En el núcleo de La Libertad Avanza (LLA) se desarrolla un intenso debate en vista del año electoral, que ya comenzó con las elecciones provinciales en Santa Fe, donde los libertarios tuvieron un desempeño por debajo de lo esperado. Por un lado, se encuentran los “territoriales”, con figuras como los Menem y Sebastián Pareja (responsable de la provincia de Buenos Aires) como los principales articuladores políticos. Por el otro, están los “consultores-estrategas” que siguen la línea del gurú de Javier Milei, Santiago Caputo.
En términos generales, los primeros priorizan librar las batallas electorales y llevar su boleta de un violeta intenso a cada rincón del país. En contraste, los segundos opinan que la estrategia electoral debe centrarse en la elección legislativa nacional y que, si es necesario, hay que ceder en las disputas locales para favorecer acuerdos políticos que permitan asegurar un mayor número de escaños en el Congreso en octubre.
La responsable de tomar decisiones es Karina Milei, quien controla la lapicera libertaria. El Presidente, que nunca ha querido perder tiempo en disputas electorales, adopta una postura que se centra en lo macroeconómico. Su objetivo es reconfigurar el panorama político, estableciendo dos bandos claros: el kirchnerismo y la derecha que él lidera. Además, busca contar con más apoyo en el Congreso para impulsar sus reformas. Sin embargo, en la práctica, Milei se mantiene al margen de la política electoral, delegando esas tareas en su hermana. Un claro ejemplo de esto fue lo que ocurrió con Pro: el Presidente manifestó abiertamente su deseo de llegar a un acuerdo con los amarillos a nivel nacional, lo cual no será factible.
El dilema se centra ahora en el calendario electoral. El 11 de mayo se llevarán a cabo elecciones provinciales en Salta, Chaco, San Luis y Jujuy. Estas son las fechas previas a la elección que más interesa a la hermana del Presidente, la del 18 de mayo en la ciudad de Buenos Aires, donde los libertarios han decidido enfrentar al Pro en su bastión, apostando todo.
“Karina decidirá caso por caso”, afirmó uno de sus más cercanos colaboradores. Aunque ella tiene la última palabra, bajo su mando se producen constantes tensiones entre los representantes territoriales y los estrategas nacionales.
Recientemente, Pareja tuvo una reunión a solas con Santiago Caputo en la Casa Rosada. Aunque ambos la presentaron públicamente como una consulta habitual, en realidad fue un encuentro para suavizar diferencias y establecer límites. El asesor presidencial de Milei reiteró, en privado, que no se involucrará en la planificación electoral. A su vez, el armador bonaerense se comprometió a no interferir en los asuntos de gestión que están bajo el control del estratega del “Triángulo de Hierro”. Hay organismos que son de interés común. El PAMI, por ejemplo, está bajo la dirección del ministro de Salud, Mario Lugones, quien mantiene una excelente relación con Caputo. Sin embargo, también representa una dependencia con gran penetración territorial que siempre ha sido una herramienta valiosa para la política en todas las provincias.
Aunque Caputo y Pareja se dieron la mano, los recelos entre ambas facciones, sin embargo, no se desvanecieron por completo. Y estas tensiones se proyectan hacia el futuro en el ámbito electoral. La elección en Santa Fe, la primera experiencia electoral del año, dejó secuelas. Los Menem decidieron apostar por una oferta libertaria pura en todas las categorías, desistiendo de dos opciones que eran apoyadas por el sector de Caputo: un pacto con el gobernador local, el radical Maximiliano Pullaro, y un acuerdo con la candidata más alineada en términos de propuesta a La Libertad Avanza (LLA), Amalia Granata.
La propuesta de los consultores-estrategas era que La Libertad Avanza (LLA) se abstuviera de participar en la categoría de convencionales constituyentes, el segmento que más le interesaba a Pullaro, quien busca modificar la constitución provincial. Al final, los libertarios, bajo la decisión de los Menem, optaron por actuar de forma independiente, presentando al diputado Nicolás Mayoraz como su candidato. Terminaron en tercer lugar con un 14% de los votos, muy por debajo de lo que esperaba la Casa Rosada. Sin embargo, en otras categorías locales, su desempeño fue más positivo. “Aprobamos con un cuatro”, admitió un miembro libertario.
A pesar de esto, los allegados a los Menem defendieron la estrategia electoral en Santa Fe. “Nos vimos forzados a participar porque gobernamos el país y no podemos quedarnos al margen de una reforma constitucional en una provincia tan crucial como Santa Fe. Hacer un pacto con un gobernador con el que no coincidimos nos hacía perder identidad. A veces, no se trata solo de ganar, sino de proteger las ideas”, comentó un colaborador de ese sector.
Lo que se avecina
En las elecciones que se aproximan, se delinearán diversas estrategias. Un caso notable es el de San Luis: en esta ocasión, la Casa Rosada ha decidido no participar en los comicios provinciales del 11 de mayo. Esta decisión se debe a que los líderes libertarios locales no han logrado llegar a un acuerdo para formar una única lista. Por un lado, se encuentra el sector que sigue al diputado nacional de La Libertad Avanza (LLA), Carlos D’Alessandro, y por el otro, el grupo que respalda a Rodolfo Negri, esposo de la senadora nacional libertaria Ivana Arrascaeta.
En medio de esta compleja situación, interviene nada menos que el presidente provisional del Senado, Bartolomé Abdala. La trama libertaria en San Luis es tan complicada que el jueves Abdala tuvo una reunión de dos horas con Eduardo “Lule” Menem en Balcarce 50, sin que se vislumbrara una solución. Durante este encuentro, la mano derecha política de Karina Milei comunicó que, ante la falta de unidad en la provincia, la Casa Rosada no apoyará ninguna de las dos listas. En otras palabras, La Libertad Avanza (LLA) no participará en las elecciones de San Luis.
Karina Milei instruyó a Santiago Viola, el apoderado del partido nacional, para que presentara una acción judicial destinada a bloquear el uso del sello de La Libertad Avanza (LLA) por parte de D’Alessandro o Negri en las elecciones, a pesar de que dicho sello aún carece de reconocimiento definitivo por parte de la justicia electoral. Viola enfrentó un obstáculo en primera instancia, pero logró conseguir una resolución favorable en la corte provincial. Por esta razón, los líderes puntanos ahora amenazan con utilizar nombres que se relacionen con la liturgia mileísta. Uno de ellos contempla presentar una lista bajo el título “Viva la Libertad Carajo”.
Más allá de las intrigas locales, el dilema fundamental que persiste en la cúpula del Gobierno también afecta el caso de San Luis. Caputo es uno de los que sostiene que es posible llegar a un acuerdo con el gobernador puntano Claudio Poggi de cara a octubre. La cuestión radica en si el mandatario está dispuesto a “pintarse de violeta”, como aspiran los libertarios, algo que parece complicado. No todos están de acuerdo con la visión del estratega. “Yo desaconsejaría una alianza con Poggi. Él ya respaldó a Rodríguez Larreta y a Bullrich y no le fue bien”, afirmó un destacado dirigente provincial. Lo nacional y lo local, una vez más, en cortocircuito.
En Salta y Jujuy, La Libertad Avanza (LLA) presentará una boleta pura con la esperanza de obtener un buen rendimiento, fundamentados en lo que sucedió con Milei en 2023 y en las encuestas que reciben en la sede gubernamental.
En Chaco, se decidió establecer un acuerdo político con el gobernador radical Leandro Zdero. El mandatario lo comunicó en marzo a través de sus redes sociales, señalando que en su provincia, la UCR y LLA se unirán el 11 de mayo para “detener al kirchnerismo”.
Las disputas entre los estrategas a nivel nacional y los organizadores locales influirán en el eventual acuerdo -que por el momento está estancado- con Pro en la provincia de Buenos Aires. Asimismo, afectará a otros territorios como Entre Ríos (donde se eligen senadores nacionales) y Chubut, dos provincias bajo la administración de los gobernadores de Pro, Rogelio Frigerio e Ignacio Torres, respectivamente.