El primer disco de este cantante y compositor transita con firmeza por distintos géneros. Con una impronta de pop, atraviesa el jazz (?Perla negra?) o se pone más rockero en otros momentos (?Hay noches?), pero también se acerca al candombe y al carnaval (?La sangre y la vida, carnaval?).
?Hay noches?, tema que abre el disco, reza en su letra ?Hay noches que no olvido/ y otras que jamás debí olvidar?, sobre un ritmo pegadizo que se acerca al de una canción de telenovela adolescente.
En ?La sangre y la vida, carnaval?, el ambiente carnavalero, con su ritmo, coros, letra y ambiente, se hace presente, y aunque el tema pierde fuerzas por momentos, es otro de los puntos altos del disco.
Uno de los aciertos del trabajo de Argüelles son los coros, que cumplen un rol importante, sobre todo en ?Después del naufragio?, tema en el que aportan un aire fresco.
Tras los doce temas de Ebrio de Luna, el balance es positivo y la conclusión es que Argüelles debutó con el pie derecho, entregando un disco con distintos ritmos, demostrando estar en condiciones de transitar todos con pie de plomo y sin achicarse ante el desafío. Todo lo contrario: Eduardo Arguëlles saca provecho de cada una de las situaciones con sus virtudes.