se desenrede este nudo bonaerense, poco tienen para hacer en un armado nacional -con base en el PJ en el 2027- y es por eso que transitarán este turno de 2025 pensando en cómo llegar de la mejor forma a ese punto. Al igual que el resistente Kiciloff, todos tienen que gobernar, pero solo el riojano Ricardo Quintela y Gustavo Melella en Tierra del Fuego se han parado en la vereda de enfrente del gobierno (sobre todo Quintela) en casi todas las discusiones. Los demás han tomado posturas más cautelosas y negociadoras, y otros como el tucumano Osvaldo Jaldo directamente de apoyo al gobierno nacional.

El PJ es la herramienta política del movimiento creado por el General Juan Domingo Perón. Poco ha quedado de su doctrina en la política tras 80 años de frondosa historia. Hoy el PJ es un rejuntado de impacto nacional disminuido en lo electoral, y la verdad es que la batalla final para ver de qué estamos hablando en la interna partidaria, se va a librar en territorio bonaerense, la provincia que contempla el 40 por ciento del padrón, que alberga al poderoso y pobre conurbano, la provincia más importante de la Nación en todo sentido, y la única en la que el mandatario Javier Milei no logra los apoyos que sí tiene en otras zonas de nuestro país.

A todo o nada

El kirchnerismo de Cristina y Máximo no es visto como una opción salvo para sus seguidores. Pero ella es la actual Presidenta del PJ. Su ambición de máxima hoy es la de poder controlar la Provincia y desde allí empezar la reconstrucción, pero la autocrítica de los errores no llega nunca. Mientras el país pierde derechos de todo tipo, y se agranda la entrega de los sectores estratégicos de nuestro país, el discurso y la actitud de la ex Presidenta ya no enamora. No es visto como opción.

Sergio Massa es el otro actor provincial, hoy abocado a la paz interna (imposible) y a su trabajo de consultor internacional. No debería ser de la partida este año, sí un influyente en un correcto desenlace, que otorgue sobrevida al espacio.

Parece lógico que el peronismo se ordene primero en Buenos Aires y luego, una vez que haya un camino trazado y firme hacia el futuro, se incorporen los distritos del interior que poco pueden hace en esta difícil coyuntura. Ahí debe patear el tablero Kiciloff.

Desdoble o muerte

Y la decisión hoy está puesta en el desdoble o no de las elecciones de este año. Cristina no lo desea, lo obtura hasta donde puede, pero el gobernador no precisa de ella para hacerlo. Y Axel ayer movió en Villa Gesell a 36 intendentes de la provincia y varios dirigentes de la Legislatura de ese distrito que le solicitaron precisamente el desdoble.  Él está esperando a ver qué sucede con las PASO a nivel nacional para implementar lo que ya es una decisión tomada. ¿Es información? No. Es pura lógica política, si no lo hace desaparece y deja la Provincia a la deriva y al partido en una crisis mayúscula. Y a Milei sin oposición real.

Kiciloff es un dirigente honesto más allá de los gustos de cada uno. Y eso es algo intolerable para Milei que no sabe más qué hacer para que Cristina (“la chorra”) sea candidata, jefa del PJ y todo lo que pueda visibilizarla más. Es lo que necesita el gobierno nacional para jubilarla, en un período electoral que podría tener la paradoja de sacar de la cancha en un solo tiro a Mauricio Macri y Cristina Kirchner. El sueño de Santiago Caputo y muchos argentinos más.

Si desdobla, Kiciloff seguirá gobernando, armando su candidatura y posiblemente gane las elecciones parlamentarias este año, fortaleciendo su conducción en el distrito. Después vendrán las alianzas y acuerdos con nuevos espacios. Si no, se acaba su carrera política y siguen estirando su final agónico CFK y Máximo hasta donde puedan. Usted, si es bonaerense, elige.

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