Funcionan coordinadamente. Todos reciben instrucciones, flyers, textos e ilustraciones y los lanzan a las redes a la misma hora y posiblemente desde los mismos sitios. Son miles de cuentas de “X”, Instagram, Facebook o Tik Tok, enmascaradas bajo nombres falsos, portadoras de un lenguaje de baja densidad, fácil de entender y fácil de replicar. También, poseedores de una debilidad argumental impresionante. Sólo pueden funcionar porque operan sobre prejuicios ya sembrados en mentes rudimentarias, proclives a comerse la margarita.
Los objetivos de sus ataques son personas y organizaciones cuyos voceros cuestionan las políticas de Estado que lleva adelante el presidente Javier Gerardo Milei. Él mismo se encarga, en ocasiones, de depositar un “me gusta” o de reenviar el posteo, siempre y cuando no se encargue de “difundir” alguna otra información, como ocurrió con la obscura criptomoneda $Libra.
De todos modos, después de “difundir” sus informaciones, Milei puede descansar. Su granja de replicantes se encarga de hacerlas llegar al gran público sin demoras. La diferencia con Trump es que éste fue expulsado de la red del pájaro azul el ocho de enero de 2021 y esto le dio pie para crear su propia red, Truth Social (La Verdad Social), en la que él pone las reglas y ningún poder en las sombras lo limitará.
Para muestra basta un botón. El 27 de febrero dos menores de 14 y 17 años se llevaron un auto en el que iba una nena de siete años llamada Kim Anura Gómez. Al intentar arrojarla a la calle por la ventanilla, la niña quedó atrapada debajo del auto, que la arrastró a lo largo de diez cuadras, hasta que chocaron contra un poste de luz. La nena sufrió graves traumas y fracturas, que le provocaron la muerte.
El horrible crimen despertó inmediatamente a los cultores de la moral, la decencia, las buenas costumbres y aún de una ética que difícilmente pueden demostrar.
El periodista Héctor Sosa, editor de Motor Económico, armó la cronología, no del crimen en sí mismo, sino del carancheo político que se produjo a su alrededor.
A las 10:00 de la mañana, 1.790 cuentas de la red “X”, relacionadas con Milei, salieron a atacar al gobernador bonaerense Axel Kicillof, en cuya jurisdicción se produjo el crimen.
A las 10:03, se sumaron a los anteriores otros 2.000 trolls, repiqueteando con un mismo volante, todo con la misma información. Un minuto después, repitieron el método en Instagram y en Facebook.
A las 10:05, algunos periodistas que vocean doctrina en medios oficialistas comienzan a deslizar que existe un cierto “malestar” con el gobernador, porque “no hace nada para que deje de matar niños”.
A las 10:10, la información alcanza en las redes sociales a alrededor de cuatro millones de usuarios.
Finalmente, para remachar la tarea, a las 13:00 el presidente de la Nación retuitea la información. Media hora después, José Luis Espert -que juega fuerte a ser el candidato a gobernador por LLA en 2027- expresa que la provincia de Buenos Aires es “ingobernable”.
Luego, hasta las 16: aproximadamente, todos los canales de cable y de la TV abierta transmiten en cadena el horrible asesinato, pero omiten informar sobre otros hechos que se han producido más o menos al mismo tiempo en otras partes del país.
El deber ha sido cumplido. Éste es un año electoral y cada hecho que favorezca o perjudique a quien sea será destacado u ocultado, dependiendo de la línea política que desarrolle el medio transmisor de la noticia.
En el cielo no vuelan almas bellas en estos tiempos crueles. Oscurece.
Un émulo argentino
Alguna identificación sufre el presidente argentino con su ¿par? norteamericano, Donald Trump. Hasta en la $Libra se parecen.
El 19 de enero último, Trump lanzó por la plataforma Solana su propio “memecoin” denominado con su nombre (el $Trump), que le permitió amasar en dos días una fortuna en el papel de 38.900 millones de dólares. Su esposa, Melania, hizo lo mismo y recaudó unos 2.000 millones. Estas criptos fueron lanzadas, pareciera, sólo para captar adhesiones y sin objetivos recaudatorios. Son cifras muy lejanas a las que alcanzó el fallido intento de $Libra, que no llegó a 300 millones.
Aún así, no se conoce ni un solo caso de que un recaudador devuelva el dinero atesorado en su bóveda por su propia voluntad. George Harrison les compuso una canción, que fue incluida en el LP “Revólver”. En “Taxman”, el guitarrista de Los Beatles advertía: “déjame decirte cómo será, hay uno para tí, diecinueve para mí, porque soy el recaudador de impuestos”. Luego, aclaraba aún más la cuestión: “puede parecer que el cinco por ciento parezca poco, sé agradecido de que no me llevo todo todo, porque soy el recaudador de impuestos”. El final era ominoso: “ahora, mi consejo para aquellos que se mueren, declaren sus peniques en sus ojos, porque soy el recaudador y tú no trabajas para nadie más que para mí”. Una de las principales virtudes de Harrison fue su mordacidad, un valor que no excluye la exhibición de sus llagas.
De todas maneras, entusiasmado con el sistema, Trump anunció el domingo pasado en su red Truth Social que a su orden se conformará un “Grupo de Trabajo presidencial para avanzar en una Reserva Estratégica de Criptomonedas que incluya a XRP, SOL y ADA. Me aseguraré de que EE.UU. sea la Capital Cripto del mundo”, aseguró. Una hora después, a estas tres criptos, Trump agregó a BTC (Bitcoin) y ETH (Ethereum), las dos principales criptos del mundo.
Después de su mensaje, las dos últimas criptos -Bitcoin y Ethereum- experimentaron alzas del 8°° y 8,3%, alcanzando valores de u$s 90.828 y u$s 2.409, respectivamente. Las otras criptomodedas llegaron a revalorizarse hasta el 62%, en algún caso.
Continuando con esa línea, la empresa periodística norteamericana Cable News Network (CNN) informó que el viernes siete de marzo, la Casa Blanca será la sede de una Crypto Summit (cumbre de criptos), a la que asistirá la crema de la industria.
Confirmaron ya su presencia Michael Saylor -cofundador de Strategy-; David Bailey -CEO de Bitcoin Magazine-; Matt Huang -cofundador de Paradygma-; JP Richardson -CEO de Exodus-; Kyle Samani -socio y directivo de Multicoin Capital-; Zach Witkoff -cofundador de la Financiera de la Libertad Mundial (World Liberty Financial), ligada a la familia Trump-; Sergey Nazarov -cofundador de Chainlink-; Brian Armstrong -CEO de Coinbase-; Vlad Tenev -CEO de Robinhood-; Arjun Sethi – CEO de Kraken-; Kris Marszalek -CEO de Crypto.com- y Brad Garlinghouse -CEO de Ripple.
Por el gobierno estarán presentes Bo Hines -presidente del Consejo Ejecutivo de Asesores en Valores Digitales-; David Sacks -el zar de la Inteligencia Artificial y las criptomonedas-; Mark Uyeda -presidente interino de la Comisión de Valores y Cambio, la popular Securities and Exchange Comission (SEC)- y Caroline Pham -presidenta interina de la Comisión de Comercio de Mercaderías a Futuro.
Faltan confirmar aún su presencia los representantes de las empresas Ark Invest, Ethereum, Circle, Tether, Cardano, Solana y Andreessen Horowitz por el sector privado y tampoco anunciaron aún su presencia la fiscal general estadounidense Pam Bondi, el secretario del Tesoro, Scott Bessent y el secretario de Comercio, Howard Lutnik.
Tantos nombres de especuladores seriales, algunos más serios que otros, deberían advertir al mundo que el entorno cripto debería ser regulado, sino las estafas seguirán estando al alcance de muchos tontos, que es un elemento que nuca falta. ¿Quién le dijo, amigo lector, que poniendo u$s 5.000 la vida le sonríe, lo masajea y aún lo favorece incondicionalmente? La plata se hace trabajando.
Extrañamente, entre los invitados no figura Hayden Mark Davis. El talento estará ausente en la cumbre. Una injusticia. Igualmente, el premio Nobel aún está vacante este año. Atenti, los académicos suecos, que hay dos candidatos de fierro.