Germán García es terapeuta y novelista. Como psicoanalista, desde la Fundación Descartes encabeza un bastión del lacanismo ortodoxo (aquel cuyo legado es administrado desde París por la hija de Jacques Lacan, Judith Miller, y su marido, Jacques-Alain Miller). Como literato, García, por entonces admirador de Henry Miller y Witold Gombrowicz, se dio a conocer por su novela Nanina, que fue censurada y secuestrada por el onganiato en el 68. También fue prologuista de El Fiord, de Osvaldo Lamborghini, otro texto escandaloso.
García recibió a NU en su consultorio/estudio de Córdoba casi Pueyrredón, dejando por un rato la novela que está escribiendo, El Arco de Triunfo, título que, aclara, se refiere a un raro edificio de la avenida Entre Ríos al 800 llamado El Puente; el mismo en el que ?recuerda el cronista? vivía el periodista Hernán López Echagüe cuando lo agredieron, más allá de las rejas, unos ?batatas? del Mercado Central.
?Al principio, Kirchner logró incluir a muchos desocupados. Pero después, su caída en la consideración de la clase media fue vertiginosa. Supongo que si alguien te invita a comer a su casa y vos te le aparecés con unos morochos, puede ser que la primera vez le parezca divertido, pero a la segunda vez? si falta algo en casa, es posible que responsabilicen a la gente que llevaste y que ya no te inviten más?, sostiene García.
?Duró poco el romance entre el piquete y la cacerola.
?Sí, y es muy raro el lugar donde quedó Kirchner. Casi toda la clase media repite que se equivocó y no vuelve más. Pero los mismos que lo dicen temen que haya alguna argucia que le permita volver.
?Dicen que murió, pero temen que resucite.
?Exacto. Casi todas las personas con las que hablo temen una resurrección de Kirchner. Se comportan como si en vez de ser diputado, siguiera siendo presidente. No discuten los actos del gobierno de Cristina Fernández. Hablan obsesivamente de su marido. Como mucho, de los Kirchner, en plural.
?Recientemente entrevisté a Fogwill y me llamó la atención que nunca mencionara a Cristina, como si no existiera. Está bien que sea un poco misógino, pero?
?El enemigo a derrotar, se diría, es más él que ella.
?¡Pero es que él ya fue derrotado! Al menos, electoralmente. Pero bueno, el macrismo perdió casi tantos votos como Kirchner y, en cambio, festejó.
?Yo nunca tuve auto, así que me la paso tomando taxis. El amor de los tacheros por Macri es de una ingenuidad aplastante: ?No va a robar porque es rico?. Un absurdo, ¿no? Porque si a alguien le gusta mucho el dinero, ¿por qué pensar que dejará de acumularlo desde el poder? Pero bueno, de golpe se acabó aquel amor, porque la Ciudad se ha vuelto caótica, imposible. Porque no la gobierna nadie, quedó boyando. Sin embargo, Macri sigue apareciendo ante el público mayoritario, distraído, como más inofensivo que Kirchner. Es funcional al desvío de las broncas. Porque en medio de los piquetes, se putea al Gobierno nacional. No se distingue entre éste y el porteño. Y no siempre se advierte que la Ciudad está mal gobernada.
?¿Cuál te parece que será el eje de la actividad política del año que comienza?
?No sé, pero te puedo decir cuál debería ser: no se ha podido desactivar esa bomba de tiempo que es tanta gente que sigue estando en el piso. Es a eso a lo que habría que dedicarse. Yo vengo caminando todas las mañanas de mi casa hasta acá y ¿viste cómo quedan los vidrios de los coches cuando se rompen, como si fueran mica? Bueno, todas las mañanas contabilizo cinco o seis.
?Si decís vidrios rotos, decís coches robados. Para sacarles el estéreo, ¿no? Pensé que ese delito había disminuido.
?No, qué va. No sé si roban el estéreo u otra cosa. Pero que rompen vidrios?
?En algunas zonas está claro que los chorros trabajan amparados por el oficial de calle de la comisaría: roban coches en serie rompiéndoles los vidrios uno a uno sin que nadie los interrumpa.
?Salir de todo esto seguro que no es nada fácil. No sé cómo se puede ordenar. Pero lo primero es que nadie tenga hambre. Porque no se puede estar bien donde hay tanta gente que está mal. Se crea un clima deprimente. Salvo que seas como esos tipos que gozan con esta situación, que se hacen un chalet de la gran puta al lado de una villa miseria.
?¿Cuál es la clave?
?Una condición imprescindible es una mejor redistribución de los ingresos. Fijate que el prestigio que todavía conserva Perón es su capacidad de incorporar al consumo a los pobres, que llegaron del campo en los 30 pero que permanecían invisibles.
QUIÉN ES GERMÁN GARCÍA
Con Osvaldo Lamborghini y el también psicoanalista y novelista Luis Gusmán (autor de El frasquito), Germán García editó en 1973 la revista Literal. Antes, había publicado su novela Cancha rayada. Discípulo dilecto de Oscar Masotta, heredó sus alumnos cuando a mediados de los 70 aquel se marchó a España. García se radicó en Barcelona en 1979, luego de que Masotta muriera en esa ciudad. Regresó a Buenos Aires con el retorno de la democracia. Es autor de novelas como La Vía Regia, Parte de la fuga y La fortuna, y de ensayos como Macedonio Fernández, la escritura en objeto, La entrada del psicoanálisis en la Argentina, Psicoanálisis, una política del síntoma y Oscar Masotta, los ecos de un nombre.
(NOTA ORIGINALMENTE PUBLICADA EN EL SEMANARIO NOTICIAS URBANAS Nº 221, DEL 30/12/09).