Finalmente, la reunión llevada a cabo, la tarde de este martes 21, en el Ministerio de Trabajo, entre los representantes de los recolectores de basura y los directivos de las cuatro empresas concesionarias del servicio en la Ciudad, no logró destrabar el conflicto y por consiguiente los trabajadores continuaron con el trabajo a reglamento por tiempo indeterminado. Sin embargo, las negociaciones continúan y las partes en pugna volverán a verse las caras mañana por la tarde en la cartera laboral. Los recolectores piden una doble indemnización por el cambio de las empresas concesionarias del servicio, entre otros reclamos.
Por su parte, el jefe de Gabinete porteño, en una breve conferencia de prensa que brindó junto al secretario de Producción, Turismo y Desarrollo Sustentable, Epszteyn, señaló que "no corre peligro ninguna fuente de trabajo, ya que los pliegos garantizan que el trabajador que quiera seguir en las empresas nuevas pueda hacerlo". Este comentario tuvo origen en el reclamo gremial, ya que los sindicalistas aducen que no saben que sucederá con su futuro, ya que las empresas cambiarán de manos, en los próximos meses.
Fernández también explicó: "Se está produciendo una discusión entre el sindicato y las empresas por las indemnizaciones en función del traspaso. Hace pocas horas el Ministerio de Trabajo de la Nación emitió una resolución por la cual se establece que los trabajadores que no quieran continuar desempeñándose en las nuevas empresas, cobren la indemnización que les corresponde y que, a aquellos que decidan continuar con la relación laboral se les reconozca la antigüedad".
Por otra parte, el funcionario porteño repudió la actitud de los trabajadores de tirar y quemar basura frente a la Jefatura de Gobierno, hecho que se produjo esta tarde durante una marcha que realizaron los camioneros. Los trabajadores realizaron un paro entre las 14 y las 21, y está noche volverán al trabajo a reglamento.
En tanto, Epsztein explicó que "los camioneros no han formalizado un paro, sino que están trabajando a reglamento" y pidió que "los vecinos no saquen la basura y si la han sacado que vuelvan a ingresarla a sus hogares hasta que se pueda resolver esta situación".
El propio jefe comunal Aníbal Ibarra, había manifestado, en horas de la mañana que el reclamo era "injusto y desmedido", ya que no se había echado a ningún trabajador. Ante la crisis, Ibarra puso en funcionamiento un sistema de emergencia para recolectar la basura y le pidió a los vecinos que no saquen más bolsas a la calle.