La figura del femicidio afuera del Código Penal

La figura del femicidio afuera del Código Penal

por Catalina Iannelli / Especial para Noticias Urbanas

Lo anunció el presidente de la Nación en una conferencia en Davos y generó fuertes críticas.


E l presidente Javier Milei, nuevamente en el centro de la controversia, anunció una medida que despierta alarmas. Esta vez, comunicó que en un futuro quitarían el agravante “Femicidio” del Código Penal. Lo expresó a través de un discurso dado en el Foro Económico Mundial en Davos, Suiza, un evento que se llevó a cabo del 20 al 24 de enero.

Posteriormente, el ministro de Justicia Mariano Cuneo Libarona confirmó sus dichos y recalcó la decisión de enviar al congreso un proyecto de ley para eliminar esta figura. “Ninguna vida vale más que otra”, publicó en su cuenta de X.

Este evento mundial se realiza anualmente con el objetivo de debatir problemáticas globales, como el cambio climático, la economía y los avances tecnológicos, entre otros. Reúne a líderes gubernamentales, representantes de organizaciones no gubernamentales, empresarios y figuras influyentes de todo el mundo. Cada testimonio en Davos tiene un impacto significativo, ya que las posturas presentadas suelen influir en la agenda internacional.

Allí, el presidente argentino manifestó: “En muchos países, supuestamente civilizados, si uno mata a la mujer se llama femicidio, y eso conlleva una pena más grave que si uno mata a un hombre solo por el sexo de la víctima”. Y agregó: “Legalizando, de hecho, que la vida de una mujer vale más que la de un hombre”.

“El propio estado es el que está desmantelando las políticas de prevención y abordaje de las violencias, y está promoviendo abiertamente la violencia hacia las mujeres”, dijo Luci Cavallero, Sociología, investigadora de la Universidad de Buenos Aires y miembro de Ni Una Menos, movimiento feminista que nació en 2015 como respuesta a la creciente violencia de género en Argentina, con el objetivo de visibilizar los femicidios y exigir políticas públicas efectivas para la protección de las mujeres.

Yohana Solis, que también habló con Noticias Urbanas, es Politóloga recibida de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y tiene una maestría en género y políticas públicas. Consideró que este anuncio responde a una estrategia: “En este tipo de foros se habla principalmente de economía, pero al no tener los resultados esperados, el gobierno busca culpar a factores externos o distraer la atención. Es encontrar a quien culpar de resultados económicos que no se dieron como esperaban”. Además, señaló que el presidente, al hacer este anuncio en un foro internacional, se siente respaldado por otros líderes conservadores como el Presidente de Estados Unidos Donald Trump y la Presidenta del Consejo de Ministros de Italia Giorgia Meloni, que comparten una postura similar en cuanto a políticas de género. Esto, según Solis, le da al presidente argentino un “aval” para avanzar en su agenda de recortes en políticas públicas de género.

El proyecto de ley y su impacto

La eliminación del agravante de femicidio se enmarca en un proyecto más amplio llamado “Igualdad ante la Ley”, que también busca derogar políticas de género como los documentos de identidad no binarios y los cupos laborales para personas trans, que establece que el 1% de sus puestos deben tener cupo para personas transgénero. “El objetivo de este gobierno desde el día que asumió fue recortar en políticas públicas de género, de inclusión y de equidad”, resaltó la politóloga.

Mientras tanto, Cavallero puntualiza que el gobierno busca introducir una discusión en el pueblo: “Quieren que la sociedad legitime la violencia contra las mujeres. Sin embargo, es un cambio que ya está instalado y cristalizado. No creo que se pueda acceder porque estamos viendo que hay respuestas masivas”.

La comunidad LGBTIQ+ también fue un punto de ataque debido a las declaraciones del presidente Javier Milei en el Foro Económico Mundial en Davos. En su discurso, afirmó que “la ideología de género constituye lisa y llanamente abuso infantil” y vinculó a las parejas homosexuales con la pedofilia. Estas afirmaciones estigmatizantes y peligrosas generaron un rechazo generalizado por gran parte de la sociedad, por organizaciones de derechos humanos y por el colectivo LGBTIQ+. Rápidamente, organizaciones y personas autoconvocadas organizaron una asamblea en Parque Lezama para decidir una acción colectiva. En respuesta, bajo la consigna “La vida está en riesgo ¡Basta! Al clóset no volvemos nunca más”, se convocó a una marcha federal el 1 de febrero desde el Congreso hasta la Plaza de Mayo a las 16 horas.

Argentina se posiciona así en un escenario crítico. “Argentina es tomada con gracia, como experimento. En los ámbitos de mayor conciencia social es una vergüenza mundial”, reveló la socióloga. Sin embargo, destacó que se respetan mucho los movimientos de Argentina. Al mismo tiempo, la politóloga subrayó: “Lo que plantea nuestro presidente está muy alineado con lo que dice el presidente de los Estados Unidos. El mundo está alerta, porque en su discurso se hicieron generalizaciones completamente falaces, y eso es un error. Sin embargo, creo que no están mirando a Argentina, sino a Estados Unidos, ya que es uno de los países más influyentes en la política mundial, pero además porque Trump, en la última semana, suspendió todos los fondos destinados a políticas de género”.

Femicidio como figura agravante

En Argentina, el femicidio fue incorporado como agravante de homicidio en el Código Penal en 2012 cuando se modificó el artículo 80, estableciendo penas de prisión perpetua para quienes maten a una mujer por razones de género. Esto quiere decir que esta pena es para quien mate “a su ascendiente, descendiente, cónyuge, ex cónyuge, o la persona que mantiene o ha mantenido una relación de pareja, mediare o no convivencia” y si el crimen es cometido “por placer, codicia, odio racial, religioso, de género o a la orientación sexual, identidad de género o su expresión”. Cuando el asesinato de una mujer no esta relacionado con una cuestion de genero no se considera femicidio. “Muchos asesinatos de mujeres no entran en la categoría de femicidio porque no se prueba que hay un contenido de odio de género. Lo que dice el presidente es un argumento falaz”, insistió Luci.

Según datos de La Casa del Encuentro, durante 2024 se registraron 283 femicidios, lo que significa que una mujer fue asesinada cada 31 horas. Además, de acuerdo con la encuesta de prevalencia de la Iniciativa Spotlight (2022), el 45% de las mujeres argentinas atravesaron situaciones de violencia de género en algún momento de sus vidas. Aun con leyes y derechos conseguidos, las mujeres siguen siendo violentadas por el simple hecho de ser mujeres.

Si se eliminan las únicas políticas de protección, ¿qué podría suceder?. “Ya no habría una posibilidad de probar en la justicia que es un asesinato motivado por el género”, explicó Cavallero, advirtiendo sobre la gravedad de la posible reforma. Al mismo tiempo, Yohana ratificó que hay muchos casos de femicidio que no llegan a juzgarse como tales. “No se llegan a investigar con ese nombre por las condiciones en las que se dieron. Por eso quitar la figura del femicidio es retroceder en términos históricos”, apuntó.

En América Latina, la mayoría de los países han implementado leyes destinadas a proteger a las mujeres de la violencia de género. Sin embargo, Cuba y Haití se destacan por no contar con una legislación específica en esta área. Si Argentina elimina la figura del femicidio, se convertiría en el tercer país de la región sin políticas públicas concretas para proteger a las mujeres.

La igualdad no se trata de uniformidad, sino de entender que hay desigualdades sociales que deben abordarse para que los derechos sean realmente accesibles e iguales para todos. Por ejemplo, según Amnistía Internacional, las mujeres en Argentina deben trabajar 8 días y 10 horas más que los hombres para ganar lo mismo en un mes. “No es una cuestión solo en Argentina, hay conferencias internacionales en la que han firmado muchos países, incluido Argentina, en la cual se reconoce que la mujer o las feminidades están en desigualdad de condiciones ante la ley”, argumentó la politóloga.

Según datos informados por organismos oficiales al Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe (OIG) de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), al menos 3.897 mujeres fueron víctimas de femicidio en 27 países y territorios de América Latina y el Caribe en 2023. Esto corresponde a 11 femicidios al día. Además, más del 65% de los femicidios fueron perpetrados por pareja o expareja de la víctima, en 8 de los 10 países que reportan este dato.

La lucha contra la violencia de género en Argentina se ha construido en base a casos emblemáticos que generaron cambios en la legislación y movilizaciones masivas. Uno de ellos fue el femicidio de Lucía Pérez en 2016, que impulsó el primer paro nacional de mujeres.

Hoy la socióloga invita a manifestarse para repudiar esta medida: “Hay que dar una respuesta en todas las escalas. Es muy importante el momento de la movilización, pero también hay que apelar estrategias jurídicas”.

Esta reforma pone en riesgo los avances logrados en la lucha contra la violencia de género. La eliminación de esta figura sería un retroceso histórico y una amenaza directa a la seguridad y a los derechos de las mujeres en Argentina. La movilización social y las respuestas jurídicas se vuelven fundamentales para frenar una decisión que podría marcar la lucha por la igualdad y la justicia. “Porque lo que hay que entender es que no se sale de la crisis económica y política mundial gobernando para unos pocos. Estás arriesgando la vida de millones de personas. No solo a una persecución ideológica, sino que es a la persecución de un otro diferente”, finalizó Solis.

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