$Libra: Ya no hay “wokes”, sino “brokes”, prófugos y engañados

$Libra: Ya no hay “wokes”, sino “brokes”, prófugos y engañados

El desastre de la memecoin que publicitó el presidente impactó sobre algunos crédulos y sobre él mismo. La inexistente oposición duda y elabora respuestas sólo formales. Eso le permitirá sostener un proyecto político ya caducado.


Todo ocurrió tan rápido y finalizó tan fugazmente como todo lo que surge de las redes, justamente el hogar más confortable del presidente argentino Javier Gerardo Milei, que vio desvanecer su credibilidad coincidentemente con la $Libra.

El viernes a las 19:00, justo cuando miles de enamorados conmemoraban su día, el libertario posteó en la red X, de su amigo Elon Musk, una evidente publicidad de una nueva “criptomoneda”, asegurando -sin estar seguro de ello-, que su comercialización iba a “incentivar el crecimiento de la economía argentina, fondeando pequeñas empresas y emprendimientos argentinos”. Para rematar su arenga, Milei desafiaba: “El mundo quiere invertir en Argentina”.

Pocas horas después (sólo cuatro horas), el sueño se había disipado. Miles de ilusiones habían quebrado y sólo la amarga convicción de haber saboreado el fruto fugaz del boludo sobrevivía entre los frustrados “librianos”.

Mediante la publicación de otro breve mensaje -todo es efímero en ese mundo líquido-, finalmente, Milei se desdijo de su recomendación original y dejó colgados de una frágil cuerda a sus admiradores y seguidores.

Los que miran desde atrás de las cortinas

Hayden Mark Davis, el supuesto Chief Executive Officer de Kelsier Ventures, un oscuro personaje al que algunos expertos consideran “un fantasma peligroso”, habría sido el cerebro -o la cara visible- detrás de la estafa, que damnificó a más de 70 mil inversores por una suma cercana, por lo que se sabe hasta ahora, a los 286 millones de dólares.

En el lejano mundo de las criptomodedas, las memecoin y los token, es fundamental que algún famoso oficie de “padrino”, con toda la carga que conlleva esta palabra de múltiples acepciones. Davis estuvo reunido en varias ocasiones con Milei, con la intención de conseguir su respaldo para esta iniciativa. En el sitio especializado en criptos Coin Desk, el norteamericano de Los Ángeles llegó a asegurar que “yo controlo a ese nigga” (negro, gil o boludo), y que “envié $$$ a su hermana y él firma lo que sea y hace lo que yo quiero. Una locura”.

Hasta aquí, una sucinta crónica de los hechos. Hay más, pero las consideraciones morales no son la especialidad de la casa, por lo que llegó el momento de hacer el relevamiento de los daños en la política que viene.

La política, esa materia extravagante

La reacción de toda la oposición fue de una timidez apabullante. Es muy extraño que ante el final del proyecto político que alguna vez lideró Javier Milei, nadie reaccione con la seriedad que el caso requiere.

Existe un vacío de poder, por más que las virtudes más características del libertario -su resiliencia, su desprecio por los golpes que le aplica la realidad y su toreo permanente- lo mantendrán en el centro del ring, dando y recibiendo metralla.

Los primeros en reaccionar ante las denuncias contra la estafa $Libra fueron los socialistas Esteban Paulón y Mónica Fein que, acompañados por Natalia de la Sota, presentaron un proyecto de juicio político ante la comisión correspondiente. El resto del bloque al que pertenecen -Encuentro Federal-, que preside Miguel Ángel Pichetto, manifestaron su desacuerdo con la postura de sus colegas, pero en cambio solicitaron la comparecencia ante la Cámara de Diputados del “jefe” real, Karina Milei, del jefe de Gabinete de Ministros, Guillermo Francos, del ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona y del vocero presidencial, Manuel Adorni.

Los más duros -aunque sin esperanzas- residen en el bloque de Unión por la Patria, que ya anunciaron su intención de impulsar el juicio político. El jefe de la bancada, Germán Martínez, manifestó que el caso $Libra es “un escándalo sin precedentes” y “una estafa de enorme escala”, que podría guardar “consecuencias graves para la Argentina”, por lo que “requiere una respuesta institucional de la misma proporción”.

Los integrantes de la bancada se reunieron virtualmente el sábado último para redactar el proyecto, que ya está listo para ser presentado ante la paralizada Comisión de Juicio Político, adonde no prosperará.

Los integrantes del bloque de la Coalición Cívica, en consonancia con el pichettismo, también quieren la presencia de Francos, alegando -muy formalmente, como es su costumbre- su condición de “responsable político ante el Congreso de la Nación y de la administración general del país, a fin de que informe por escrito y responda de manera verbal y pública las consultas de los diputados”.

Los doce diputados del radicalismo rebelde, agrupados en la bancada Democracia para Siempre, también manifestaron su intención de impulsar la conformación de una comisión investigadora, un proyecto que tampoco llegará a ningún puerto.

El bloque radical con peluca, que conforman 20 diputados, presidido por Rodrigo de Loredo, también sigue parado en medio del Ni. En un contundente tuit, el cordobés manifestó con convicción: “Ni juicio político, ni hacer de cuenta que no pasó nada”. Lo más lejos a lo que están dispuestos a llegar es a un interrogatorio previamente pactado con Guillermo Francos.

En este contexto, no habrá juicio político y, posiblemente, tampoco habrá comparecencia de la secretaria general de la Presidencia. Quizás, Francos deberá dar la cara una vez más y sólo eso. La razón es que las comisiones de Asuntos Constitucionales y de Peticiones, Poderes y Reglamento están presididas por el libertario Nicolás Mayoraz y por Silvia Lospenatto (Pro). No existen posibilidades de que estos legisladores convoquen a sus colegas a tratar el tema en sus comisiones. Para peor, la Comisión de Juicio Político se conformó el 18 de abril de 2024 y eligió a la libertaria Marcela Pagano como presidenta, pero su propio bloque la destituyó inmediatamente, dejando acéfala la comisión, que tiene 31 miembros, de los cuales once pertenecen a Unión por la Patria. Sea quien sea el presidente de la comisión de ahora en más -siempre un libertario-, no habrá convocatoria para sesionar.

Las instrucciones que bajan desde la Casa Rosada contienen la exigencia de paralizar la actividad hasta que el caso vaya perdiendo intensidad y abandone las primeras planas. De todas maneras, la magnitud de la estafa sigue merodeando los medios de comunicación y las redes sociales en Argentina y en el resto del mundo, por lo que el fuego, como en la Patagonia, no se apagará todavía.

Postales del dolor

Quedan como resultado, algunas imágenes. El trader chileno Clemente, uno de los damnificados por Milei, relató que invirtió su dinero en $Libra a causa del magnetismo presidencial. Reveló además que algunos amigos perdieron hasta 200.000 dólares en la movida.

“El viernes en la noche Javier Milei posteó este tuit para promocionar Libra y conociendo a Javier creíamos que había sido un hackeo. Pero después lo publicó en Instagram y en Facebook y por último hizo un reposteo en Twitter. Te enviaba todo a un sitio que era un poco raro, pero lo recomendó Milei”, lo que despejó, en su caso, sus dudas y entró como cuchillo caliente en la mantequilla, con el resultado conocido.

Otro caso, éste más espectacular y estentóreo, fue el de un joven inversor norteamericano, que apareció en un video tensando sus músculos de patovica, mientras tiraba cosas contra una pared y gritaba furiosamente amenazas variadas contra Hayden Mark Davis. Entretanto, aseguraba: “I’m broke, I’m broke”. Asustado, Hayden decidió hacer honor a su nombre y desaparecer, ante las múltiples amenazas que recibe. Escondido, en inglés, es “hidden”. Su fonética hace que suene igual que el nombre del timador angelino. ¿El primer paso de la fuga con el dinero malhabido? Al fin y al cabo no era un crypto-expert, sino un simple asaltante de caminos.

 

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