En una emotiva reflexión, la vicejefa de Gobierno porteño, Clara Muzzio, homenajeó al Papa Francisco destacando su legado espiritual y humano. “El Papa fue el argentino más importante de la historia”, afirmó, reconociendo la trascendencia única de Jorge Bergoglio desde su asunción como el primer pontífice latinoamericano. “Su historia se unió a la del mismísimo San Pedro… ningún otro argentino alcanzará jamás su trascendencia universal e histórica”, expresó con firmeza.
Muzzio evocó el instante en que Francisco fue elegido Papa, el 13 de marzo de 2013, y recordó una frase que, según dijo, la marcó: “De ahora en adelante, Francisco jamás caminará solo”. La vicejefa porteña señaló que esa reflexión, publicada por un periodista en ese entonces, capturaba el inicio de una nueva vida para Bergoglio, quien dejó atrás su sencillez cotidiana para abrazar una responsabilidad sagrada. “Siempre habría asistentes, guardias, religiosos, políticos, personas del poder y creyentes”, explicó.
La funcionaria también recordó al Bergoglio de Buenos Aires, “aquel hombre común” que tomaba el subte con un maletín de cuero rumbo a la Catedral Metropolitana. “Tuvo que renunciar como Papa a su escala personal para quedar dentro del halo que la inmensa responsabilidad de encabezar la Iglesia Católica le imponía”, reflexionó. Según Muzzio, ese cambio de vida simboliza el sacrificio que asumió por su vocación de servicio.
EL ARGENTINO MÁS IMPORTANTE DE LA HISTORIA
El Papa fue el argentino más importante de la historia. Al ser nombrado Papa, su historia se unió a la del mismo San Pedro, a los 266 Papas que lo precedieron y a la construcción espiritual de Occidente. Ningún otro argentino alcanzará… pic.twitter.com/wh1QCLo2rH
— Clara Muzzio (@claramuzzio) April 21, 2025
Uno de los gestos más significativos de Francisco, según Muzzio, fue su decisión de no regresar a la Argentina. “Fue una decisión, tan sabia como generosa. Y un mensaje”, aseguró. “Francisco estaba en el mundo para unir y traer paz; volver a la Argentina podría producir exactamente lo contrario. Él lo sabía. Él fue un hombre sabio”. Para Muzzio, ese acto resume la dimensión espiritual del Papa, su entrega, y su mirada más allá del ego personal.
Al recordar su papado, la vicejefa de Gobierno se detuvo en un momento conmovedor ocurrido en Roma, cuando un niño llamado Emmanuel, entre lágrimas, le preguntó al Papa si su padre ateo estaría en el cielo. Francisco, conmovido, abrazó al niño y respondió: “¿Dios abandona a sus hijos cuando son buenos? ¡Nooo!”.
Para Muzzio, “Francisco era ese hombre bueno capaz de traer consuelo a un niño huérfano… usando las voces de los demás para traer comprensión, respeto y amor”.
Y concluyó: “Hoy el mundo ha perdido a Francisco, pero mientras lo recordemos y honremos sus enseñanzas, no morirá, su voz escapará a la muerte para guiar nuestros corazones”.