La ley de blanqueo de capitales encuentra una dura resistencia por parte del Gobierno de la Ciudad, desde el cual ya se había anticipado en diciembre último que gravaría a quienes depositaran nuevos fondos en los bancos en la capital con el impuesto a los ingresos brutos. Ahora quien confirmó esta posición fue el mismo ministro de Hacienda porteño, Néstor Grindetti, quien según el diario Clarín aseguró que se opone a "cualquier política de blanqueo de capitales o moratoria".
Debido a que la norma entrará en vigencia a partir del 1 de marzo de este año, varias provincias se plantean la disyuntiva entre acatar el blanqueo o negarse tal como hacen actualmente la Ciudad de Buenos Aires y la provincia de San Luis.
Como defensa para su postura, el ministro macrista argumentó que "el blanqueo de capitales y las moratorias son herramientas que destruyen la cultura tributaria y premian al incumplidor". Por otro lado, en cuanto a cómo será la metodología para de acción, Grindetti explicó que "si de pronto aparece un dinero en la cuenta bancaria de un contribuyente porteño, sencillamente se le va a aplicar la alícuota del 3% que corresponde a ingresos brutos".
En respuesta a la intención del Gobierno local, el titular de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), Ricardo Echegaray, aseguró que se trata de "una posición retro de un gobierno PRO", de acuerdo a lo publicado por Télam. Además, consideró que la situación resulta desventajosa para los contribuyentes capitalinos, ya que les hace perder oportunidades a los inversores, particularmente en los sectores inmobiliario y turístico".