La embajada china en Argentina respondió a las declaraciones del secretario del Tesoro de EE. UU., Scott Bessent, calificándolas como “difamaciones y calumnias maliciosas”. Durante su visita a Argentina, el representante de Donald Trump, que apoya el programa económico de Javier Milei, habló sobre las relaciones entre el gigante asiático y el país, cuestionando los “acuerdos rapaces” que se “presentan como ayuda”, refiriéndose a proyectos de infraestructura y otros convenios, incluido el intercambio de monedas.
“La afirmación sobre los acuerdos considerados como rapaces y las supuestas enormes cantidades de deuda que ha asumido la República Popular China es falsa”, declaró la embajada china, bajo la dirección del embajador Wang Wei.
El “desacuerdo absoluto” de Beijing fue una respuesta a las declaraciones de Bessent realizadas el lunes pasado, tras su reunión con el presidente Milei y el ministro de Economía, Luis Caputo, en Casa Rosada. El secretario del Tesoro de EE.UU. indicó que el objetivo de Washington es “prevenir” que América Latina experimente “lo que ha sucedido en el continente africano”.
“China ha suscrito múltiples convenios depredadores que se presentan como asistencia, donde han tomado control de derechos mineros y han incrementado significativamente la deuda de estos países”, destacó.
En medio de la guerra comercial entre Washington y Beijing, el representante del presidente chino, Xi Jinping, no se quedó atrás y emitió un comunicado extenso en respuesta a las acusaciones del enviado de Trump en Buenos Aires.
“Algunas personas con intenciones ocultas están tratando de provocar discordias en las relaciones entre China y Argentina, así como en las relaciones sino-africanas”, afirma el comunicado. Además, resalta que las “cooperaciones” bilaterales buscan “impulsar el desarrollo socioeconómico y el bienestar de los pueblos”.
“Si Estados Unidos elige no seguir este camino, al menos debería evitar obstruir o socavar deliberadamente la asistencia que otros países brindan a las naciones en desarrollo o del Sur Global. No debería comprometer el bienestar de los pueblos para satisfacer sus propios intereses geopolíticos y defender su hegemonía”, concluye.