En su alocución, Kicillof subrayó la función del Estado y la solidaridad del pueblo bonaerense ante la crisis, contrastando esta respuesta con la noción de “sálvese quien pueda” que, según él, representa el actual gobierno nacional. “Experimentamos una inundación y estuvimos presentes de inmediato. Movilizamos recursos estatales, y luego, los intendentes de las comunas vecinas, de todos los partidos políticos, se pusieron en contacto conmigo”, indicó el gobernador. Además, destacó la llegada de bomberos voluntarios y la labor del personal de salud, que se vio alterada debido a la inundación de un hospital en la región.
Kicillof enfatizó que la respuesta ante la tragedia evidenció una disparidad en la concepción del papel del Estado y la sociedad: “En la actualidad, existe una corriente de pensamiento a nivel global que sostiene que para tener éxito uno debe esforzarse, como si estuviera en una selva, donde solo sobrevive el más fuerte. Cada individuo debe salvarse por sí mismo. Lo que sucedió en Bahía Blanca es conmovedor, ya que estuvo presente el Estado, todos los ministerios, todos los intendentes, los trabajadores, y numerosos profesionales de la salud. Además, el pueblo, la sociedad, la provincia y la Argentina en su totalidad”.
En este sentido, el gobernador bonaerense afirmó que la catástrofe movilizó la solidaridad de los ciudadanos, quienes se ofrecieron a colaborar de diversas formas. “Recibí comunicaciones de prácticamente todos los gobernadores de diferentes fuerzas. Reconozco que fue una catástrofe sin precedentes, lo cual provoca movilización y reflexión, pero también revela una diferencia en la concepción y el tipo de sociedad que deseamos construir”, subrayó. “Recibimos numerosas donaciones, personas con recursos que decidieron ayudar, así como muchos bonaerenses y argentinos que no cuentan con mucho, quienes contactaron para ver de qué manera podían contribuir, ya que había personas en dificultades”.
Críticas a la administración de Milei
Sin hacer mención a la asistencia por parte del gobierno nacional en Bahía Blanca, Kicillof utilizó la solidaridad mostrada tras la tragedia para fortalecer su crítica hacia Milei y su administración. “Es una vasta, global y contundente refutación del país que intentan hacernos creer. Considero que existe otro país, nuestro verdadero país, que se relaciona con nuestra cultura, nuestra historia de generaciones que apoyan a otras generaciones, y el valor fundamental que poseemos es el de la solidaridad y el amor, no el del odio, los insultos ni el ‘cada uno por sí mismo’”, manifestó.
En este contexto, el gobernador provincial también cuestionó la política de ajuste y la paralización de las obras públicas promovida por el ejecutivo nacional, recordando que en el pasado hubo otra administración que implementó medidas similares: “Llegó un gobierno de ajustes radicales. El de (Mauricio) Macri y (María Eugenia) Vidal fue un ajuste severo, con el mensaje de ‘no hay dinero’. Si bien no fue una detención total de la obra pública, fue mínima y luego se detuvo todo, lo cual conlleva las implicaciones de frenar un proyecto en marcha,” criticó Kicillof, y advirtió que en la provincia de Buenos Aires “el gobierno actual ha detenido 1. 000 obras”.
Desde que asumió, Milei ha destacado la importancia de un discurso que aboga por la reducción del gasto público, implementando un fuerte ajuste que ha impactado en la paralización de proyectos de infraestructura en diversas provincias. Ante esta situación, Kicillof afirmó que su gobierno no detendrá los proyectos en desarrollo: “El mensaje que quiero transmitir es que aquí en la provincia de Buenos Aires, a pesar de las dificultades existentes y de la interrupción del financiamiento del Estado nacional, no paralizaremos las obras”.
