La hora de las divas

La hora de las divas

¿Alguien podría imaginar un espectáculo con dos de los más grandes imitadores y transformistas del mundo y la reina de la cumbia? En el Xirgu, Marilyn Monroe, Barbra Streisand, Marlene Dietrich y Liza Minnelli se dan la mano con Lía Crucet.


Frankie Kein: ?Nosotros venimos desde hace varios años a la Argentina. Tuvimos un éxito muy lindo en 2007. Desde entonces quedó pendiente esta vuelta.
Manuel Arte: ?También sería un ?gracias a? Rubén Barreira, nuestro productor.

Lía Crucet: ?Mi participación se da también gracias a Rubén Barreira. Él me invitó a estar en este espectáculo. Me habló de cómo era, de ellos, que son excelentes, y acepté el contrato. Aquí estoy y voy a hacer lo mío, que es cantar todos los éxitos de Lía Crucet, las canciones que pide la gente.

F. K.: ?A Lía la vi hace muchos años, bueno, mejor no decimos la cantidad de años (risas). Ella estaba en el Tabaris y nosotros creo que en el Maipo, y la vimos junto a Zulma Faiad. Desde entonces la conozco. Enseguida se empezó a escuchar el nombre de Lía Crucet y aparecieron mas chicas imitándola. Así se convirtió en un ícono.

M. A.: ?Hay muchos que piensan que la imitación es algo sencillo, que cualquiera lo puede hacer. He escuchado que hasta se puede hacer en el espejo del baño.

F. K.: ?Muchos críticos fueron predispuestos a cuestionarnos, a ver un hombre con una peluca. Pues tú sabes lo que dicen: ?Vamos a ver un show de dos transformistas y uno hace de Liza?. Después, se quedan con la boca abierta. Los críticos, que iban a matarnos, se dieron cuenta de que esto es otra cosa. Además, los íconos que imitamos tienen looks bien diferentes. Son de una época en la que las estrellas tenían más personalidad. Cada una era diferente a la otra. Escoger hoy en día a una cantante es muy difícil, ya que cada vez que las ves, primero están diferentes y después todas iguales. Madonna se parece a Britney Spears y después Britney se parece a Christina Aguilera. Imitan hasta la voz de la otra, con esa tonalidad nasal. Es difícil encontrar una estrella que tenga un look o una personalidad tan fuerte como las estrellas que hacemos.

L. C.: ?En la cumbia, que es lo mío, no hay mujeres cantantes. Sólo estamos Gladys y yo. O sea, no puedo decir ?me gustaría esto? porque Gladys es diferente a mí en la forma de cantar, la personalidad, etcétera. Me gustaría tener una ídola, pero en la cumbia soy casi la única.

Impasse 1: Entrar y ver el escenario del Margarita Xirgu, en pleno ensayo, tiene una impronta única. Llega primero Lía, toda de negro, y después Frankie y Manuel, con esa simpatía y acento tan propio de los cubanos.

L. C.: ?El artista no se siente limitado por el pedido de la gente de hacer siempre lo mismo. Yo me siento halagada. Además, mis discos fueron de oro y platino. Dentro de lo mío, la gente siempre pide los clásicos, para bailar y corear los temas. Tengo 15 CD. Mirá si no tengo temas para cambiar. Es una enormidad.

M. A.: ?Tanto nosotros como Lía tenemos una trayectoria muy grande. Hemos hecho y probado muchas cosas.

F. K.: ?A nosotros nos pasa lo mismo que a Lía e incluso lo mismo que a Liza: el público quiere ver sus éxitos, no le interesan las cosas nuevas.

M. A.: ?Es muy inteligente de tu parte, Lía, darle al público lo que quiere. Hay muchos cantantes que quieren renovar y renovar y no encuentran la garra.

L. C.: ?O grupos que se desarman y el cantante arranca como solista, para hacer cosas nuevas. Mirá Ráfaga. Se separaron, hacen temas nuevos y no gustó nada.

F. K.: ?Liza ha cometido errores, pero el disco que grabó con la producción de los Pet Shop Boys fue un éxito. Hay veces que la ves en un concierto y dices: ?Que pase rápido así llega a los clásicos?. Se le perdona todo porque lo hace tan bien. Pero es verdad que sucede eso.

F. K.: ?Liza nos vio, aquí, en la Argentina, en 2007, cuando le dieron su opening en el Gran Rex. Recién llegaba la pobre mujer y estaba cansadísima. La llevaron allí como una zombie. La revista Caras le hizo un homenaje en el que actuaron Valeria Lynch, Sandra Guida y yo. Fue un tremendo espectáculo y fue la primera vez que Liza me vio haciendo de ella. Fue muy emocionante. Después vino al escenario a saludarnos. Nos abrazamos e intercambiamos un par de ?I love you?. Fue genial.

M. A.: ?Igual te digo algo, apenas bajas del escenario, vuelves a ser tú, por lo menos en el caso nuestro. Porque hay artistas que hacen este trabajo y se quedan con que ?soy Judy Garland?. No, yo soy Manuel. Cuando me da la luz ahí, soy lo que voy a ser y lo hago.

F. K.: ?Al final del espectáculo, hago un número en el que me cambio en escena del personaje que estoy y lo hago para salir al final, tal como somos, en el saludo.

Impasse 2: Hacemos las fotos y Lía se retira. Frankie y Manuel hacen un par de fotos más en la calle, lejos de cualquier divismo. Al entrar, Frankie, con timidez, mira al Xirgu y dice con un mix de alegría y recuerdos: ?Tenemos tantas historias aquí?.

F. K.: ?La primera vez que vinimos a la Argentina fue en el 78, una llegada bien difícil. Veníamos de Colombia y fue una odisea. Había una tormenta terrible que nos impidió aterrizar en Buenos Aires y bajamos en Córdoba. Es para un libro, pero por suerte, la noche del opening, que ni pudimos ensayar, tuvimos un éxito rotundo.

M. A.: ?El empresario que nos había contratado no sacó los permisos de salida. Tardamos cuatro días para salir de Colombia y teníamos dos para debutar aquí. Si mandábamos la ropa, la aduana la iba a retener así que hice que las bailarinas se pusieran los trajes en el viaje. Nunca vi una tormenta tan grande como aquélla. Bajamos en Córdoba, a medianoche, y nos registraron todo (era en la época de los militares). Una de las bailarinas estaba vestida de prostituta y se la llevaron detenida. Fue una tragedia sacarla. A las 7 despegó el avión. Llegamos y nuestros equipos eran de 120 watts y acá es de 220. No salía nada y fui a un estudio a regrabar todas las voces. Frankie estaba desesperado.

F. K.: ?Imagínate, estaba encerrado en el hotel, sin dinero argentino y no conocía a nadie. Además, aquí estaba Nélida Lobato haciendo Chicago. ¡Había una competencia por demás interesante!

L. C.: ?En esta carrera hay que luchar mucho. Te da muchas satisfacciones y cosas hermosas pero hay que lucharla. Estás mal de salud y tenés que salir a escena igual.

M. A.: ?A Frankie le estaban operando la madre de un cáncer en el cerebro cuando estaba debutando en El Nacional y él hizo el show. Te cuento otra, una vez, en el Maipo, un trabajador se ahorcó. Fue un sábado y me dicen lo que pasó. Estaba lleno de gente y no lo habían bajado porque no habían llegado los paramédicos ni la policía. Le digo al del teatro: ?Por más que se muera mi madre, yo salgo a escena. Sólo te pido que no se entere Fran porque se muere?.

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